Consejos para evitar y aliviar el dolor de espalda después de un viaje largo en coche

Puede que más de uno haya planeado sus vacaciones para este verano, y seguro que algunos van a recorrer más kilómetros en coche de los que están habituados. Aunque el resto de los pasajeros podrán ir cambiando de postura a placer en el asiento, el conductor debe mantenerse concentrado en la carretera y, en definitiva, en realizar el trayecto de la mejor manera posible.

En función de la presión o la forma de sentarse del individuo al volante, es probable que sufra algunos tipos de dolores. Aunque se tengan en cuenta múltiples variables (hidratación del organismo con bebidas energéticas) o inclusión de ciertas distracciones que amenicen el viaje (una lista de reproducción de música), es habitual que muchos conductores se quejen de la espalda.

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"El dolor de espalda que se experimenta al pasar mucho tiempo en el automóvil se debe a la presión sobre los discos de la espalda", ha contado a Fatherly el fisioterapeuta deportivo James Wyss. El especialista afirma que "estos discos actúan como un amortiguador entre las piernas. Esa fuerza ejercida al sentarse para conducir va desde la tuberosidad isquiática, o los conocidos como "huesos del asiento" de la base de la pelvis, hasta la columna, lo que se traduce en un efecto de compresión o carga en la espalda.

Evita ejercer presión al sentarte

Más de uno se habrá dado cuenta de que es sencillo estirar las pantorrillas y los isquiotibiales antes de sentarse en el coche. Sin embargo, no hay una forma de preparar la espalda para un viaje más largo. El Dr. Wyss aconseja en ese caso realizar movimientos de forma habitual que fortalezcan la columna, lo que fomentará un mejor uso de esta zona del cuerpo y evitar ejercer presión al sentarse.

En caso de que no te hayas ejercitado de manera rutinaria para evitar molestias en la espalda, hay una serie de consejos que sería interesante poner en práctica. En primer lugar, es importante comprobar la posición en la que se encuentra el asiento del conductor: "Puede que experimentes más o menos carga en los discos de la espalda en función de cómo te sientes".

Las personas que tienden a encorvarse sobre el volante al conducir o se inclinan para leer el navegador deberán reclinar el asiento lo máximo posible para evitar ejercer presión en la zona pélvica. En caso de adelantar el sitio y seguir sintiendo dolores, será mejor evitar una postura forzada que pueda generar más molestias.

Será mejor evitar una postura forzada que pueda generar más molestias

A continuación, igual que es interesante realizar paradas para hidratarse con agua y estirar las piernas, los descansos sirven para dar un respiro a la espalda. Una forma de hacer un alto en el camino consiste en acercarse a una gasolinera para llenar el depósito, entrar a un baño o refrescarse con una bebida.

No olvides poner una alarma

Para no estar demasiado tiempo al volante (sin ser consciente del paso de las horas), es recomendable configurar la alarma del teléfono para parar el coche y dejar por un momento el asiento de conductor: "Lo más útil que puedes hacer para el dolor de espalda es simplemente caminar. Estás liberando al cuerpo de una posición flexionada al pasear, lo que reduce la carga de tus discos".

El tercer y último consejo implica un estiramiento. Si bien realizar un calentamiento del cuerpo antes de conducir no sirve de mucho, estirar durante el trayecto contrarresta las molestias que pueda tener en la espalda. Al estar los discos bajo presión, "los músculos de su alrededor se tensan, causando una sensación de opresión".

El Dr. Wyss recomienda realizar "movimientos que extiendan la columna". Aunque más de uno piense que esto es sinónimo de un movimiento de inclinación hacia delante para tocar los dedos de los pies, lo que se consigue con ello es ejercer una mayor presión en la columna. En su lugar es mejor probar con dos posturas propuestas por el fisioterapeuta.

El primer movimiento que puedes poner en práctica cuando abandones tu asiento consiste en extender la columna vertebral. Para ello, será necesario separar los pies a una distancia equivalente a la longitud de las caderas. A continuación, apoya las manos en las caderas e inclínate hacia atrás, levantando la cabeza y el pecho hacia el cuello y dejando caer un poco los hombros. "No es necesario hacer ejercicio, solo sentir el estiramiento", cuenta el Dr. Wyss.

"Los músculos de su alrededor se tensan, causando una sensación de opresión"

Otra forma de sobrellevar el dolor es recurrir a la posición de alivio de Brugger, un neurólogo del siglo XX. Para ello, será necesario separar las piernas y girar ligeramente las rodillas y los pies. A continuación, siéntate hacia adelante y deja que el peso caiga entre las rodillas y los pies.

Aprovecha para levantar el pecho hacia el cielo y arquea el área lumbar. Deja los brazos a los lados y gira las manos hasta que las palmas miren hacia fuera. Mantén la posición durante diez segundos mientras inhalas y exhalas. Con que repitas este movimiento cinco veces será más que suficiente.