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Cuando los roles de género se refuerzan por Navidad: "Coges las vacaciones para poder cuidar y criar"
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Una mirada crítica a las tradiciones

Cuando los roles de género se refuerzan por Navidad: "Coges las vacaciones para poder cuidar y criar"

El último barómetro del CIS muestra cómo se refleja este estereotipo de mujer-cuidadora, mientras que las actividades de ocio son disfrutadas por una mayoría de hombres

Foto: Película White Christmas (1954)
Película White Christmas (1954)

Las costumbres son fuertes, tan fuertes que ni una pandemia mundial ha conseguido poner freno a la tradición invernal por excelencia: la Navidad, que se ha acercado vertiginosamente como una enorme ola deseando entrar por la chimenea.

Esta ola trae enmarañadas en su festiva espuma reuniones que convocar, menús que cocinar y degustar, hijos e hijas de vacaciones a quienes cuidar, catálogos de juguetes para observar y tomar nota, adornos por poner y quitar, regalos que comprar y envolver, mesas que servir, vajillas que fregar. Pero… ¿empujan con la misma fuerza las responsabilidades navideñas a todos los receptores del tsunami? ¿o los estereotipos de género aumentan la energía con la que esa ola impacta en las mujeres? ¿será el golpe más fuerte este año debido al covid-19?

Lejos de abrir una brecha entre sexos, una mirada a estas fechas a través de la perspectiva de género ayuda a adquirir conciencia sobre las expectativas que se ponen en hombres y mujeres y permite ver, con mayor claridad, las posibles injusticias que deriven de las tradiciones para reducir, en última instancia, el camino existente entre el rol masculino y el femenino.

"El problema viene cuando realmente eres consciente de que no es del todo justo, de que unas personas están trabajando y otras no".

A tavés de esta mirada, la Concejalía de Igualdad y Mujer del Ayuntamiento de Elda (Alicante) ha puesto en marcha una iniciativa llamada Pon Igualdad a la Navidad que sirve como guía para las personas adultas a la hora de elegir los juguetes que este año reposarán bajo el árbol. No es la primera vez que surge una propuesta de estas características;en el año 2018, Christina Werckmeister, especialista en igualdad de género, creó su propio Plan de Igualdad Navideño (PIN), una guía práctica con toques de humor para que cada familia pueda analizar su situación y establecer acciones de mejora ya que, tal y como comenta, "cuando se propone un plan de igualdad, la respuesta normalmente es que no hace falta pero, cuando empiezas a analizar las estadísticas y los datos, realmente salen cosas que se pueden corregir".

Estereotipos de género

Pero, ¿qué es el género? La Concejalía de Igualdad y Mujer de Elda lo define de la siguiente manera: "El género es una construcción social y cultural. Desde la infancia se nos atribuyen determinadas características afectivas, psíquicas, culturales, sociales, de actitud y de comportamiento que se implementan a través de normas que dicta la sociedad sobre el comportamiento esperado y deseable según seas hombre o mujer" y añade que los estereotipos masculinos se relacionan con dinamismo, eficacia, valentía, racionalidad, agresividad, objetividad, afectividad poco definida, independencia, franqueza, amor al riesgo y estabilidad emocional; mientras que los estereotipos femeninos engloban pasividad, incoherencia, miedo, irracionalidad, debilidad, subjetividad, afectividad muy marcada, dependencia, frivolidad, miedo e inestabilidad emocional.

Werckmeister añade que, dentro de las festividades navideñas (partiendo de la división tradicional), el papel del hombre, como ganador del pan y protector de la familia, se materializa en que ellos serán quienes presidan la mesa, hagan los honores, corten el jamón... mientras que la mujer (de nuevo, partiendo de la división tradicional) ejerce el rol de administradora de la casa y responsable de que todo vaya bien. Especifica que muchas mujeres se divertirán también, ya que los roles tradicionales, en ocasiones, están tan asumidos que incluso se disfrutan, pero que la fricción llega cuando se producen jerarquías de poder que hacen que algunas actividades parezcan menos importantes que otras. "El problema viene cuando te sobrepasa o cuando realmente eres consciente de que no es del todo justo, de que unas personas están trabajando y otras no".

"Es muy gracioso cuando decimos que levanten la mano los padres y las madres que se sepan la talla de zapato de sus hijos".

Y, ¿a partir de qué momento se ven pronunciados estos estereotipos? Laura Baena, fundadora del Club de Malasmadres, lo tiene muy claro: "Cuando llegan la maternidad y la paternidad se destapan los roles tradicionales y es cuando nos vemos totalmente afectadas por la desigualdad en todos los niveles". Baena comparte una anécdota de sus talleres: "Es muy gracioso cuando decimos que levanten la mano los padres y las madres que se sepan la talla de zapato de sus hijos, pues evidentemente los estereotipos se cumplen a cada paso, lo saben las madres", sentencia, en entrevista con El Confidencial.

Con respecto a los estereotipos y la Navidad, Baena comenta que, siguiendo la línea del resto del año en la que los padres realizan tareas relacionadas con el juego o el ocio, que tienen un inicio y un fin (promovidas en muchos casos para que la mujer adelante tareas del hogar), en estas fechas "serán ellos los que lleven a los niños y niñas a ver la función de turno o el espectáculo que hay en la calle"; aunque Baena, defensora de la importancia de los autocuidados y de los momentos de soledad, confiesa que para las "malasmadres" de la comunidad el hecho de que ellos salgan con los hijos y las hijas es una liberación.

Estos roles tradicionales acompañan desde la infancia; se puede comprobar echando un vistazo a los catálogos de juguetes que, aunque a medida que han ido pasando los años se han vuelto menos explícitos, siguen siendo contenedores y portadores de los estereotipos que se asignan a cada sexo. ¿Cuál es el que más se reproduce en el caso de las niñas? El estereotipo de cuidadora. Una rápida ojeada a la página de Toys 'R' Us aporta información al respecto: allí se encuentra una categoría llamada "Bebés y Mamás" (que elimina al padre de la ecuación) y un catálogo donde se feminizan los cuidados:

placeholder Catálogo del año 2020 de Toys 'R' Us.
Catálogo del año 2020 de Toys 'R' Us.

El último barómetro publicado por el CIS donde se pregunta explícitamente sobre las costumbres en Navidad, se puede observar cómo se refleja este estereotipo de mujer-cuidadora, siendo mayoría de ellas las que realizan las labores de hacer donativos o ayudar a personas necesitadas (51,6% de mujeres vs. 41,2% de hombres), hacer compras para las navidades (85,3% de mujeres vs. 80% de hombres), poner un belén o nacimiento (54,2% de mujeres vs. 45,4 de hombres) o poner el árbol y/u otros adornos navideños (71,2% de mujeres vs. 65,2% de hombres).

En el otro lado de la balanza, los datos revelan que las actividades de ocio son disfrutadas por una mayoría de hombres: visitar a parientes y/o amigos que viven fuera (38,7% de hombres vs. 33% de mujeres), quedar con amigos/ as o compañeros/ as de trabajo o estudios (74,5% de hombres vs. 60,3% de mujeres), ir a alguna celebración o fiesta de fin de año (40,3% de hombres vs. 31% de mujeres) o viajar o salir algunos días por ocio (22,9% de hombres vs. 16,8% de mujeres).

La libre elección y la culpa

Se habla de libre elección cuando no existe una penalización de ningún tipo por tomar una decisión u otra y, en determinados aspectos de la vida de las mujeres, se considera más un mito que una realidad (por ejemplo, ¿una joven se depila las axilas porque quiere o porque existe una valoración social negativa por no hacerlo?). Cuenta Werckmeister que el mito de la libre elección tiene que ver directamente con los estereotipos y duda sobre la posibilidad de que las familias se reúnan antes de Navidades y digan: "Bueno, pues este año vamos a repartir los papeles, ¿quién elige hacer la comida?". La especialista en igualdad de género señala, en conversación con este diario, que una de las consecuencias de salirse del guión es el sentimiento de culpa que, en el caso de las mujeres, es muy típico en todas las esferas cuando no cumplen sus roles tradicionales.

"Siempre vas a tener la eterna pregunta de con quién están tus hijos y si no te sientes mal por ello".

Y en Navidad, ¿dónde se encuentran esos roles? Un ejemplo se puede encontrar en una iglesia situada en la zona de Cuzco (Madrid), donde el cuarto domingo de adviento el párroco comunicaba a los feligreses y las feligresas que la Misa del Gallo de este año, debido al toque de queda, se realizaría a las 19:00 y, dirigiéndose en particular a las amas de casa, matizaba que no se preocupasen por la cena, ya que siendo a esa hora tendrían tiempo de prepararla. Otro ejemplo anecdótico, el del anuncio del clásico Caldo de Navidad Aneto... ¿quién está cocinando y poniendo la mesa?

Rompiendo esos roles tradicionales y, con ellos, el sentimiento de culpa, Baena señala que las "malasmadres" cada vez se quitan más los tabúes y reivindican más su espacio propio y su tiempo de ocio. Afirma que a ella siempre se le ha preguntado con quién estaban sus hijas cuando se encontraba fuera de la esfera doméstica, pero que a un hombre, que sale a tomarse la copa de Navidad con sus amigos y a disfrutar del ocio, no se le va a preguntar con quién están sus hijos o sus hijas porque se da por hecho que están con su madre. "Creo que hemos roto la barrera de hacerlo [disponer de tiempo libre y disfrutar del ocio], pero seguimos luchando contra lo que nos encontramos cuando lo hacemos. Siempre vas a tener la eterna pregunta de con quién están tus hijos y si no te sientes mal por ello".

La carga invisible

“En los estudios del tiempo, que se hacen para ver cómo se reparte el uso del tiempo entre hombres y mujeres, se ve la carga visible. La manera en la que lo hacen es que tú coges las 24 horas del día y escribes todas las actividades. Por ejemplo, puedes poner fregar o cocinar, que son actividades que ves, pero no solamente es quién friega sino estar pensando en la gestión de que esto tiene que estar fregado, aunque luego yo le diga a mi hijo, a mi marido o a mi padre que lo haga, pero soy yo la que lo gestiona todo. Eso es una carga invisible que afecta mucho a las mujeres", revela Werckmeister y añade que otro asunto invisible, que resulta difícil de medir, es la carga emocional, ya que en las familias son las mujeres las que tradicionalmente asumen el rol de mantener la armonía y, "si a ese estrés le añades el de toda la preparación navideña, todos los cuidados, todas esas cosas... pues es más".

"No es que los hombres no tengan estrés, también tendrán mucho, yo tengo todo el rato la historia de 'Ah, pero que los hombres también nos estresamos', sí, sí, nadie dice que los hombres no se estresen pero, vistas las cosas, las mujeres tenemos más estrés en general", explica la especialista en igualdad de género y creadora del Plan de Igualdad Navideño.

"La Navidad es un momento más, es un momento más que visibiliza la falta de corresponsabilidad, que visibiliza que además de tu trabajo, de llegar extenuada a esas vacaciones (aquellas que podamos coger vacaciones), te coges las vacaciones para poder cuidar y para poder criar. Las 'malasmadres' estamos deseando que pase la Navidad porque deseamos la rutina y tener nuestros horarios para poder sacar nuestros momentos para nosotras también", comenta Baena y, con respecto al estrés navideño, añade "hay una parte que surge al darte una vuelta por Instagram y ver esas casas perfectas con árboles perfectos, con niños perfectos vestidos iguales, pijamas de navidad, la decoración perfecta, la comida perfecta...".

"Las 'malasmadres' reivindicamos que llegamos hasta donde podemos, que no pasa nada y que lo importante es estar bien", concluye Baena.

Navidades en la época del covid-19 y siguientes pasos

No todo en el 2020 son malas noticias. La "malamadre" jefa cuenta que, gracias a las medidas de seguridad, este año no ha habido festival de Navidad en el colegio de sus hijas y que eso relaja bastante debido a que no se ha implicado tanto a los padres y a las madres, "algo bueno tenía que tener". También habla de cómo con la pandemia, a pesar de haber llegado al limite del cansancio y del estrés, ha podido conectar con los pequeños momentos y gestos que, para la fundadora de Malasmadres, son los que valen.

"El coronavirus ha marcado una época en la que, en general, nos hemos dado cuenta de muchas cosas que fallan en nuestra sociedad: que es inviable cómo funcionan los cuidados, es inviable cómo están las personas mayores en las residencias, es inviable la economía, insostenible. Han salido un montón de cosas que es importante corregir. Vendría bien mantener el mismo espíritu de crítica que hemos sacado con el virus también con las Navidades", manifiesta Werckmeister y explica que, en lugar de aceptar el mito de que las mujeres cumplimos, por ejemplo, con las tareas de los cuidados por amor, se podría optar por descubrir una nueva forma de disfrutar de la Navidad sin sentimiento de culpa, sin pensar que por ello quiere uno menos a su familia: "Podríamos hacer un poco más de todo y las mujeres podrían estar un rato en la mesa sin sentir la culpa de que no están fregando y que eso no significa que no quieran a su familia. Esas cosas hay que superarlas, ¿no?".

La experiencia de Laura Baena le dice que la corresponsabilidad social y, en particular la del hogar, también está en una misma, "en sentarte con tu pareja y decidir cuáles son las tareas que tú vas a hacer, también teniendo en cuenta cuáles son las que más te gustan". "Pues por ejemplo, ¿a mi me gusta más cocinar? Pues yo cocino, pero tú te vas a encargar de los regalos. Y eso hay que hablarlo y hay que empujar a que salgan esas cosas. Es que no queda otra que dar un paso hacia adelante", apunta."Mi amigo Alberto Soler, en las charlas que da, siempre pide que levante la mano quien recuerde a su madre sentada en el sofá, mientras su padre cocinaba o hacía algo en casa y, claro, nadie levanta la mano. Pero ahora yo creo que ya estamos rompiendo, si el día de mañana le preguntan a nuestros hijos eso, habrá cambiado un poco. Para eso hay que seguir luchando por esta corresponsabilidad, por romper los roles, por no dar por hecho que la igualdad existe."

Las costumbres son fuertes, tan fuertes que ni una pandemia mundial ha conseguido poner freno a la tradición invernal por excelencia: la Navidad, que se ha acercado vertiginosamente como una enorme ola deseando entrar por la chimenea.

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