Los 2 trucos con los que esta mujer adelgazó más de 30 kilos

Kayla Rusiecki tiene 29 años y toda su vida había tenido problemas de obesidad. Sus kilos de más le habían acompañado desde el colegio y habían marcado su personalidad, haciendo que siempre se sintiera peor que el resto de sus compañeros. Sus problemas le afectaron tanto que el día de la fiesta de su graduación prefirió quedarse en casa para no mezclarse con otros chicos.

Esta mujer explica a Women's Health que "siempre sentí que no podía hacer ciertas cosas debido a mi peso, y solo empeoraba a medida que envejecía". Así que decidió usar el alcohol para ahogar sus penas, pero lo único que consiguió fue engordar más. Así pasaron los años en los que trató de poner remedio a sus problemas con diferentes dietas y remedios, pero sin éxito.

Así que decidió que no valía la pena preocuparse y "me escondí debajo de vestidos grandes y alcohol". Los problemas derivados de la obesidad no tardaron en aparecer y en su caso fue la hipertensión. Tuvo que tomar medicamentos entre los 23 y los 25 años, lo que hizo crecer su ansiedad. Por si fuera poco, comenzó a sufrir dolores de cabeza y malestar estomacal a diario.

Cómo adelgazar 30 kilos

Todo cambió después de septiembre de 2017, cuando se fue a vivir con su pareja. Durante los primeros meses reconoce que comía en exceso tanto en casa como fuera y bebía más de la cuenta, pero seis meses después se dieron cuenta de que así no iban a ninguna parte y ambos decidieron dejar el alcohol.

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Aunque reconocen que lo hicieron por razones que no tienen que ver con el peso, lo cierto es que esa decisión fue vital a la hora de comenzar su proceso de adelgazamiento. Fue el primer paso para que su vida cambiara y que su salud no se viera resentida: su talla había vuelto a aumentar y, de esta manera, podía encarar el futuro de una manera más saludable.

Al mismo tiempo, Kayla empezó reducir el tamaño de sus raciones y a comer mejor. Estudió distintos conceptos nutricionales y comenzó a añadir alimentos sanos y equilibrados a su dieta. Y, en un momento dado, dio un paso más y comenzó a escribir un diario sobre su comida. Así se dio cuenta de que debía beber más agua a diario y fue fundamental para adelgazar a largo plazo.

Ahora, su alimentación está basada en verduras y alimentos ricos en proteínas como el pollo o el yogur griego, además de frutos secos y alimentos bajos en calorías. También toma batidos de proteínas para ayudarle en sus entrenamientos y usa muchas especias para dar sabor a sus comidas sin tener que recurrir a las salsas, normalmente más calóricas.

Trucos para perder peso

Kayla reconoce que el otro gran truco para adelgazar ha sido el deporte. Al principio le costaba mucho y estuvo a punto de abandonar, pero no dejó de ir al gimnasio y así fue haciéndose más fuerte "Me di cuenta de que realmente disfrutaba levantando pesas. Continué haciendo entrenamiento de fuerza principalmente y ​​comencé a concentrarme en hacer lo que disfruto. Fue entonces cuando noté los mayores cambios".

Dejar el alcohol y escribir todo lo que come en un libro fue la clave de su éxito

Ahora, en apenas dos años, Kayla ha sido capaz de adelgazar 32 kilos y ha compartido los tres cambios en su vida que le ayudaron a perder peso. Primero, empezó a preparar la comida: "Tenerla lista para llevar en el frigo facilita la elección cuando tengo hambre o voy a tener prisa". Así, cocina muchas verduras al vapor y luego las reparte entre las comidas o como snacks entre horas.

El segundo fue el deporte, pero como siempre le había costado moverse, decidió madrugar para entrenar ya que sabía que no lo haría después del trabajo: "Hacer mi entrenamiento antes de que todos se despierten y antes que nada establece mi tono para el día. Me da tiempo para concentrarme. El subidón de endorfinas no es una broma y lo echo de menos cuando me despierto y no hago ejercicio".

Por último, comenzó a escuchar a su cuerpo. Reducir el tamaño de sus raciones funcionó para adelgazar, pero llegó a aburrirle. Por eso empezó a escribir un diario con sus alimentos y estudió conceptos alimenticios para poder dar a su cuerpo lo que le pedía. Y se dio cuenta de que "lo que puede funcionar para una persona no significa que funcione para ti".