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Una anciana muere por coronavirus en Galicia y reaparece viva después de su entierro
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SU FAMILIA ENTERRÓ A OTRA MUJER

Una anciana muere por coronavirus en Galicia y reaparece viva después de su entierro

Un error de identificación en el centro al que fue trasladada para su recuperación propicia una situación surrealista tras su regreso

Foto: La residencia San Bartolomeu, donde residían ambas ancianas. (Fundación San Rosendo)
La residencia San Bartolomeu, donde residían ambas ancianas. (Fundación San Rosendo)

Rogelia Blanco vivía junto a su esposo Ramón en la residencia de mayores de San Bartolomeu, en Xove, una pequeña localidad de la provincia de Lugo. A finales de diciembre, ese centro sufrió un brote de coronavirus que provocó que 14 ancianos fueran trasladados hasta otra residencia medicalizada de Pereiro de Aguiar, en Ourense, de tal manera que no contagiaran a aquellos mayores con los que convivían y que no se habían infectado.

Rogelia fue trasladada en una ambulancia junto a Concepción Arias, otra de las mujeres que dio positivo en Xove. La mala suerte quiso que la ambulancia que las llevaba a su destino sufriera un accidente, aunque finalmente las dos ancianas pudieron llegar a su destino el pasado 30 de diciembre. Desde entonces, ambas trataron de recuperarse del coronavirus en una de las plantas que la residencia gestionada por la Fundación San Rosendo tiene dedicada al covid-19 en su centro de Os Gozos de Pereiro de Aguiar.

Foto: Elizabeth Kerr y Simon O'Brien, junto a la enfermera que fue testigo del enlace (Reuters/Toby Melville)

Rogelia y Concepción, conocida como Conchita, compartieron habitación en su nuevo destino, pero ambas sufrieron desenlaces distintos. El pasado 13 de enero, la Fundación San Rosendo comunicaba el fallecimiento de Rogelia Blanco a sus familiares, entre ellos su esposo, que la esperaba en su residencia de Xove al no haberse contagiado durante el brote. Los protocolos de coronavirus hicieron que la familia no pudiera despedirse de Rogelia viendo su cuerpo.

Un error de identificación

La sorpresa saltaba este sábado 23 de enero, cuando Rogelia Blanco volvía sana y salva a Xove, donde se reencontraba con su marido. El 'shock' que sufrió el hombre, así como los trabajadores del centro, fue enorme, ya que se había comunicado su muerte 10 días antes. Pero lo cierto es que la fallecida no había sido Rogelia, sino Conchita, su compañera de habitación.

placeholder El brote se produjo antes de que llegaran las vacunas. (EFE/Quique García)
El brote se produjo antes de que llegaran las vacunas. (EFE/Quique García)

En un comunicado de la Fundación San Rosendo que recoge 'El Progreso', "entre las personas mayores trasladadas se encontraban dos mujeres que tenían asignada la misma habitación. Un error de identificación durante el proceso de traslado desde Xove a Pereiro de Aguiar propició que el 13 de enero se certificase el fallecimiento de una de ellas, aunque equivocadamente se le asignó la identidad de su compañera".

Ahora, la familia de Rogelia trata de digerir que la mujer a la que lloraron y enterraron 10 días atrás no es su ser querido. Mientras, el hermano de Conchita denuncia que llamó varias veces para interesarse por el estado de su hermana y que le dijeron que se estaba recuperando, cuando llevaba días fallecida.

Os Gozos, que fue intervenida por la Xunta en octubre, reconoce un error puntual

El centro de Os Gozos de la Fundación San Rosendo, donde se cometió el trágico error, fue uno de los primeros en ser intervenidos por la Xunta de Galicia durante la segunda ola de pandemia en octubre, después de que aparecieran más de 50 casos positivos entre sus residentes y trabajadores.

Desde la fundación señalan que se trata de un caso puntual y aseguran que han "reforzado las medidas de control y seguimiento de los usuarios que se trasladen de una residencia a otra". Además, han incorporado "una identificación más visual para las personas mayores cuando son trasladadas de un centro a otro" para garantizar su seguimiento.

Rogelia Blanco vivía junto a su esposo Ramón en la residencia de mayores de San Bartolomeu, en Xove, una pequeña localidad de la provincia de Lugo. A finales de diciembre, ese centro sufrió un brote de coronavirus que provocó que 14 ancianos fueran trasladados hasta otra residencia medicalizada de Pereiro de Aguiar, en Ourense, de tal manera que no contagiaran a aquellos mayores con los que convivían y que no se habían infectado.

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