Ganan la lotería porque soñaron con un premio en sus vacaciones

Los responsables de la Lotería Nacional descubrieron hace años una buena fórmula para vender más Lotería de Navidad: adelantar la venta al verano y hacer una campaña destinada a que los veraneantes compraran sus boletos para el sorteo en su lugar de vacaciones. Y lo hicieron con un slogan perfecto para la ocasión: "¿Y si cae aquí?"

En Australia no tienen un sorteo de Navidad como el que hay en España, pero los responsables de la lotería australiana también animan a sus ciudadanos a invertir en la suerte cuando se van de vacaciones. Eso es lo que le pasó a una familia de Bundaberg, una pequeña localidad del este del país, que se fue a pasar unos días a un destino muy popular y decidió probar fortuna.

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Las tres mujeres de esta familia, que quieren permanecer en el anonimato, llevan 25 años veraneando en el mismo lugar. Y una de sus tradiciones es que, cada año, compran algunos boletos de lotería en el mismo sitio. Una especie de apuesta por la misma razón que en España: ¿y si cae aquí? Y ellas, por fin, han tenido la suerte que buscaban: les ha tocado la lotería.

Un premio muy buscado

Dice el refrán que la suertehay que buscarla y eso es, precisamente, lo que esta familia lleva haciendo durante un cuarto de siglo. Siempre que se iban de vacaciones a Hervey Bay, ya fuera un fin de semana o un mes, compraban algunos boletos de lotería. Y después de haber conseguido apenas unos pocos dólares de premio, por fin les ha sonreído la fortuna.

Llevan 25 años veraneando en el mismo lugar y jugando siempre a la lotería

Las ganadoras se alzaron con el primer premioen el Mega Jackpot, por lo que han ganado 200.000 dólares australianos, el equivalente a unos 125.000 euros. Reconocen que no podían creerse la noticia cuando se dieron cuenta de que les había tocado la lotería y achacan su buena suerte a que "creemos que somos buenas".

Tal y como han explicado a The Lott, los responsables de los juegos de azar en Australia, "¡no podíamos creerlo! Nos sentimos muy agradecidas". Se dieron cuenta poco después del sorteo de que eran ganadoras, pero les costó asimilarlo: "Revisé nuestro boleto por internet esa misma anoche y no podía creerlo cuando apareció el mensaje de que habíamos ganado".

Aunque en otras ocasiones habían comprado varios boletos de lotería, esta vez solo se habían hecho con uno, por lo que la suerte fue aún mayor: "Seguí pensando 'no, ¡no puede ser verdad!' ¡Solo compramos un boleto y ganamos 200.000 dólares! ¿Qué locura es esta?" Era la mejor manera de celebrar unas vacaciones después de tanto tiempo confinados.

Un premio para todos

Lo primero que hizo esta familia de ganadoras fue llamar al resto de la familia, aunque no les creían cuando les dieron la noticia: "Estaban convencidos de que era una estafa y no me creían". Pero era verdad: las tres mujeres que llevan años dejando al resto de sus familias en casa para irse unos días juntas pudieron celebrar que les había tocado la lotería de verdad.

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Cuando hablaron con los responsables de los juegos de azar aún no les había dado tiempo a celebrarlo. Sin embargo, tienen claro cómo lo van a hacer: "Definitivamente tendremos que tomar una copa de vino esta noche para celebrar el premio". Después ya llegará el momento de pensar en qué se van a gastar el premio, aunque tienen una idea común.

Las tres mujeres se repartirán el premio a partes iguales, algo más de 42.000 euros para cada una, y reconocen que "todas vamos a utilizar nuestra parte del premio para renovar nuestras casas". Es una de las primeras cosas que suelen hacer los ganadores de lotería: comprar casas nuevas o, en caso de premios no muy altos o repartidos, pagar hipotecas o arreglar sus viviendas.

Piensan utilizar el dinero del premio para reformar sus respectivas casas

A las ganadoras aún les cuesta creerse su fortuna: "Estamos de vacaciones en este momento. Llevamos aquí 25 años y siempre compramos un billete de lotería cuando venimos. ¡No podemos creer que finalmente hayamos ganado!" No solo lo han hecho, sino que han conseguido que esa tradición haya dado sus frutos y les ayuda a redecorar sus respectivas casas.