Es noticia
¿Te has levantado con el pie izquierdo? Las 5 cosas que debes hacer para mejorarlo
  1. Alma, Corazón, Vida
BIENESTAR Y SALUD

¿Te has levantado con el pie izquierdo? Las 5 cosas que debes hacer para mejorarlo

Aunque no podemos elegir el estado de ánimo con el que nos levantamos, sí que podemos poner de nuestra mano para mejorarlo. Aquí van los consejos para revertir el mal humor o el estrés de la mañana

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

A veces, no se puede elegir el estado de ánimo con el que nos levantamos. Puede que hayas tenido un mal sueño o que directamente no hayas podido pegar ojo por alguna preocupación, pero si hay algo seguro es que el nuevo día va a llegar y posiblemente tengamos que levantarnos y proseguir con la jornada como si nada hubiera pasado. En este sentido, si no has pasado buena noche, te sentirás más cansado o irritado, y sobre todo, tendrás la sensación de que llegas tarde a todo o que el mundo está patas arriba.

Como decíamos, no está en tu mano elegir con qué pie te levantarás, si con el derecho o el izquierdo (como dice el refranero popular), pero por difícil que te parezca hay unas cuantas fórmulas de intentar revertir esta situación y volver a tomar las riendas del día a día. ¿Cómo? Nada tan extraordinario como perseverar en los buenos hábitos y en una serie de aspectos que pueden hacer que esa transición que va desde que sales de la cama hasta que te pones en marcha sea más llevadera y augure buenos presagios para el día que acaba de comenzar. La revista 'The Huffington Post' ha consultado con algunos expertos en bienestar para conocer de cerca cuáles son las prácticas positivas que poner en marcha para sentirte bien a pesar de que creas que todo el universo está en tu contra.

Conecta con un hábito saludable

Lo primero es desarrollar el gusto por alguna práctica relajante y positiva que te ayude a conectar contigo mismo antes de empezar a ponerse en marcha. A muchos les valdrá con salir despedidos de la cama y ponerse a hacer flexiones o algún ejercicio que les espabile, otros preferirán tomarse su tiempo en una ducha de agua caliente y, tal vez los mejores, se contenten con unos minutos de meditación y respiración profunda para hacer frente al nuevo día.

Foto: Foto: Efe.

La clave está en conseguir hacer de forma automática alguna de estas actividades que despiertan y preparan al cuerpo y a la mente, es decir, incorporarlas a la rutina. La constancia solo se consigue mediante el sacrificio, y puede que llegue algún día en el que pienses que es mejor no levantarse de la cama y por tanto no te apetezca hacer nada de esto, pero si logras sortear esa barrera de la pereza, podrás enderezar la mañana. Lo mejor, para no cansarse ni rendirse a la primera de cambio, es ir poco a poco.

Nada de dispositivos electrónicos

"Que no haya ninguna pantalla en tu cuarto", aconseja Allison Task, una 'coach' profesional estadounidense. Aunque es muy probable que uses la alarma del móvil para despertarte y salir de la cama, la experta recomienda no dejarse intoxicar nada más levantarse por el mundo exterior. Y esto, evidentemente, pasa por no abrir el móvil ni contestar a los mensajes que tenemos pendientes nada más abrir los ojos. Así no solo ganarás en tranquilidad y gozarás de menor estrés matutino, sino que también tendrás tiempo para ti y para pensar en el día que te espera. Al final, cada vez que nos levantamos es como si recogiésemos al "yo" que dejamos la noche anterior reposar, por lo que no vendría nada mal tomarse unos minutos para pensar en ti mismo y en lo que quieres o tienes que hacer durante la jornada que arranca.

Habla contigo mismo

Como ya veníamos diciendo en el punto anterior, es importante que reflexiones sobre ti y tu vida para comenzar el día de la mejor forma posible. Evidentemente, hay que hacerlo pero no en demasiada profundidad, pues si te tiras mucho tiempo dialogando contigo mismo no solo aumentarás el estrés que has podido sentir al levantarte, sino que aquello que te preocupa o te genera ansiedad puede ir en aumento.

"Haz una pequeña pausa para valorar que sigues vivo, por muy raro que te suene"

Uno de los consejos más prácticos de Murray Zucker, experto en bienestar, es llamarte a tí mismo con tu nombre. Aunque suene un poco extraño y patológico, puede ser muy útil el hecho de tratarse a uno mismo como si fuera una tercera persona, ya que además de darte ánimos, te hará más consciente de quién eres y de lo que tienes. Este consejo solo es aplicable si el diálogo interno es fructífero y positivo, lógicamente si tienes algún problema de autoestima o un trastorno mental más serio y arraigado es posible que solo te digas cosas malas. Y, en ese caso, lo mejor será que te pongas en manos de un profesional para remediarlo, pues el primer paso para conseguir remontar un día malo es creer en uno mismo.

Y con otra persona especial para ti...

Si te has levantado mal, probablemente lo mejor que puedes hacer es darle los buenos días a una persona especial para ti. Puede ser un miembro de tu familia, tu pareja o simplemente un amigo. El hecho de recibir noticias matutinas de otras personas nos hace reparar en que no estamos solos en este peregrinaje vital repleto de curvas. También puedes cambiarlo por tomar un café con un compañero del trabajo con el que tienes buena relación. Salir a los demás siempre es la mejor opción para intentar olvidarse de uno mismo y de sus propios problemas. Y en caso de que esa otra persona resulte de confianza para ti, poder contarle cómo te sientes o cómo te gustaría sentirte a partir de ahora.

Expresa gratitud

La mejor vacuna contra el mal humor, el cansancio o la angustia matutina es darse cuenta de todo lo que tienes y has conseguido, ya sea por ti mismo o gracias a otras personas. "Haz una pequeña pausa para valorar que sigues vivo, por muy raro que te suene", insiste Task. Tienes que darte cuenta de todas las cosas buenas que posees y por las que has llegado hasta el punto en el que estás. Solo así conseguirás revertir el estado de ánimo y hacer de un día plomizo y aburrido una jornada llena de emociones positivas.

A veces, no se puede elegir el estado de ánimo con el que nos levantamos. Puede que hayas tenido un mal sueño o que directamente no hayas podido pegar ojo por alguna preocupación, pero si hay algo seguro es que el nuevo día va a llegar y posiblemente tengamos que levantarnos y proseguir con la jornada como si nada hubiera pasado. En este sentido, si no has pasado buena noche, te sentirás más cansado o irritado, y sobre todo, tendrás la sensación de que llegas tarde a todo o que el mundo está patas arriba.

Bienestar Meditación
El redactor recomienda