Muere en Filipinas tras saltarse el toque de queda y ser castigado con 300 sentadillas

Varios países de Europa llevan meses con un toque de queda que obliga a la población a no salir de sus casas a partir de una determinada hora, si no es para ir a trabajar o por una urgencia. En caso de saltarse esa norma, las multas pueden ascender a cientos de euros, algo que también sucede fuera del Viejo Continente, pero con castigos muy diferentes.

La polémica se ha desatado en Filipinas, donde un hombre ha muerto después de enfrentarse al castigo físico al que fue obligado por unos soldados. La víctima se llamaba Darren Manaog Peñaredondo, tenía 28 años y habría salido de su casa junto a otras personas para comprar agua y unos refrescos en una tienda de General Trías, una pequeña localidad al sur de Manila, la capital del país, cuando fue sorprendido por una patrulla.

Tal y como ha explicado la hermana de Darren en Facebook, los detenidos tuvieron que enfrentarse a un duro castigo: tenían que hacer 100 sentadillas… coordinados de tal manera que, si uno solo de ellos se equivocaba, todos tendrían que empezar de nuevo. Finalmente, el grupo tuvo que hacer 300 sentadillas y Darren Manaog Peñaredondo no resistió ese esfuerzo físico.

Final trágico

Reichelyn Balce, la novia de Darren, ha explicado al medio filipino Rappler que el esfuerzo físico le provocó un enorme sufrimiento: "Cuando volvió a casa, tuvo que ser ayudado por otro de los hombres que sufrió el castigo porque sentía mucho dolor". Darren no pudo caminar en todo el día, pero más tarde empeoró: "Su cara se puso de color violeta y su corazón dejó de latir".

En una entrevista que recoge Insider, el funcionario Rodolfo Cruz Jr. confirmó que Darren Manaog Peñaredondo había sido detenido y trasladado a dependencias policiales por saltarse el confinamiento. Sin embargo, el jefe de policía de la ciudad de General Trías, el teniente coronel Marlo Nillo Solero, negó que existieran castigos físicos contra la población en Filipinas: "En cambio, llevamos a cabo conferencias".

Por su parte, el alcalde de la ciudad, Antonio Ferrer, ha publicado en su cuenta de Facebook que se están investigando los hechos: "Nos hemos puesto en contacto personalmente con la familia del Sr. Peñaredondo para consolar y ayudar en sus necesidades. Esperamos una claridad inmediata por lo sucedido y dar tranquilidad y voluntad a la familia Peñaredondo".