Las puntuaciones de CI cada vez son más altas: ¿el ser humano es más inteligente que antes?

Aunque la pandemia por coronavirus nos ha demostrado que en todo lo relacionado a epidemias todavía nos queda mucho que aprender, es innegable que cada vez nos acercamos a un futuro más tecnológico y avanzado, lo que podría sugerir sin problemas que cada generación que pasa el ser humano es más inteligente. Y no es una sugerencia tan extraña, pues es algo que se preguntan muchos científicos desde hace tiempo.

No es descabellado, teniendo en cuenta que a lo largo del siglo XX la puntuación media en las pruebas de coeficiente intelectual ha aumentado significativamente, especialmente en Occidente, según informa 'Science Alert'. Este aumento ha sido de alrededor de tres puntos por cada década transcurrida, lo que puede significar que actualmente hay más genios en el planeta que nunca. Recordemos que este tipo de pruebas evalúan la memoria a corto y largo plazo a través de acertijos, para conocer la capacidad que tiene una persona de recordar información.

Las mejoras en la salud, la nutrición, la educación, las condiciones de trabajo y el acceso global a la tecnología pueden tener mucho que ver en el incremento

Este aumento en las puntuaciones del CI y el hecho de que los niveles de inteligencia se incrementen con el tiempo se conoce como el efecto Flynn (llamado así por James Flynn), y se cree que está relacionado con mejoras en la salud, la nutrición, la educación, las condiciones de trabajo y el acceso global a la tecnología. De hecho, en el siglo XIX, la industrialización trajo consigo grandes ciudades superpobladas con problemas de higiene y salud, y muertes prematuras. Las mejoras en vivienda (y, por tanto, en salud), el mayor acceso a la educación y la progresión gradual de trabajos que exigían esfuerzo físico a labores de más exigencia intelectual, aumentaron posteriormente la esperanza de vida.

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Y algunas investigaciones incluso se atreven a aventurar que las personas más inteligentes a menudo viven más tiempo. Estudios en países en vías de desarrollo también respaldan la idea de que un mayor acceso a la educación, la vivienda y la nutrición son factores fundamentales a la hora del aumento del coeficiente intelectual. Y aún más importante, en los últimos años no ha habido informes o estudios que avalen una disminución del rendimiento en las pruebas de CI, ¿se podría asumir por tanto que los humanos en los países desarrollados han alcanzado ya la inteligencia máxima?

Si bien no se ha producido un efecto inverso en los últimos años, un estudio realizado en Noruega sí que descubrió que los nacidos después de 1975 habían sufrido una disminución del coeficiente intelectual, y este había caído alrededor de 0,2 puntos por año. Otros estudios llevados a cabo entre 2005 y 2013 en el Reino Unido, Francia y Suecia también mostraron resultados similares. Algunos apuntan que la razón, difícil de explicar, está relacionado con los cambios en la forma de enseñanza en las escuelas.

Algunas investigaciones incluso se atreven a aventurar que las personas más inteligentes a menudo viven más tiempo

De hecho, en la actualidad, hay muchos métodos de enseñanza que tratan de combinar las habilidades interpersonales y el trabajo en equipo junto con los estímulos para que los estudiantes comprendan las percepciones emocionales de los demás. Este enfoque fomenta un trabajo más capaz, pero quizá pone menos énfasis en las habilidades individuales, que son las requeridas en las pruebas del CI. Quizá eso explique que a nivel general las nuevas generaciones ya no son tan buenas realizando pruebas de coeficiente intelectual. Otras personas también plantean otras explicaciones, como una disminución de ñlos estándares nutricionales o la inmigración, o incluso la tendencia de las personas inteligentes a tener menos hijos.

¿En qué quedamos entonces? ¿Los humanos se están volviendo más inteligentes o no? Es difícil de decir. Las puntuaciones más bajas no son, como hemos visto, una señal clara de que los humanos ahora sean menos inteligentes, sino simplemente de que obtienen puntuaciones más bajas en estas pruebas. Es importante pensar en lo que realmente miden esta clase de pruebas y lo que no, junto con lo que queremos decir exactamente cuando hablamos de inteligencia. Estas pruebas no sirven para medir algunos aspectos fundamentales como la creatividad, la inteligencia emocional, la social o incluso la sabiduría, rasgos fundamentales a la hora de calificar la personalidad de una persona.