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Por qué hablar de las Spice Girls en el trabajo es una buena idea
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Por qué hablar de las Spice Girls en el trabajo es una buena idea

La nostalgia es un sentimiento dulce que nos sirve para paladear eventos pasados, pero también puede ser un arma poderosa para establecer lazos en el entorno laboral

Foto: Las 'Spice Girls' en una imagen de archivo
Las 'Spice Girls' en una imagen de archivo

La nostalgia es un sentimiento dulce, y generalmente proviene de evocar esos momentos que nunca volverán. Un tiempo perdido que (erróneamente en la mayoría de los casos) se nos antoja que fue mucho mejor que el actual. Por ello, cuando nos vemos con amigos con los que compartimos colegio, universidad o trabajos que abandonamos, solemos acabar contando las mismas 'batallitas' que vivimos una y otra vez.

Hay algo alentador no solo en escuchar una anécdota pasada, también en leer de nuevo una novela que nos fascinó o en oír esa canción que tanto significó para nosotros en el pasado. Y aunque quizá puedas ponerte la playlist del mejor rock de los 70 en la oficina, generalmente el lugar de trabajo no parece el sitio indicado para la melancolía. Sin embargo y aunque no lo parezca, también hay mucha nostalgia en el plano laboral, puesto que se suceden muchas anécdotas continuas. La vez que entró un compañero que ahora es un amigo cercano o la fiesta en la que sucedió algo divertido. Por supuesto, no es el mismo sentimiento que evocas cuando recuerdas la primera vez que viste el mar o escuchaste a las Spice Girls, pero las emociones subyacentes son igualmente poderosas.

La nostalgia puede ser una herramienta útil que ayuda a las personas a navegar en los momentos más difíciles de su carrera y motivarlas a hacer mejor su trabajo

Según explica en 'BBC' Clay Routledge, profesor de la Universidad Estatal de Dakota del Norte, las investigaciones han demostrado que la nostalgia puede ser una herramienta útil (algo así como una fuente de consuelo e inspiración) que puede ayudar a las personas a navegar en los momentos más difíciles de su carrera y motivarlas a hacer mejor su trabajo. Y aún más importante, puede contribuir a unir a las personas en las organizaciones, lo que atrae irremediablemente el éxito.

La nostalgia vincula, según Routledge, puesto que es más probable que experimentemos nostalgia cuando nos sentimos solos, y eso nos llevará a querer interactuar. "Es una experiencia socioemocional", cuenta, "las cosas que nos hacen añorar el pasado son experiencias que creemos personalmente significativas y que compartimos en otro momento con aquellos que nos importan. Nos prepara para profundizar las relaciones".

Foto: Cuando los compañeros de trabajo nos hacen engordar

Algunos recuerdos nostálgicos son personales y específicos, relacionados con sucesos de tu pasado, pero otros son más amplios y pueden compartirse con aquellas personas de edad próxima: los recuerdos generacionales. Según Routledge, el concepto de nostalgia colectiva existe y hay experiencias que compartimos como grupo, lo que aumenta la identidad y los lazos. Son todos aquellos relacionados con la cultura pop o eventos sociales que se experimentaron en el pasado. Eso se puede fomentar en el lugar de trabajo, donde es importante cuidar la relación entre colegas.

El concepto de nostalgia colectiva existe y hay experiencias que compartimos como grupo, lo que aumenta tanto la identidad como los lazos

"La nostalgia puede venir desde notar que alguien tiene un póster de Star Wars en una reunión de Zoom a que un grupo establezca lazos hablando una noche en la que tuvo que quedarse trabajando y cenó pizza, lo que recordarán en el futuro", cuenta el profesor. No siempre se basa en recuerdos positivos, y reflexionar sobre momentos difíciles también puede ser una herramienta poderosa: desde recordar a los malos jefes o un proyecto que no funcionó. "Produce una especie de triunfo sobre la tragedia, salió mal, pero crecimos como personas", apunta. "Las investigaciones también han demostrado que la nostalgia contribuye a aumentar la creatividad".

Sin embargo, en muchos entornos laborales es un sentimiento que está mal visto, pues se atribuye la nostalgia a 'quedarse atrapado en el pasado'. Los negocios al fin y al cabo tratan de enfocarse en el futuro y asumir nuevos desafíos, y se considera que esa melancolía es propia de las personas mayores o los que tienen miedo al cambio, algo que no se quiere en un mundo laboral moderno y dinámico.

En muchos entornos laborales la nostalgia está mal vista, pues se atribuye a quedarse atrapado en el pasado y tener miedo a los cambios

Algo más: el hecho de que muchas personas estén trabajando en la actualidad en casa ha reducido las oportunidades de conectarnos con los colegas y compartir momentos pasados. En general, la socialización ha disminuido, y ese es un problema que las empresas deben resolver. Puede ser más difícil establecer lazos con la gente si se convierten en caras en Zoom. Los expertos como Routledge señalan que, quizá, se debe abogar por la creación de algo aún más complicado: la nostalgia por el futuro.

Algunos estudios han intentado inducir la nostalgia en el lugar de trabajo, pidiendo a las personas que relatasen recuerdos, haciéndolas escuchar música, mirando fotografías antiguas u otras actividades. Son tácticas que de una u otra forma pueden adoptarse en las oficinas, incluso cuando se está teletrabajando, animando a los empleados a escuchar canciones en listas de reproducción compartidas o alentándoles a contar historias o recuerdos al principio de alguna reunión.

Pero, insiste el profesor, la nostalgia se trata tanto del futuro como del pasado. Necesitamos inspiración y motivación. Esos recuerdos significativos de tiempos mejores también nos hacen querer conectarnos con los demás y nos aportan confianza para seguir adelante.

La nostalgia es un sentimiento dulce, y generalmente proviene de evocar esos momentos que nunca volverán. Un tiempo perdido que (erróneamente en la mayoría de los casos) se nos antoja que fue mucho mejor que el actual. Por ello, cuando nos vemos con amigos con los que compartimos colegio, universidad o trabajos que abandonamos, solemos acabar contando las mismas 'batallitas' que vivimos una y otra vez.

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