Los ladrones con peor suerte del mundo: llaman a la policía al entrar en una casa

A finales de 2018 conocimos a un grupo de ladrones que fueron calificados rápidamente como los peores en su oficio en toda Bélgica: quedaron con un comerciante para robarle y que les diera el dinero que hubiera recaudado en el día poco antes de cerrar, sin sospechar que el hombre iba a llamar a la policía y, por tanto, les iban a estar esperando.

Ahora, hemos conocido a otro grupo de ladrones que van a formar parte de las listas de éxitos de los malos cacos, aunque en su caso se debe a la mala fortuna. Tal y como publica LadBible, los hechos sucedieron este miércoles 6 de enero en el condado de Staffordshire, en el Reino Unido, y acabó con los ladrones detenidos.

John Owen, oficial de la policía de Staffordshire, publicó en su perfil de Twitter que los ladrones estaban intentando entrar en una casa cuando, sin querer, pulsaron la tecla de emergencia de su teléfono móvil. Eso hizo que el teléfono marcara el número de urgencias y los policías que cogieron la llamada pudieran escuchar en directo a los cacos, sin que estos se dieran cuenta de nada.

Detenidos inmediatamente

El policía comparó a los delincuentes con los ladrones de la película 'Solo en casa' y su tuit se volvió viral rápidamente: "Creo que acabamos de arrestar a los ladrones más desafortunados del mundo. Mientras cometían un robo, uno de los torpes ladrones se sentó accidentalmente en su teléfono y marcó el 999 (el número de emergencias)".

Los policías pudieron escuchar por teléfono cómo sus compañeros detenían a los ladrones

Owen explica que "recibimos una llamada detallando todas sus payasadas hasta el punto de que pudimos escuchar a nuestras patrullas llegar y cómo eran arrestados". Uno de los usuarios de las redes sociales preguntó al policía si los ladroneshabían llegado a decir dónde se encontraban, pero fue otro tuitero quien respondió que la policía habría rastreado la llamada.

La policía de Staffordshire confirmó el arresto de dos personas, dos hombres de 42 y 29 años respectivamente, después de "responder a una llamada telefónica sospechosa a las 9.10 de la noche del miércoles 6 de enero". Los dos detenidos están acusados de robo y "permanecen bajo custodia". Para ellos no fue un buen día de Reyes.