Cuando el reflujo y la acidez significan un problema grave de salud

Notar acidez de estómago después de una comida copiosa o a causa de ingerir ciertos alimentos es algo que prácticamente todos hemos sentido alguna vez. En principio, no tiene mayor importancia; el problema viene cuando una molestia como esta, leve pero incómoda, se repite de forma habitual. Es entonces cuando podemos sospechar que se trata de un reflujo gastroesofágico, una enfermedad que, si no se diagnostica y se trata a tiempo, no solo puede condicionar nuestra calidad de vida, sino terminar dañando seriamente nuestra salud.

Lo primero que debemos conocer es la diferencia entre acidez y reflujo, explica la doctora Rocío Temiño, especialista en aparato digestivo del Centro Médico Teknon: “La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) se produce cuando el contenido del estómago se devuelve hacia el esófago, lo que ocasiona síntomas molestos en el paciente. Entre estos síntomas está la acidez, una sensación parecida a un ardor que suele manifestarse por debajo del esternón y que sube hasta la laringe. También puede provocar tos, ronquera, disfonía, dificultad al paso de los alimentos…".

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No es un problema menor, continúa la especialista: "La ERGE es muy prevalente, tanto, que se estima que la sufre entre un 10% y un 20% de la población occidental, y tiene un impacto significativo sobre la calidad de vida relacionada con la salud". No solo eso. A largo plazo, puede terminar complicándose y llegar a malignizarse, como en el caso del esófago de Barrett, asociado a un alto riesgo de cáncer de esófago.

Así pues, nos interesa identificar cuándo esas molestias van más allá de un problema puntual. Si vemos que los episodios de acidez estomacal se producen de forma muy esporádica, o están directamente relacionados con la ingestión de ciertos alimentos, no deberíamos preocuparnos. Sin embargo, si es algo que sucede más de dos o tres veces por semana, sería recomendable acudir a un especialista para que lo evalúe.

¿Cómo se trata?

Si resulta que, efectivamente, se nos diagnostica un reflujo, debemos saber que existen para su tratamiento métodos dietéticos, farmacológicos y quirúrgicos.

• Fármacos: se suele iniciar un tratamiento con inhibidores de la bomba de protones (IBP), como el omeprazol. Y se irá reevaluando su eficacia periódicamente. Sin embargo, apunta la doctora Temiño, "hasta en el 30% de los pacientes con reflujo resultan ser ineficaces o insuficientes”.
• Dieta: en cuanto a nuestra alimentación, la especialista recomienda aumentar la cantidad de alimentos ricos en proteínas, pero con bajo contenido en grasa (como las carnes magras, leche desnatada o queso que no sea curado). Asimismo, son aconsejables alimentos ricos en hidratos de carbono, pero también reducidos en grasas, como el pan, los cereales, la pasta, la patata o el arroz. “Lo que en cualquier caso debería evitarse, siempre en medida de lo posible, es el alcohol, los cafés o tés fuertes, los alimentos muy condimentados, los ácidos (tipo vinagre, cítricos, uvas o tomates) así como las bebidas con gas”, aconseja la experta.

• Cirugía: se reserva para aquellos casos especialmente complicados, que condicionan mucho la calidad de vida del paciente y que no se resuelven ni con dieta ni con tratamiento farmacológico, o cuando el paciente no quiere tomar medicación de por vida. La intervención clásica es la funduplicatura, en la que “el médico envuelve la porción superior del estómago alrededor del esófago, para que, de esta forma, se presione el esfínter esofágico inferior y se prevenga el reflujo”, explica la doctora.

Una cirugía menos invasiva

Hasta hace muy poco tiempo, la forma más habitual de realizar esta intervención era por vía laparoscópica, mediante pequeñas incisiones realizadas en el abdomen a través de las cuales se introducían los instrumentos necesarios para llevar a cabo la funduplicatura. Pero muy recientemente han aparecido técnicas endoscópicas que, a través de la boca, ayudan a cerrar la musculatura entre el esófago y el estómago.

Es el caso de la funduplicatura con el EsophyX-Z 2.0, un procedimiento en el que se crea una nueva válvula antirreflujo sin necesidad de incisiones en el abdomen, ya que se llega al estómago del paciente a través de su esófago. Esta operación “se llevó a cabo por primera vez en España en febrero de 2020 en el Centro Médico Teknon; tras un año de seguimiento, la paciente se encuentra en perfecto estado, y se muestra asintomática sin necesidad de tomar ningún tipo de medicación”, explica la doctora Temiño, quien realizó la intervención junto al doctor Jorge Carlos Espinós, del Instituto de Endoscopia Avanzada Espinós Turró, del Centro Médico Teknon.

Este procedimiento, cuyo uso está avalado por más de 22.000 pacientes en todo el mundo, ofrece unos resultados similares a los conseguidos mediante cirugía laparoscópica, pero con las ventajas inherentes a una intervención endoscópica: un ingreso hospitalario de 24 horas y un posoperatorio cómodo y rápido. Con esta nueva técnica, concluye la doctora Temiño, "podemos ofrecer a nuestros pacientes un tratamiento desde el punto de vista endoscópico con excelentes resultados y perfil de seguridad, y con la ventaja de la ausencia de disfagia o dificultad para tragar, que es una de las complicaciones frecuentes de la cirugía laparoscópica convencional", apunta.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Centro Médico Teknon.