Encuentran una cápsula del tiempo y desvelan una traición de más de 100 años
Tras analizarlo descubrieron que el objeto fue escondido allí en 1918, cuando John Cornfoot Brodie, capataz de las obras, dirigió la construcción de la galería
Cualquiera que de niño haya fabricado una cápsula del tiempo conoce la emoción de pensar en el momento de desenterrarla. Los objetos confinados en ella habrán pasado años en la oscuridad, y volver a verlos traerá inevitablemente recuerdos de otra época, de un momento distinto. Eso, claro está, si somos capaces de recordar dónde la hemos puesto.
El último y sorprendente hallazgo de una cápsula del tiempo se ha dado en la ciudad de Whanganui, una isla Norte de Nueva Zelanda. Mientras realizaban agujeros como parte de una reforma en el techo de la Galería Sarjeant, un trabajador encontró una cápsula de tiempo y logró así develar una incógnita de más de 100 años, recoge '1 News'.
Un obrero metió una mano en un agujero por el que había caído su taladro, pensando tendría que remover escombros. Sin embargo, lo que encontró fue un tesoro, ya que se trataba de una improvisada cápsula del tiempo, recoge 'RT'. Tras analizarlo descubrieron que el objeto fue escondido allí en 1918, cuando John Cornfoot Brodie, capataz de las obras, dirigió la construcción de la galería.
Compelling tale revealed, as 103-year-old time capsule found in wall at Whanganui gallery https://t.co/YTLUPNfqDS pic.twitter.com/9bwztfuC6D
— 1 NEWS (@1NewsNZ) April 29, 2021
En el artefacto se encontraban guardadas fotos, una carta del hijo de Brodie –que luchaba en uno de los frentes de la Primera Guerra Mundial en aquel entonces– y periódicos locales, entre un total de 17 objetos.
Una traición desvelada
En la carta por el propio Brodie se revela quién fue el verdadero diseñador del edificio. El autor de la misiva desacredita a Edmund Anscombe, que afirmó ser el diseñador del edificio, aunque parece ser que no era verdad.
Según la carta, Anscombe se aprovechó de que Donald Hosie, el verdadero arquitecto, se fuese a luchar en Francia y consiguió que su nombre quedara grabado en la primera piedra. "Un joven asesinado en Francia debería tener todo el honor", reza la misiva de Brodie.
El material encontrado en la cápsula de tiempo se expondrá en la Galería Sarjeant. Mientras tanto, los responsables de la galería buscan a los descendientes de Brodie para informarles sobre el hallazgo y la justicia restablecida.
Cualquiera que de niño haya fabricado una cápsula del tiempo conoce la emoción de pensar en el momento de desenterrarla. Los objetos confinados en ella habrán pasado años en la oscuridad, y volver a verlos traerá inevitablemente recuerdos de otra época, de un momento distinto. Eso, claro está, si somos capaces de recordar dónde la hemos puesto.