'Tap to tidy', la nueva tendencia que se está haciendo viral

Durante el confinamiento descubrimos que teníamos todo el tiempo del mundo para hacer esas cosas que siempre dejábamos para mañana. De pronto, todo el mundo comenzó a cocinar (pasteles especialmente), intentó aprender nuevos idiomas o realizar cursos, escribió libros, cosió o hizo ejercicio habilitando alguna habitación de la casa. Hubo gente a la que no le apetecía hacer gran cosa debido a la situación, y también es perfectamente comprensible.

Si algo aprendimos durante ese tiempo fueron dos cosas: la importancia de tener una casa ordenada y amplia, debido a que íbamos a pasar mucho tiempo metidos en ella, y lo fundamental que es la higiene. No solo mantenemos todavía nuestras manos impolutas, pues sabemos que los contagios están a la orden del día si no las higienizamos correctamente, sino que también nos encargamos de limpiar nuestro hogar. En aquellos momentos surgieron cientos de artículos que te avisaban sobre cómo debías limpiar en tiempos del covid algunos puntos de la casa especialmente importantes, como el baño o la cocina.

Y esta manera de actuar, ciertamente un poco obsesivo-compulsiva cuando se lleva al extremo, se ha convertido en tendencia en instagram: 'Tap to tidy' (es decir, tocar para ordenar), se ha convertido en un 'challenge' o reto viral en el que los usuarios de distintas redes sociales publican una foto de una habitación desordenada, seguida de una imagen del mismo espacio organizado (el antes y después de toda la vida). Esta tendencia se ha popularizado gracias a la exconcursante de Factor X, Stacey Solomon, que ha publicado un libro recientemente que también se llama 'Tap to tidy: Organizing, crafting & creating happiness in a messy world', y lleva 'documentando' su forma de ordenar la casa desde la cuarentena.

Ahora mismo vivimos en un mundo un poco caótico y no sabemos muy bien cómo será el mañana, necesitamos aportar un poco de orden a nuestras vidas

Desde que Marie Kondo llegó a nuestras vidas, antes de la pandemia, sabemos que a la gente le relaja ver cosas ordenadas. Quizá porque ahora mismo vivimos en un mundo un poco caótico y no sabemos muy bien cómo será el mañana, necesitamos aportar un poco de orden a nuestras vidas. Sea como fuere, después de Solomon, muchas celebridades (y personas anónimas) se han decidido apuntar a este curioso 'challenge'.

Según explica Lauren O'neill en 'Vice', la tendencia 'Tap to tidy' es tan placentera porque los centros de placer de nuestro cerebro se activan al ver a personas con casas más grandes y buenas ideas de almacenamiento. "Pensamos que si otros lo consiguen nosotros también podremos hacerlo. Además, involucra un acto de pulcritud en un mundo como el de ahora, que está yendo de cabeza. También se puede decir que ayuda a las personas porque al hacerlo conectamos los dos únicos espacios que hemos tenido disponibles durante el confinamiento: nuestros hogares e internet. La cuarentena nos ha hecho estar más orgullosos de nuestras casas, y la gente los muestra en redes sociales para lucirse", apunta.

Además, como decíamos al principio del artículo, el tiempo libre e incluso los ERTE han llevado a que muchas personas aprovechasen para remodelar sus casas. No solo eso, la irrupción del coronavirus en nuestras vidas ha puesto patas el mercado inmobiliario, provocando que la demanda se haya ido desplazando del centro de la ciudad hacia las zonas periféricas bien comunicadas, en busca de viviendas de mayor tamaño pero, especialmente, más asequibles.

'Tap to tidy' es suficientemente sencillo como para que cualquiera pueda participar pero a la vez suficientemente complejo como para que se haya escrito un libro al respecto

Además, 'Tap to tidy' es suficientemente sencillo como para que cualquiera pueda participar jugando y aportando su granito de arena, pero a la vez suficientemente complejo como para que se haya escrito un libro al respecto. Es el tipo de tendencia que puedes entender sin tener que formar parte de una subcultura. A todos, en mayor o menor medida, nos preocupa la limpieza de nuestra propia casa porque ahora pasamos mucho tiempo en ella. Y, además, aportar un poco de orden a nuestras vidas nos ayuda a olvidar durante un rato el extraño y complicado mundo en el que vivimos actualmente.