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Un buceador sobrevive tras ser engullido y escupido por una ballena jorobada
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Solo sufre magulladuras

Un buceador sobrevive tras ser engullido y escupido por una ballena jorobada

Permaneció más de 30 segundos en el interior de la boca de la ballena junto a su equipo de respiración antes de salir expulsado de nuevo al agua

Foto: El buceador pasó 30 segundos en el interior de la ballena (EFE)
El buceador pasó 30 segundos en el interior de la ballena (EFE)

Una ballena media suele medir unos 15 metros de longitud, es decir, entre 8 y 10 veces más que una persona. Es decir, este mamífero podría ver a un humano como nosotros vemos a un gato o un animal de similar tamaño. Así se debió sentir Michael Packard hace algunos días cuando fue engullido por una ballena jorobada mientras buceaba.

Este buceador ha contado su terrorífica historia a la CNN: "Me sumergí a unos 13 metros de profundidad y, de repente, sentí un gran golpe y todo se oscureció. Pude sentir que me estaba moviendo, y pensé, ‘Dios mío, ¿me acaba de morder un tiburón?' Luego palpé y me di cuenta de que no había dientes y realmente no había sentido un gran dolor. Y luego me di cuenta, ‘Dios mío, estoy en la boca de una ballena. Estoy en la boca de una ballena y está tratando de tragarme'".

Foto: Las ballenas están volviendo a las rías gallegas. (EFE)

Packard tiene mucha experiencia buceando y se encontraba en las costas de Provincetown, en el estado norteamericano de Massachusetts, cuando sucedieron los hechos. Cuando la ballena le tragó aún conservaba su bombona de oxígeno: "Una de las cosas que pasaron por mi mente fue, ‘Oh, Dios mío, y si me traga, y sigo respirando aire, ¿y voy a respirar en la boca de esta ballena hasta que se acabe el aire?"

Final feliz… increíblemente

Fueron apenas 30 segundos los que Michael Packard pasó en la boca de la ballena, un tiempo muy pequeño pero que a él se le hizo eterno: "Me dije a mí mismo: ‘Está bien, esto es todo. Voy a morir’. Y pensé en mis hijos y mi esposa porque no había forma de salir de ahí. Pero, de repente, subió a la superficie y comenzó a sacudir la cabeza. Me lanzó al aire, caí en el agua y fui libre y floté".

placeholder Los biólogos creen que el episodio fue un incidente inesperado para todos
Los biólogos creen que el episodio fue un incidente inesperado para todos

Los compañeros de Packard lo recogieron del agua y lo llevaron rápidamente a un hospital, donde le han hecho una revisión completa. Tiene magulladuras, pero nada roto. Los expertos creen que es una situación muy atípica y que se produjo por accidente, ya que no hay constancia de ataques de ballenas a buceadores en el pasado.

La bióloga Jooke Robbins asegura que "no imaginamos a las ballenas jorobadas haciendo algo como esto. Creo que fue una sorpresa para todos los involucrados". Apunta a que la ballena estaría tratando de alimentarse "por embestida", tratando de capturar toda la comida posible en el menor espacio de tiempo, y que en ese momento no ve todo lo que engulle.

El buceador pasó más de 30 segundos en el interior de la boca de la ballena

En la misma opinión se expresa otro biólogo marino, Charles Mayo, que hace una comparación muy efectiva: "Es como sentarse a disfrutar de una buena comida y encontrarse una mosca en tu boca por accidente". La mejor noticia es que Michael Packard vive para contarlo y que tiene una gran historia para deleitar a sus amigos, hijos y futuros nietos.

Una ballena media suele medir unos 15 metros de longitud, es decir, entre 8 y 10 veces más que una persona. Es decir, este mamífero podría ver a un humano como nosotros vemos a un gato o un animal de similar tamaño. Así se debió sentir Michael Packard hace algunos días cuando fue engullido por una ballena jorobada mientras buceaba.

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