Cinco fórmulas para no perder la motivación y adelgazar a largo plazo

Son muchas las personas que, a diario, comienzan el difícil proceso de adelgazar. Sin embargo, una buena parte de ellas abandonan pocos días o semanas después de haber comenzado ese plan. Por eso, encontrar algunos métodos que nos ayuden a seguir motivados para no abandonar este viaje y conseguir perder peso a largo plazo es tan importante.

La motivación hay que encontrarla en situaciones de lo más variadas. Lo más importante es ponerse en manos de especialistas para que puedan controlar todo el proceso. Pero, una vez que un médico o un nutricionista nos avala, hay pequeños trucos para adelgazar que podemos llevar a cabo para lograr el objetivo final: perder peso a largo plazo.

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Sydney Spiewak, nutricionista del Hospital St. Francis de Connecticut, en Estados Unidos, explica que lo primero que hay que hacer es ponerse metas, ya que es fundamental para perder peso. De hecho, varias investigaciones han revelado que aquellas personas que se ponen metas en su proceso de adelgazamiento consiguen adelgazar más que quienes no lo hacen.

Metas para adelgazar

Spiewak señala a Insider algunas características de esas metas. Por ejemplo, deben ser metas específicas, medibles y comprobables, como "salir a caminar 20 minutos diarios". También deben ser realistas, ya que si nos ponemos una meta utópica no servirá de nada: hay quien puede hacer deporte dos horas diarias, pero no es lo normal. Deben ser metas asumibles.

Marcarse unas metas realistas es vital si no queremos abandonar antes de tiempo

También tienen que estar relacionadas con el objetivo final, que no es otro que perder peso. Y, por último, que tengan una limitación en el tiempo: poner fechas a esas metas ayuda a medir la evolución de nuestro proceso y, en caso de que haga falta, poder modificarlo durante el tiempo que dure nuestro viaje para perder peso.

La segunda fórmula para mantenerse motivado es no hacer el proceso en solitario. Ya sea un amigo, un familiar o, incluso, un desconocido a través de las redes sociales, cuanto más arropados estemos, más fácil será perder peso. Además, si esa persona tiene intereses comunes a los nuestros, será aún más fácil responsabilizarse mutuamente.

Otra buena fórmula para no abandonar una dieta es llevar un diario con lo que comemos. La razón es que anotar los alimentos que ingerimos ayuda tanto a ver en qué podemos mejorar al hacer una revisión como a responsabilizarnos de esas decisiones. Incluso hay estudios que han demostrado que las personas que escriben en un diario lo que comen adelgazan más que otras que no lo hacen.

La motivación y perder peso

Mantenerse motivado es imprescindible si no queremos que nuestro plan de adelgazamiento salte por los aires. Una buena forma de conseguirlo es conseguir entrenamientos divertidos ya que si tenemos que hacer deporte por obligación y, además, no nos gusta, lo más probable es que terminemos abandonando el proceso más pronto que tarde.

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Pero, ¿cómo hacerlo? Pues intentando unir nuestros hobbies a esta situación. Si, por ejemplo, nos gusta bailar, hay multitud de clases en gimnasios y online para perder peso bailando. Si nos gusta disfrutar de la naturaleza, los paseos y caminatas al aire libre son la solución. Pero también se pueden practicar deportes nuevos como el boxeo, el kickboxing, etc.

El último consejo para motivarse y perder peso pasa por tener controlado todo aquello que nos rodea. Por ejemplo, es importante que en el frigo o la despensa haya frutas, verduras y alimentos ricos en proteínas, pero no procesados, bollería, etc. Otra buena idea es colocar la ropa de entrenamiento para que, cuando llegue la hora de hacer deporte, no nos dé pereza.

Si no dejamos a nuestro alcance los antojos que más nos gustan, será más fácil evitarlos

En caso de que vayamos a comer fuera es importante hacerlo en locales que ofrezcan platos saludables. Y, una de las cosas más importantes: a la hora de ir a la compra, hay que llevar una lista. De esa manera sabremos qué tenemos que comprar y evitaremos las compras impulsivas que, en la mayoría de los casos, suelen tratarse de alimentos más calóricos.