Así consiguió adelgazar 95 kilos: se cuidó y se dio cuenta de que nunca antes lo había hecho

Megan Marie tiene 37 años y no se parece en nada a la persona que era hace tan solo dos años. En enero de 2019 pesaba casi 160 kilos, pero ha llevado a cabo un proceso de transformación personal por el que ha logrado adelgazar 95 kilos, convirtiéndose en una mujer completamente nueva gracias a que hoy apenas pesa 65.

Todo empezó hace algo más de un año: Megan era una mujer que se dedicaba a tratar de conciliar de la mejor manera posible su vida laboral, como ejecutiva de una empresa, con la personal, como madre de dos niños. Lo último en lo que pensaba en su día a día era en cuidar de sí misma y eso se notaba en su comida: siempre elegía comida rápida y alimentos poco saludables al final de un día agotador.

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Lo que era un problema de apariencia se convirtió en uno de salud: le costaba subir un tramo de escaleras, se quedaba sin aire por andar apenas unos metros o, incluso, dejaba de respirar por la noche al sufrir apnea del sueño. Al mismo tiempo, los kilos no dejaban de aparecer sobre la báscula y Megan tenía pánico a ir al médico: no quería ser juzgada.

Cómo adelgazar a largo plazo

El día que Megan vio cómo su báscula estaba a punto de llegar a 160 kilos decidió cambiar. Siempre había tenido problemas de sobrepeso, pero se había convertido en una persona obesa. Había intentado adelgazar muchas veces, pero siempre sin éxito. Así que aprovechó que el año 2019 estaba echando a rodar para hacer un propósito para perder peso de verdad.

Megan vio cómo su báscula estaba apunto de llegar a 160 kilos y decidió cambiar

Megan ha contado a Runner's World que su éxito radicó en su fortaleza mental y en contar a todo el mundo lo que iba a hacer. Necesitaba el apoyo de familia y amigos, por lo que no dudó en anunciar su deseo a todos los que la rodean. Y comenzó centrándose en la alimentación porque era lo que hacía mal cada día y lo que tenía una solución a su alcance.

Hasta ahora, su dieta se componía de comida basura y ultraprocesados, alimentos todos ricos en carbohidratos. Así que decidió eliminar la comida rápida de su vida y reducir la ingesta de azúcares añadidos. Al mismo tiempo, comenzó a caminar. Era lo primero que hacía nada más levantarse por la mañana y se sintió muy bien consigo misma.

Durante todo el año 2019, Megan siguió comiendo sano y caminando a diario. Solo con esos cambios en su vida había logrado adelgazar 85 kilos y se convirtió en una persona diferente. Tanto, que las caminatas se convirtieron en carreras: siempre había querido practicar running, pero su cuerpo no se lo había permitido. Ahora, dio un paso adelante y comenzó a correr.

El deporte para perder peso

Esa combinación de dieta saludable y ejercicio físico es lo que la mayoría de especialistas recomiendan como el mejor truco para adelgazar. Megan lo llevó a cabo de la mejor manera posible y cuando consiguió completar su primera carrera de 5 kilómetros se dio cuenta de que, además de perder peso, se había enganchado a un deporte que le encantaba.

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Ahora, después de más de un año manteniendo esa dieta correctamente, Megan reconoce que le encanta salir tres veces a la semana a correr. No necesita bajar el crono cada vez más, sino de desarrollar resistencia, ya que también le ayuda a nivel mental: "La resistencia mental tiene que ver con la disciplina, aprender a seguir adelante incluso cuando quieras dejar de fumar. La disciplina conduce a la coherencia y la coherencia conduce a los resultados".

Además, no deja de recordar que antes de adelgazar estuvo "atrapada" en un cuerpo que no le gustaba durante muchos años. Cuando empezó a cuidar de sí misma se produjo el cambio que necesitaba en su vida. Ahora se da cuenta de que nunca antes lo había hecho: había pensado en su trabajo o en su familia, pero no en ella, y eso le había pasado factura.

Caminar primero y el running después le ayudaron a adelgazar 95 kilos en solo 15 meses

Megan reconoce que lo más difícil de su proceso de adelgazamiento ha sido el final, llegar a su "peso objetivo" y pensar en el día después. Había perdido 95 kilos y tuvo miedo ante la posibilidad de dejar de cuidarse ahí, pero no lo hará: "Empezar a correr fue como vivir el sueño que tuve desde que era niño, como si fuera libre, como si pudiera volar". Y va a seguir volando.