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El Hombre de Marree, el enigma del geoglifo más grande del mundo: ¿quién lo hizo?
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APARECIÓ EN 1998 EN AUSTRALIA

El Hombre de Marree, el enigma del geoglifo más grande del mundo: ¿quién lo hizo?

En mitad de la nada, una impresionante figura de 4,2 kilómetros de altura, 28 kilómetros de contorno y una profundidad 35 centímetros apareció de repente. Aún se desconoce su autor

Foto: El misterioso Hombre de Marree, en una imagen tomada por la NASA. (NASA)
El misterioso Hombre de Marree, en una imagen tomada por la NASA. (NASA)

Los geoglifos son algunas de las construcciones más místicas y, a la vez, más misteriosas que podemos encontrar en el planeta. Se trata de impresionantes figuras dibujadas con increíble precisión en las laderas de cerros o en planicies que ofrecen figuras geométricamente perfectas y que tienen cientos de años encima sin que nadie sepa quién las dibujó ni por qué las hizo. Y, aún más importante, con qué técnica se pudo alcanzar tal perfección tantos años atrás. Cuando pensamos en geoglifos, nuestra cabeza se dirige inmediatamente a Nazca, pero el más grande del mundo está a miles de kilómetros de distancia: es el Hombre de Marree.

Todo comenzó el 12 de junio de 1998. Aquel día, Trevor Wright se encontraba sobrevolando el desierto de Phoenix Springs, ubicado a 60 kilómetros al oeste del municipio de Marree, en el centro de Australia del Sur. Mientras sobrevolaba la zona, de repente, le pareció observar en tierra algo extraño: cuando empezó a prestar atención, descubrió que lo que sus ojos estaban viendo era una enorme figura antropomorfa con una especie de lanza en la mano. Sin saberlo, acababa de descubrir al Hombre de Marree, el geoglifo más grande del mundo hasta la fecha.

Foto: Así es una de las figuras antropomórficas de Nazca. (Universidad de Yagamata)

Pronto, Wright avisó a las autoridades de lo que había encontrado con su helicóptero, por lo que se dirigieron hasta la zona para comprobar si era cierto lo que el piloto les estaba explicando. Cuál fue su sorpresa cuando, al llegar, no vieron absolutamente nada de lo que Wright afirmaba haber visto. Así, se vieron obligados a tomar otro helicóptero para poder comprobarlo desde el cielo, pues desde el suelo no se distinguía absolutamente nada. Y, efectivamente, el piloto no mentía: allí, en mitad de la nada, había un enorme hombre dibujado en el suelo.

Solo unos días después, la noticia corrió como la pólvora entre la prensa local. Si las líneas de Nazca ya eran increíblemente misteriosas y habían provocado que expertos de todo tipo las investigaran y estudiaran a lo largo de los años para tratar de descubrir de qué se trataba, aún lo era mucho más ese Hombre de Marree. De la noche a la mañana, había parecido un enorme hombre pintado en mitad de la nada: ¿quién lo había hecho y por qué razón? Para tratar de datarlo, las autoridades australianas trataron de encontrar una imagen de satélite anterior a aquel 12 de junio de 1998; cuando hallaron una del 27 de mayo de ese mismo año, la sorpresa fue evidente: aquel hombre no estaba dibujado. Poco después, incluso la NASA llegó a tomar una imagen del dibujo desde el espacio.

placeholder Primera imagen del Hombre de Marree, tomada en 1998. (CC/Wikimedia Commons)
Primera imagen del Hombre de Marree, tomada en 1998. (CC/Wikimedia Commons)

Así, el Hombre de Marree fue dibujado entre el 27 de mayo y el 12 de junio de 1998. Ahora, solo quedaba saber el autor y su motivación. Curiosamente, al conocerse la noticia, de manera misteriosa empezaron a llegar comunicados de prensa anónimos que sugerían que el Hombre de Marree había sido creado por un artista norteamericano. ¿La razón? Debido a que en dichos escritos aparecían ortografía y referencias norteamericanas. Solo unos meses después, alguien que paseaba por la zona se encontró con una botella que tenía grabada la bandera americana y, por si era poco, en enero de 1999 llegó un fax a varios funcionarios australianos en el que se explicaba que había una placa enterrada a cinco metros de la nariz de la figura.

Cual fue la sorpresa cuando llegaron las autoridades y, efectivamente, aquello estaba ahí: una placa con una huella de los anillos olímpicos, una bandera de Estados Unidos y la siguiente frase: "En honor a la tierra que una vez conocieron. Sus logros en estas búsquedas son extraordinarios; una fuente constante de asombro y admiración". Una cita que pertenece al libro 'The Red Center', de Hedley H. Finlayson, escrito en 1946. Curiosamente, el texto trata sobre la tribu Pitjantjatjara, que destaca por ser expertos cazadores de 'wallabies' con lanzas arrojadizas, precisamente la imagen que evoca el Hombre de Marree.

Un enigma sin solución

El Hombre de Marree apareció concretamente en una zona que pertenece al pueblo indígena arabana, por lo que no se trata de una zona de libre acceso. Sin embargo, se descartó por completo que los habitantes locales fueran los 'creadores' de la figura, pues se quejaron amargamente de haber sufrido la profanación de un terreno que consideran sagrado. Es cierto que con el paso de los años esta opinión ha cambiado y que, a día de hoy, lo consideran como un elemento fundamental de su cultura, pero, hace más de tres décadas, haber encontrado a alguien realizando este dibujo podría haber tenido consecuencias fatales.

A pesar de que se han llevado diferentes investigaciones para tratar de entender quién y por qué realizó este increíble geoglifo, lo cierto es que no ha habido resultados concluyentes. Con 4,2 kilómetros de altura, 28 kilómetros de contorno y una profundidad 35 centímetros, lo que los expertos sugieren es que se trata de un trabajo profesional y que, sea quien sea el autor, trataba de reivindicar a través del arte la importancia de las tribus locales y del cuidado de las zonas protegidas de Australia, contra la industrialización de lo rural, que está acabando con la verdadera esencia de los lugares misteriosos del planeta.

De hecho, el propio Gobierno de Australia anunció públicamente que quería conocer quién era el autor y que no emprendería ningún procedimiento legal contra él, pues consideraba que se había convertido en parte intrínseca y fundamental de la cultura local. De igual manera, varios grupos de investigadores llegaron incluso a ofrecer 5.000 euros por cualquier pista que condujera al creador, pero tampoco hubo respuesta en respuesta al respecto. A día de hoy, quien creó el geoglifo más grande de la Tierra sigue siendo todo un misterio. El Hombre de Marree, una gigantesca imagen cuyo origen es uno de los grandes enigmas del planeta.

Los geoglifos son algunas de las construcciones más místicas y, a la vez, más misteriosas que podemos encontrar en el planeta. Se trata de impresionantes figuras dibujadas con increíble precisión en las laderas de cerros o en planicies que ofrecen figuras geométricamente perfectas y que tienen cientos de años encima sin que nadie sepa quién las dibujó ni por qué las hizo. Y, aún más importante, con qué técnica se pudo alcanzar tal perfección tantos años atrás. Cuando pensamos en geoglifos, nuestra cabeza se dirige inmediatamente a Nazca, pero el más grande del mundo está a miles de kilómetros de distancia: es el Hombre de Marree.

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