Un mes de cárcel por ir a ver a su novia en jet ski y saltarse el confinamiento

Las autoridades de la Isla de Man lo tienen claro: nadie puede entrar ni salir de la isla si no tiene un permiso especial para hacerlo. Es la fórmula que han encontrado para luchar contra el coronavirus y están vigilando que se cumpla por tierra, mar y aire. Así localizaron a un hombre que, el pasado viernes 11 de diciembre, trató de entrar en su territorio de forma ilegal.

Se llama Douglas McLaughlan, tiene 28 años y ha admitido que el viernes utilizó un jet ski para intentar llegar a Ramsey, en el norte de la Isla de Man, desde la localidad de Whithorn, en Escocia. A pesar de que nunca había utilizado uno de esos aparatos, confiaba en recorrer los 40 kilómetros que separaban ambos puntos en unos 40 minutos, pero se le fue de las manos.

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Ser novato con un jet ski le llevó a tardar cuatro horas y media en completar el recorrido, aunque consiguió hacerlo a duras penas. Después, aún tuvo que hacer otros 25 kilómetros para llegar a la casa de su novia, donde se alojó sin ser descubierto. Sin embargo, las cosas iban a cambiar al día siguiente cuando ambos fueron a dos pubs de su zona.

Cuatro semanas de cárcel

Dos policías pararon en la calle a la pareja y ambos dieron la dirección de la mujer como su residencia. Sin embargo, cuando el domingo cotejaron las direcciones con el listado de residentes comprobaron que el hombre no vivía en la Isla de Man ni tenía permiso de entrada, por lo que acudieron a la vivienda y procedieron a detenerle.

Conoció a su novia en septiembre y ahora tenía depresión por no poder verla

Durante el juicio, el abogado del detenido explicó que el hombre tenía depresión por estar separado de su novia. Sin embargo, la Fiscalía señaló que McLaughlan había puesto en riesgo a toda la comunidad por su "intento deliberado e intencional de circunnavegar las restricciones fronterizas". Además, añadieron que había "planificado cuidadosamente" sus actos.

Tal y como recoge la BBC, McLaughlan había estado trabajando en la Isla de Man el mes de septiembre tras recibir un permiso para trabajar como techador. Pudo entrar después de un aislamiento de 14 días y conoció a su novia durante una salida nocturna. Tras terminar su trabajo tuvo que marcharse y sus posteriores solicitudes para volver a la isla habían sido rechazadas. Finalmente, el juez sentenció a Douglas McLaughlan a 4 semanas de prisión por saltarse las restricciones de entrada.