El 80% de los españoles usaría mascarilla tras la pandemia

La mascarilla ha traído una protección extra frente a otras infecciones, no solo el covid-19, y gobiernos como el de Cantabria estudian implantar su uso en próximas campañas contra la gripe, ya que esta enfermedad ha sido mucho más benigna este año. También los pediatras aseguran que sus consultas se han vaciado de otras enfermedades respiratorias típicas del invierno, como el virus respiratorio sincitial (VRS).

El uso de mascarillas es frecuente en otras regiones del mundo antes del coronavirus y sus ventajas empiezan a extenderse también entre la población española. Según la Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anefp), el 80% de los españoles se la seguirán poniendo después de que acabe la pandemia. El mismo porcentaje de la población seguirá usando también geles desinfectantes.

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El Confidencial

La Anefp ha encuestado a más de 5.000 personas durante los meses de noviembre y diciembre, como recoge Redacción Médica. La mayoría aplaude el uso de la mascarilla en el transporte público (un 92,9%) y en el trabajo (un 84,7%). Sin embargo, se relaja su uso en reuniones familiares (solo un 61,4% reconoce llevarla) y en reuniones con amigos (un 69,6%).

¿Ha llegado para quedarse?

La gripe causa en un año "normal" (léase antes del covid-19) miles de muertos en España. La bronquiolitis satura las urgencias de pediatría durante los meses de invierno. No solo la mascarilla ha permitido su desplome, también está detrás el distanciamiento social, las medidas de higiene y que los padres empiezan a concienciarse de que no hay que enviar a sus hijos al colegio con síntomas.

Salvador Illa ya declaró la conveniencia de usar mascarillas en determinados lugares cuando acabe la pandemia, como el médico o los supermercados. Sin embargo, el uso de estos accesorios también tiene un impacto económico y medioambiental muy importante. Según un estudio de WWF (el Fondo Mundial para la Naturaleza), el 1% de las mascarillas se desechan mal. Si no cambia nuestra manera de gestionar estos residuos, podríamos enfrentarnos a 10 millones de mascarillas al mes contaminando el medio ambiente.

No solo el uso de las mascarillas parece afianzarse. El 68% de los encuestados por la Anefp cree que la higiene de manos será un hábito que debería quedarse instaurado. También el 35% asegura que mantendrá preferentemente sus reuniones en espacios abiertos y el 34,1% que seguirá desinfectando los objetos y ventilando con frecuencia los espacios cerrados. Además, un 45,5% afirma que ha descubierto la importancia de cuidarse y seguirá haciendo ejercicio físico en casa, como empezó a realizar en el confinamiento.