Cómo hacer buenos amigos cuando eres mayor y no tienes tiempo
Nunca es tarde para forjar vínculos sólidos y profundos con otras personas. Una experta ofrece todas las claves por las que surge la amistad en edades adultas y cómo encontrarla
Quien tiene un amigo tiene un tesoro, todo el mundo lo sabe, y a pesar de que este dicho sea un poco cliché, no le falta razón. Existe una gran variedad de vínculos dentro de todo el espectro de lo que denominamos amistad, pero si algo tienen en común es un profundo sentido de la lealtad, el compromiso y los cuidados recíprocos que consiguen que las relaciones se sostengan aunque pasen los años o las circunstancias vitales de cada uno cambien. En un momento pospandémico como este, en el que el contacto social se ha visto tan reducido de forma prolongada, la presencia de amigos cerca se ha vuelto más apremiante que nunca para sobrellevar los momentos difíciles.
Pero la vida da muchas vueltas, y al final el hecho de enfocarnos en el trabajo o el cuidado de familiares próximos (tanto padres como hijos) puede provocar que ya no pases tanto tiempo como antes y poco a poco estos vayan haciendo su vida sin ti. Entonces, ¿qué hacer? Si estás metido en una rutina que deja poco o nada de tiempo para socializar y hacer planes distintos de los habituales es posible que te sea muy difícil entablar nuevas relaciones. Sobre todo si eres adulto y tienes la vida hecha, pues es en la juventud cuando más probable es hacer amigos. Al fin y al cabo, cuando vas a la escuela, al instituto o a la universidad conoces mucha más gente que cuando estás trabajando sin parar.
¿Cómo volver a prender la llama de la amistad con desconocidos una vez se es mayor y estás atrapado en la rutina? Primero habría que atender a los rasgos por los que se construye una amistad. La psicóloga australiana Ahona Guha ha publicado un interesante artículo en 'Psychology Today' en el que no solo ofrece consejos para tejer lazos profundos con otras personas, sino también analiza cómo se construye una amistad desde cero. Para ella, deben existir tres factores: el de proximidad (estar cerca de alguien geográficamente), repetición (ver al potencial amigo una y otra vez, generalmente en una variedad de entornos) y el más decisivo e importante, similitud (personas que se parecen a nosotros y persiguen cosas similares).
"A menudo es más fácil hacer amigos a medida que nos vamos haciendo mayores, tal vez porque nos asusta mucho menos el sentirnos rechazados", explica Guha. "Del mismo modo, el autoconocimiento generalmente aumenta con la edad, lo que significa que podemos formar amistades de mejor calidad con personas realmente adecuadas para nosotros, en vez de conformarnos y acostumbrarnos a las mismas". Por ello, y como asegura la experta, no todo son desventajas cuando se trata de hacer amigos en edad adulta.
Cómo crear un vínculo fuerte
En primer lugar, la psicóloga explica que debes conocer tus valores vitales, qué te gusta hacer y qué es lo que buscas en un amigo. "De lo contrario", expresa, "es como aparecer en una gran tienda para comprar algo pero no saber qué". Aunque es una metáfora un poco fea por su trasfondo comercial, Guha incide en el hecho de investigar y reflexionar sobre las personas que han sido tus amigas hasta ahora y qué veías en ellas. "¿Qué cualidades tenían? ¿Hay alguien a quien admires especialmente y por qué?".
"Pasamos mucho tiempo preocupándonos por encontrar amigos, y olvidamos la importancia de ser una persona con la que nos gustaría entablar amistad"
El segundo paso consiste en encontrar a personas que comparten esos mismos valores que tú. "Identifica dónde pueden estar", aconseja la psicóloga. Puede ser en el trabajo, en el comedor, en un concierto, en un bar, un recital... Por otro lado, es necesario salir de los entornos en el que soléis coincidir. Por muy bien que te lleves con una persona en el trabajo tendrás más posibilidades de forjar una relación profunda y bonita con ella si salís de los mismos ambientes en los que os veis por obligación. ¿Nunca has sentido una sensación rara y bonita cuando te has encontrado a esa persona a la que siempre ves en un mismo lugar y de repente estáis en algún sitio insospechado?
"Pasamos mucho tiempo preocupándonos por encontrar socios o amigos, y a menudo olvidamos la importancia de ser una persona con la que nos gustaría entablar amistad", recalca Guha. Es curiosa esta apreciación, pues podemos caer en el error de solo pensar en nuestro bien y no en el de los demás. "Sé constante, llama cuando prometas que lo vas a hacer, sé amable y honesto, comparte, no te reprimas por miedo ni tampoco acapares el centro de la conversación", aconseja. Sin duda, estas son algunas de las claves para construir un vínculo sólido y fuerte.
"Los amigos son importantísimos, independientemente de la etapa vital en la que te encuentres", concluye la psicóloga. "Aportan diversión, conexión, cercanía, apoyo y risas. Los buenos amigos aumentan significativamente nuestros niveles de bienestar e incluso pueden ayudarnos a vivir más tiempo. Los elegimos y son las personas con las que pasamos tiempo porque les queremos", sin esperar nada a cambio. Los amigos dan vida, y una vida sin amigos, apenas es nada.
Quien tiene un amigo tiene un tesoro, todo el mundo lo sabe, y a pesar de que este dicho sea un poco cliché, no le falta razón. Existe una gran variedad de vínculos dentro de todo el espectro de lo que denominamos amistad, pero si algo tienen en común es un profundo sentido de la lealtad, el compromiso y los cuidados recíprocos que consiguen que las relaciones se sostengan aunque pasen los años o las circunstancias vitales de cada uno cambien. En un momento pospandémico como este, en el que el contacto social se ha visto tan reducido de forma prolongada, la presencia de amigos cerca se ha vuelto más apremiante que nunca para sobrellevar los momentos difíciles.