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Los consejos psicológicos que vemos en redes sociales: ¿buen complemento o mal precedente?
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Los consejos psicológicos que vemos en redes sociales: ¿buen complemento o mal precedente?

Entre la psicología positiva y las 'magufadas', crece el número de contenidos y expertos que prometen resolver los grandes males psicológicos de nuestra era. ¿Qué dicen los profesionales de verdad?

Foto: Foto: iStock.
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De sobra es conocido que redes sociales como Instagram o Tik Tok son espacios virtuales en los que la gente siempre presenta su mejor cara y actúa de manera divertida. Durante la cuarentena, fueron el refugio de muchas personas para socializar al no poder contar con la presencia física de sus conocidos y seres queridos, y sobre todo Tik Tok creció de manera exponencial. Ahora, un año después, las cosas no parecen haber cambiado demasiado en los contenidos de estas plataformas. Salvo un asunto que no es baladí: cada vez se habla más de salud mental.

Ya lo avisaban los expertos en el inicio de la pandemia: a la crisis sanitaria le sucederá una de salud mental, y después de haber pasado tantos meses bajo las restricciones y el estado de alarma, son muchas las personas que sienten más síntomas asociados a trastornos de ansiedad, depresión o en el espectro del TOC. Esto también tiene su reflejo en los contenidos en redes sociales. Lo que en un principio resultó ser una herramienta genial para que muchos profesionales ofrecieran sus servicios y contactaran con sus potenciales pacientes o clientes, del mismo modo puede funcionar como el lugar ideal para que se cuelen farsantes, o al menos consejos y diagnósticos relacionados con la salud mental que en vez de ser prácticos y efectivos pueden llegar a sobredimensionar un caso concreto, creando una alarma y preocupación innecesaria.

"Cuando lo estás pasando mal estás en una posición de vulnerabilidad máxima, y es muy tentador abrir el móvil y buscar consejos"

Por lo menos así sucede en Reino Unido, donde tanto los contenidos como los perfiles relacionados con la terapia psicológica están teniendo un auge sin precedentes. En TikTok, los 'hashtags' #deppressed o #anxiety han alcanzado al menos las cinco millones de visitas, mientras que #therapy cuenta con 2.300 millones de clics. Muchos de los vídeos más vistos tienen titulares del tipo "Signos de que sufres ansiedad galopante" o "Si reúnes estos cinco puntos es posible que tengas depresión", tal y como informa la periodista Michele Theil en la revista 'Women's Health'.

"Muchos de estos vídeos aportan consejos simples, cómo técnicas de respiración o meditación para la ansiedad", observa Theil. "Otros, sin embargo, profundizan en temas más complejos, como por ejemplo afirmar que un comportamiento tan inocuo como no querer limpiar tu habitación es un signo de TDAH". Tal vez un día te levantes más triste o cansado de lo normal y no te apetezca hacer la cama. Si ya solo por eso recurres a uno de estos 'influencers' de la psicología que te dicen que eso puede ser un signo de un trastorno mental y les das credibilidad, lo que a simple vista no es un problema psicológico acaba sobredimensionándose generando una preocupación innecesaria. En este sentido, es como cuando te duele algo y rápidamente corres a buscarlo por Internet: probablemente lo que te pasa es mucho menos de lo que crees.

¿Qué dicen los psicólogos?

Esto no quita para que la difusión de estos vídeos sobre psicología sean positivos, pues la salud mental ha sido y es uno de los grandes tabús de nuestra sociedad: son muchas las personas a las que todavía les cuesta admitir que acuden a terapia porque les da vergüenza o reparo que los demás piensen que tienen algún rasgo de locura. Así lo cree Ángela Aznárez, psicóloga y sexóloga, quien por cierto utiliza mucho estas herramientas para llegar a aquellos que necesitan ayuda o terapia psicológica.

"Es muy fácil que salgan iluminados que quieren venderte 'fórmulas mágicas' o métodos, los psicólogos huimos de esas frases hechas"

"Las redes sociales funcionan de escaparate para los que nos dedicamos a la psicología, y también para divulgar sobre temas muy generales relacionados con ella", admite Aznárez, en una conversación con El Confidencial. "El problema es que muchos, al ver que en las redes sociales todo el mundo puede publicar lo que le dé la gana, se vienen arriba y empiezan a publicar cosas que ellos creen pero que no tienen evidencia. Al ser un formato tan asequible y que no pide ningún tipo de verificación, es muy fácil ganar popularidad en base a publicar contenidos de este tipo".

¿Cuáles son los riesgos que entraña para una persona que cree que tiene un problema psicológico y acaba dando credibilidad a estos mensajes vertidos por parte de personas que se hacen pasar por profesionales? "Cuando lo estás pasando mal estás en una posición de vulnerabilidad máxima, y es muy tentador abrir el móvil y buscar consejos", explica Aznárez. "Es muy fácil que salgan iluminados que quieren venderte 'fórmulas mágicas' o métodos, los psicólogos huimos de esas frases hechas. Si hay algo claro es que en el tema de la salud mental no hay fórmulas mágicas, hay protocolos basados en la evidencia, y esos protocolos hay que individualizarlos. Entonces, la persona que haga caso a la desesperada de esos consejos se arriesgará a todo lo contrario, a que sus síntomas empeoren".

La terapia online y la "psicoeducación"

Por otro lado, habría que distinguir entre lo que se considera como "terapia online" y contenidos de "psicoeducación". La primera exige un tratamiento mucho más cercano, individualizado y profundo del problema, mientras que los segundos son solo el conjunto de 'tips' y consejos que educan en la vida mental sana. Así lo diferencia Mónica Pereira, psicóloga del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid (COP), quien por cierto declara ser mucho "más analógica", delegando la gestión de sus redes sociales en su hermana y socia. "Me parece genial que la psicología llegue a la gente porque eso hace que se pierda el miedo a los problemas mentales", asevera a El Confidencial. "Mi preocupación está en los falsos gurús, 'coaches' o 'acompañantes emocionales' que no han estudiado psicología, sino que se han leído cuatro cosas y creen que pueden salvar el mundo".

"En general, salimos ganando todos al llevar los contenidos de psicoeducación al mayor número de personas, pero hay que estar atentos a los 'posts' o vídeos de psicólogos fraudulentos, que bajo el supuesto paraguas de la psicología positiva, venden felicidad enlatada que no es realista", concluye Pereira. ¿Cómo sabemos de quién nos podemos fiar y de quién no? Aznárez asegura que "si vas a publicar cualquier contenido de salud debes ser transparente e incluir tu formación y carrera de una manera clara", alegando que ella tiene en su biografía de Instagram enlaces a su página web y a LinkedIn, donde vienen acreditados todos sus estudios y méritos.

"La de psicólogo es una profesión que, ya de por sí, siempre ha padecido mucho intrusismo laboral"

Por otro lado, empresas como ifeel se dedican a la atención psicológica online y a la terapia personalizada de sus pacientes con un equipo de psicólogos profesionales bien acreditados, que sin duda pueden sentir cierta inquietud ante este auge de la psicología altruista y 'magufa' que crece día a día en redes sociales. "La de psicólogo es una profesión que, ya de por sí, independientemente de la pandemia o de los tiempos actuales, padece mucho intrusismo laboral", corrobora Rafael San Román, psicólogo de ifeel a este diario.

"Un proceso terapéutico requiere constancia, compromiso, tiempo, dinero y que se construya una relación entre el profesional y el paciente"

"En nuestra compañía somos conscientes de este fenómeno y por eso siempre tratamos de combatirlo trabajando solo con psicólogos de carrera, debidamente colegiados y con experiencia acreditada en diversos campos", prosigue San Román. "No es una cuestión de corporativismo, sino de rigor y ética profesional ante la necesidad de ofrecer a nuestros pacientes un servicio de calidad que les permita llevar a cabo un proceso de terapia en profundidad, no basado en consejos superficiales o lugares comunes".

El psicólogo vuelve a incidir en la enorme diferencia que existe entre "los meros consejos de bienestar mental y emocional" y la terapia psicológica. "Un proceso terapéutico requiere constancia, implicación, compromiso con uno mismo, tiempo, dinero y construir una relación entre el profesional y el paciente", advierte. "Esta industria del contenido que ahonda en la psicología juega y se aprovecha de esto, pero creo que la gente que ha ido a terapia de verdad sabe distinguir la diferencia entre un servicio de profundidad que va al detalle o un ídolo de masas pop".

De sobra es conocido que redes sociales como Instagram o Tik Tok son espacios virtuales en los que la gente siempre presenta su mejor cara y actúa de manera divertida. Durante la cuarentena, fueron el refugio de muchas personas para socializar al no poder contar con la presencia física de sus conocidos y seres queridos, y sobre todo Tik Tok creció de manera exponencial. Ahora, un año después, las cosas no parecen haber cambiado demasiado en los contenidos de estas plataformas. Salvo un asunto que no es baladí: cada vez se habla más de salud mental.

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