Korey, el perro de terapia que solo pisa el suelo si se pone calcetines

Korey es un perro muy especial. Su dueña se hizo con él hace años por sus problemas con la diabetes, después de que su médico le aconsejara que un perro de terapia podría ser la mejor solución para su enfermedad. Desde entonces, ambos se han hecho inseparables, pero el animal ha sorprendido a su mejor amiga humana con una faceta poco común.

El perro no puede tocar la madera de la casa. Parece un chiste, pero no lo es: cuando Korey tenía que entrar en una determinada habitación o pasar de la alfombra a otra estancia de la casa, se quedaba sentado sin atreverse a moverse, o bien daba un rodeo subiéndose a los sofás, la cama o cualquier cosa que estuviera a su alcance para no tener que tocar el suelo.

Su dueña no podía creerse que su perro de terapia tuviera semejante problema, pero lo solucionó de la mejor manera posible: poniendo calcetines a Korey para que pudiera caminar libremente por la casa. Y lo que era una apuesta arriesgada se convirtió en la fórmula perfecta para que el animal pueda seguirla allá donde va.

Una nariz privilegiada

Korey es capaz de predecir cuándo su dueña va a tener un ataque, gracias a que su nariz es capaz de detectar los cambios que se producen en las hormonas en caso de subida o bajada de azúcar. Así que cuando el perro detecta que se va a producir un cambio en su dueña, comienza a tocar con su nariz en su pierna, alertando de un posible problema.

Su dueña tuvo que comprar una buena colección de calcetines antideslizantes para perros

No solo eso: Korey sabe dónde está la botella de zumo de naranja que su dueña guarda siempre en el mismo sitio y, cuando va a sufrir una alteración del azúcar, se lo lleva rápidamente. Incluso ha despertado a su dueña en mitad de la noche para avisar de que algo no iba bien y le salvó su vida, ya que, sin saberlo, algo no estaba funcionando correctamente en sus pulmones.

Su dueña asegura que Korey es capaz de detectar sus cambios de humor y que siempre está cerca para conseguir una sonrisa. Eso sí, ha tenido que hacerse con una buena colección de calcetines antideslizantes para que su perro de terapia pueda seguirla por toda la casa y no tenga que pisar la madera. Cosas de mascotas.