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¿Qué es el 'ghosting' laboral y cómo evitarlo?
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¿Qué es el 'ghosting' laboral y cómo evitarlo?

No solo sucede en las relaciones amorosas, cada vez son más las personas que desaparecen de su trabajo de pronto y sin dejar rastro. ¿Por qué sucede y cómo afecta?

Foto: Fuente: iStock.
Fuente: iStock.

Hace pocos años se puso de moda un término proveniente del inglés, que explicaba una práctica cada vez más común que suele darse principalmente en algunas parejas que están conociéndose: el 'ghosting'. La palabra viene a explicar una situación que, desgraciadamente, han vivido muchas personas. Tras quedar varias veces y estar aparentemente ilusionados, uno de los dos miembros de la pareja que se está formando decide lanzar una bomba de humo y desaparecer para siempre de la vida de la otra persona sin dar ninguna explicación. No responde a las llamadas ni a los mensajes, y la otra parte, con el corazón roto, tiene que conformarse con pensar que no ha muerto en un terrible accidente de avión y que solamente no contesta porque no ha sabido decir adiós de forma valiente.

La prensa comenzó a hacerse eco de la palabra en 2015, cuando la separación de Charlize Theron y Sean Penn salió a la luz y, aparentemente, la actriz sudafricana había decidido dejar de responder a los mensajes y las llamadas del que hasta entonces había sido su pareja. En este mundo precipitado en el que nos ha tocado vivir, donde muchas personas no tienen tiempo para conocer a nadie en profundidad, se opta por decir adiós de esta manera, un tanto dramática pero quizá más cómoda para el que se va. No hay que dar explicaciones, simplemente bloquear un número de teléfono y huir a otro lugar aparentemente mejor.

El trabajador fantasma

El ghosting no solo se da en el plano amoroso, sino que está comenzando a ser una práctica común también en el mundo laboral. El trabajador desaparece de un día para otro y no vuelve a contestar a las llamadas o incluso mensajes por correo electrónico. Simplemente, se ha esfumado de la Tierra. Generalmente suele suceder los primeros días o semanas en las que dicha persona ha sido contratada, aunque también puede darse durante un proceso de selección: no acude a la entrevista y tampoco avisa de que no va a ir. O quizá es contratado pero no aparece el primer día de trabajo.

Por supuesto, esta clase de conductas que denotan inmadurez y falta de profesionalidad por parte de los individuos, le salen caras a las empresas que deciden apostar por esa persona en concreto. De nuevo debe ponerse en marcha para buscar otro candidato, reestructurar y reasignar las tareas pendientes que pertenecían a esa persona, dar de baja el contrato y, además, en algunas ocasiones el empleado fantasma ni siquiera devuelve el material que previamente se le prestó para realizar su trabajo.

Esta conducta inmadura y poco profesional le sale cara a la empresa, que había decidido apostar por esa persona en concreto

"Los casos de ghosting laboral se dan mucho más de lo que parece" explica Maria Senra, responsable de Recursos Humanos, "sobre todo al principio, gente que no aparece el día de su incorporación o que desaparece a los pocos días de entrar a trabajar. Para la empresa es muy perjudicial, por supuesto, pues tienes que volver a iniciar el proceso de selección, la gestión que ya tenías hecha, contabas con ella quizá para una sucursal y no está, así que tienes que mover a otra persona...".

Foto: Ghosting. Foto: Pixabay

¿Por qué los empleados deciden marcharse sin rendir cuentas? Algunos aseguran que en muchas ocasiones tienen miedo a enfrentarse a un superior y tampoco saben cómo decir que se marchan. Otros explican que suelen ser personas que se encuentran en mercados laborales donde la tasa de desempleo es baja, por lo que no tienen miedo a cambiar de trabajo o encontrar algo mejor. En algunas ocasiones también se produce porque las ofertas de empleo no son transparentes y cuando finalmente acuden al trabajo el primer día descubren que poco tiene que ver con lo que se les prometió.

"Estas personas tienen un estilo evitativo de comportamiento. Es muy fácil dejar a la empresa tirada, pero más perjudicial: entras en la lista negra y olvídate de recibir referencias"

"Estas personas tienen, en términos psicológicos, un estilo evitativo del comportamiento", indica María Senra. "En vez de afrontar situaciones desagradables deciden escapar de ellas. No se enfrentan a los problemas, los evitan y hacen como si no hubieran pasado. Es más cómodo desaparecer que llamar a la empresa a dar la cara (igual que sucede en el plano amoroso, donde tienes que dar explicaciones a tu pareja). Obviamente no es agradable dejar a una empresa tirada, pero es infinitamente peor porque el día de mañana esa empresa no contará contigo y ya estarás en la lista negra, jamás podrás recibir referencias. Es una cosa que además dejas sin hacer, por lo que psicológicamente tampoco es bueno, no eres capaz de afrontar sucesos desagradables y la vida consiste en eso, al fin y al cabo".

Las empresas pueden evitar que se produzcan estos comportamientos llevando a cabo algunas medidas: mejorar las relaciones con los candidatos, haciéndolas más cercanas, no mentir o 'disfrazar' las ofertas de empleo, siendo más transparentes e intentar contactar con el candidato o trabajador de manera bilateral (es decir, que él también pueda acceder a la empresa de alguna manera) y mediante varios canales, más allá de un teléfono o un mail. Todo son buenas medidas para afrontar uno de los males de esta época, que a la larga repercute negativamente no solo en la empresa que confió en la persona, sino también en el trabajador.

Hace pocos años se puso de moda un término proveniente del inglés, que explicaba una práctica cada vez más común que suele darse principalmente en algunas parejas que están conociéndose: el 'ghosting'. La palabra viene a explicar una situación que, desgraciadamente, han vivido muchas personas. Tras quedar varias veces y estar aparentemente ilusionados, uno de los dos miembros de la pareja que se está formando decide lanzar una bomba de humo y desaparecer para siempre de la vida de la otra persona sin dar ninguna explicación. No responde a las llamadas ni a los mensajes, y la otra parte, con el corazón roto, tiene que conformarse con pensar que no ha muerto en un terrible accidente de avión y que solamente no contesta porque no ha sabido decir adiós de forma valiente.

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