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¿Hablas muy rápido? Un truco para bajar el ritmo
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¿Hablas muy rápido? Un truco para bajar el ritmo

Hacerlo a mil por hora no es un problema en sí mismo, e incluso puede ser una característica clara de una persona, pero a veces puede entorpecer la dicción o la claridad

Foto: Fuente: Pixabay.
Fuente: Pixabay.

No podemos negar que vivimos en un mundo estresante. Aunque la pandemia por coronavirus nos haya hecho desacelerar un poco y bajar el ritmo, seguimos yendo demasiado rápido. Quizá esa forma de vida, a la que estamos acostumbrados, también se aprecia en nuestro lenguaje. Hablar rápido no es un problema en sí mismo, e incluso puede ser una característica clara de una persona, pero a veces puede entorpecer la dicción o la claridad.

Hay varios motivos por los que una persona puede hablar demasiado rápido: nerviosismo o ansiedad (se aumenta la velocidad para terminar antes su comunicación), quizá lo hacen de forma natural porque fueron condicionados a hacerlo cuando eran pequeños (por ejemplo, un niño con hermanos revoltosos puede sentir presión constante para “hablar rápidamente y de inmediato” con el fin de poder decir algo y así recibir atención), y otras, simplemente, hablan rápido porque piensan a mil por hora y están tratando de mantenerse al día con sus propios pensamientos (lo que comúnmente se conoce como pensar mientras hablar y no pensar antes de hablar).

Si tienes que dar una conferencia, crea pausas: una manera fácil de hacerlo es simplemente detenerse entre puntos clave y preguntarle a los oyentes si tienen alguna cuestión

Por suerte, si lo haces, puedes cambiar. Según informa 'Psychology Today', hay una serie de trucos que pueden servirte para bajar el ritmo y que así se te entienda mejor, sobre todo si tienes que dar conferencias o hablar delante de mucha gente, en lugares en los que se sobreentiende que hay que ser claro.

Controla tu ritmo

Es decir, cuando te des cuenta de que hablar a 'mil por hora', simplemente haz una pausa y reduce la velocidad. Parece difícil, pero funcionará si comienzas a practicarlo. Puedes decirte a ti mismo (o a tu interlocutor): "Estoy hablando demasiado rápido. Déjame ir más despacio".

Que los demás te lo recuerden

Si sabes de sobra que hablar rápido es un hábito tuyo bastante frecuente, es perfectamente normal que las personas a tu alrededor lo sepan. Dales permiso para que te digan si estás hablando demasiado rápido.

Un accesorio: agua embotellada

Un simple 'truco' puede ayudarte a bajar el ritmo: si tienes una botella de agua a tu lado mientras hablas, puedes usarla para beber regularmente y así crear pausas naturales. Esto funciona en toda clase de ámbitos, ya sea que tienes conversaciones, reuniones profesionales, conferencias... eso sí, busca antes dónde está el baño más próximo, porque probablemente lo necesites.

Haz pausas

Si vas a hacer una presentación de pie o a hablar en una reunión de grupo, crea señales en las diapositivas de la presentación o en las notas de la reunión para recordarte que debes hacer una pausa. Una manera fácil de hacerlo es simplemente detenerse entre puntos clave y preguntarle a los oyentes si tienen alguna cuestión.

No podemos negar que vivimos en un mundo estresante. Aunque la pandemia por coronavirus nos haya hecho desacelerar un poco y bajar el ritmo, seguimos yendo demasiado rápido. Quizá esa forma de vida, a la que estamos acostumbrados, también se aprecia en nuestro lenguaje. Hablar rápido no es un problema en sí mismo, e incluso puede ser una característica clara de una persona, pero a veces puede entorpecer la dicción o la claridad.

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