Un joven barcelonés "transespecie" se implanta aletas en el cráneo
Un "artista cíborg" barcelonés ha acudido a Tokyo para que le implanten dos aletas de silicona en el cráneo mediante unos circuitos sensoriales
Manuel de Aguas es un artista barcelonés de 24 años unido a la corriente "transespecie", que asegura que su identidad no coincide al cien por cien con el concepto biológico de humano. Lleva años experimentando con el arte y la tecnología para acercarse a las sensaciones del mundo acuático. Ya había desarrollado un primer prototipo con el que podía sentir las vibraciones atmosféricas. Eran dos aletas que colgaban en una diadema. Ahora ha decidido implantárselas directamente en el cráneo.
Ha tenido que ir a Japón para realizarse esta operación que le negaban en las clínicas españolas: "Estoy tan feliz de haber podido finalmente hacerme los implantes en Tokio después de que la propuesta fuera rechazada por diferentes lugares de España. La normalización de las cirugías de transespecies sigue siendo algo por lo que debemos defender y todavía es difícil encontrar profesionales que estén dispuestos a realizarlas, pero siempre hay personas dispuestas a ayudar", ha asegurado en Instagram.
Según comenta en sus redes sociales, las aletas captan los cambios de presión atmosférica, humedad y temperatura. Después, con ayuda de un microchip, estos impulsos climáticos se convierten en vibraciones y sonidos que se transmiten dentro de la cabeza. Las dos aletas de silicona se pueden recargar con energía solar y conectarse a redes Wi-Fi.
La conexión de los "transespecie"
"La atmósfera resonará dentro de mi cabeza y tendré la experiencia de estar sumergido en diferentes medios", ha explicado: "Las Weather Fins son la tercera versión de mi órgano meteorológico y me permiten percibir más elementos meteorológicos que las versiones anteriores. Percibir más elementos meteorológicos facilita la predicción del tiempo y el desarrollo de esta capacidad es uno de los objetivos de este proyecto.”
Manuel de Aguas no es el único en declararse "transespecie", un fenómeno que empezó a popularizarse en 2017. El pionero de este ¿movimiento? fue Neil Harbisson, el primer cíborg reconocido legalmente por un gobierno. Harbisson nació con una anomalía en la visión (acromatopsia) que le impide distinguir colores. En 2004, se implantó una antena en el cráneo, un sensor que detecta los espectros de luz y los transmite como sonidos a su cerebro.
Harbisson creó en 2010 la Cyborg Fundation junto a Moon Ribas, una mujer que en 2013 se implantó sensores en los pies para notar las vibraciones de los terremotos.
Manuel de Aguas es un artista barcelonés de 24 años unido a la corriente "transespecie", que asegura que su identidad no coincide al cien por cien con el concepto biológico de humano. Lleva años experimentando con el arte y la tecnología para acercarse a las sensaciones del mundo acuático. Ya había desarrollado un primer prototipo con el que podía sentir las vibraciones atmosféricas. Eran dos aletas que colgaban en una diadema. Ahora ha decidido implantárselas directamente en el cráneo.