Kathy Gillcrist, la mujer que buscó a su padre y descubrió que era un conocido asesino

Kathy Gillcrist tiene 64 años y, desde que era pequeña, supo que era adoptada. Siempre había soñado con descubrir quiénes eran sus padresbiológicos, así que llegó un momento en su vida en el que decidió embarcarse en una investigación para descubrirlo. Lo que no esperaba encontrarse es que su verdadero padre era, en realidad, un famoso asesino.

Esta mujer nació en 1957 y se crio en la ciudad norteamericana de Boston, donde estudió interpretación soñando con convertirse en actriz. Después se casó y se fue a vivir al estado de Georgia, donde tuvo dos hijas y trabajó durante años como profesora de arte dramático. Fue en 2017, cuando se jubiló, cuando decidió comenzar con la investigación sobre sus padres biológicos.

Lo primero que hizo fue una prueba de ADN, marcando la casilla de que era adoptada y que estaba buscando a sus padres. Aunque no tenía muchas esperanzas, los resultados le abrieron un camino por explorar: dieron una coincidencia con Susan Gilmor, una mujer que era prima tercera de su madre biológica. A partir de ahí, todo fue más fácil.

La suerte del destino

Tal y como ha explicado Kathy a la WECT, la suerte quiso que Susan Gilmor fuera una especialista en genética. Es más, trabajaba habitualmente con personas que querían localizar lazos familiares, por lo que rápidamente se puso a disposición de Kathy. Entre las dos descubrieron quién era su madre, que la había tenido a los 17 años y que la dio en adopción.

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El Confidencial

Desgraciadamente, Kathy no llegó a conocer a su madre, que murió en el año 2020 antes de que pudieran llegar a establecer una cita. Pero Susan siguió ayudando a su prima a descubrir quién era su padre biológico. La sorpresa llegó cuando dieron con el nombre: William Bradford Bishop Jr. Su padre era un hombre perseguido por la policía desde la década de los 70 y que, desde 2014, es uno de los fugitivos más buscados por el FBI.

Años después de tener a Kathy, aunque ella desconoce si Bradford sabe que es su padre, el hombre se casó con otra mujer, con la que tuvo tres hijos. Trabajó para el servicio de inteligencia de Estados Unidos por varios destinos en el mundo pero, cuando regresó a su país, su cerebro estalló: en 1976 mató a martillazos a su mujer, a sus tres hijos y a su suegra. Después, condujo durante 6 horas con los cadáveres, los quemó y los enterró. Nunca se le volvió a ver.

Kathy ha contado su historia en el libro 'It’s in my Genes' ('Está en mis genes')

Bishop tendría hoy 85 años y podría estar vivo. Se cree que ha vivido en varios países de Europa, gracias al pasaporte diplomático que tenía y que le habría facilitado la huida. Kathy, por su parte, reconoce que "soy lo que soy y, ahora, sé por qué. Pero si hubiera descubierto esta información cuando era joven, tal vez podría haberme afectado de una manera muy diferente. Ahora, tengo la mejor historia para una comida con mis amigas".