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Los errores que debes evitar para no coger kilos en Navidad, según un experto
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La temida cuesta de enero

Los errores que debes evitar para no coger kilos en Navidad, según un experto

Llegan las fiestas, los encuentros familiares, y con ellos los excesos de los que te arrepentirás en enero pues pasan factura a tu salud, ¿hay manera de prevenirlos?

Foto: Fuente: iStock.
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Aunque esta Navidad vaya a ser un poco diferente, nadie nos va a quitar lo 'bailao'. Eso significa que lo más probable es que las fechas señaladas de todos los años acabes comiendo y bebiendo (demasiado) rodeado de tus seres queridos, porque al fin y al cabo la vida son dos días, y más que nunca lo hemos podido comprobar este año. 'Carpe diem'. El problema llega en la temida y famosa cuesta de enero, cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y de haber comido demasiados polvorones durante las fiestas.

Cada año, la cantinela parece ser muy similar: excesos durante el mes de diciembre y promesas que no se cumplen (así como un sentimiento de culpabilidad bastante judeocristiano) en enero. Nos prometemos a nosotros mismos que iremos al gimnasio, y pagamos la cuota durante tres meses, comenzamos a comer más sano y nos visualizamos con un cuerpo envidiable en la playa en verano. Con o sin mascarilla. Quizá sería más fácil evitar los excesos, pero ¿es eso posible acaso?

"Estas fechas son una época especial para consumir con moderación lo que más nos apetezca, disfrutando del momento y la compañía"

En realidad, no solo debería preocuparnos nuestro peso, sino también nuestra salud. Aunque estas navidades son un tanto diferentes y las viviremos con ciertas restricciones de horarios o número de personas en la mesa, no existen limitaciones en cuanto a la cantidad de reuniones y reencuentros que vienen acompañados de copiosas comidas que alteran nuestra rutina. Algunos de los problemas principales que acompañan a estas fechas, y que suelen apretarnos (de manera literal) el cinturón, son los siguientes:

  • Tenemos más reuniones de las habituales.
  • Comemos más de lo que necesitamos y abusamos de los dulces.
  • Practicamos menos deporte.
  • Bebemos menos agua y más alcohol.

Identificamos los errores, pero ¿podemos evitarlos? Desde El Confidencial hemos hablado con Mateo Auñón Ferrer, asesor nutricional de Yummy Sweets, para que nos aconseje cómo actuar de cara a estas fechas.

PREGUNTA. Hay una leyenda muy extendida: el 25 se come mucho y no se cena nada, ¿realmente sirve?

RESPUESTA. Como cualquier leyenda, puede ser que tenga algo de verdad detrás. Cuando realizamos una comida muy copiosa nos sentimos muy saciados; además, realizar dos comidas grandes el mismo día (teniendo en cuenta los platos y postres que se comen en estas épocas) puede conllevar ciertas molestias gastrointestinales. Sin embargo, si hay apetito, son épocas de disfrutar. No hay que centrarse en lo que comemos un día al año, sino en los 364 restantes.

P. En estas fechas el dulce es un plato imprescindible; dentro de toda la variedad, ¿cuál es el más sano y el más insano?

R. Depende de la cantidad que consumamos. Lo saludable o perjudicial que puede llegar a ser un dulce se basa también en la cantidad que consumimos de este. En estas fechas no pasa nada por permitirse algún capricho; sin embargo, si somos muy golosos, la mejor opción es consumir dulces con edulcorantes, sin calorías, sin azúcares simples. También son una buena opción los frutos dulces como los dátiles, frutas bañadas (ligeramente) en chocolate fundido, o realizar nosotros mismos estos dulces controlando tanto los ingredientes como la cantidad de azúcares simples y grasas que contendrán.

P. Parece inevitable tener excesos, ¿hay algún truco que realmente funcione? (porciones más pequeñas o algo similar).

R. Masticar bien la comida y comer sin prisa es una buena opción para saciarnos antes. Numerables veces se dice coloquialmente que "comemos con los ojos"; es decir, nuestra hambre se basa en la emoción del momento y no en el hambre que realmente sentimos. Hay que disfrutar del ambiente, la familia y la comida, por supuesto, pero sin sentir una sensación de querer "devorar" cualquier alimento que haya en la mesa.

P. ¿Qué tiene la Navidad que todo el mundo se propone adelgazar en enero (y luego nunca sucede)?

R. La llegada del nuevo año nos incita a hacernos promesas para mejorar nuestros hábitos. Sin embargo, el problema está aquí: estas fechas son precisamente para disfrutar sin sentirnos culpables por lo que hemos comido o bebido. La sensación de culpabilidad nunca va a ayudar a solucionar o cambiar nada. Si queremos adelgazar o mejorar nuestra composición corporal, debemos mejorar nuestros hábitos alimentarios y realizar actividad física, pero con constancia y, sobre todo, sin prisa. Los verdaderos cambios se realizan con constancia y paciencia, y nuestro problema es que somos impacientes y queremos resultados inmediatos. Acudir a un dietista-nutricionista, en este caso, ayudará mucho a aprender cómo mejorar estos hábitos poco a poco y conseguir nuestros objetivos a largo plazo y durante el resto del año.

"Lo saludable o perjudicial que puede llegar a ser un dulce se basa también en la cantidad que consumimos de este"

P. Por la vida que llevamos desayunamos, comemos y cenamos a la misma hora, ¿repercute mucho en el peso si, en momentos puntuales como Navidad o Nochevieja, comemos o cenamos a otras horas?

R. En este caso no va a ser determinante, importa más la cantidad de alimentos y de qué tipo vamos a consumir; sin embargo, como se ha explicado previamente, lo que consumimos uno o dos días no va a marcar la diferencia en cuanto a ganar o perder peso. Sí que es recomendable no irse a dormir después de una comida muy copiosa, siendo importante dejar tiempo para hacer la digestión de los alimentos correctamente

P. También se bebe mucho alcohol en estas fechas, ¿cuál es el más recomendable o el menos nocivo?

R. Hablemos mejor de menos nocivo: el alcohol nunca puede ser "recomendable" debido a sus efectos adversos y que en estas fechas se suele abusar más de las bebidas alcohólicas, pero ciertamente siempre va a ser mejor consumir vino, cerveza o sidra que destilados como el ron, la ginebra o el whisky. Además, como venimos comentando en este escrito, estas fechas son una época especial para consumir con moderación lo que más nos apetezca, disfrutando del momento y la compañía.

P. Con el frío parece que a mucha gente le da más pereza hacer ejercicio, ¿qué deportes le parecen ideales para estas fechas?

R. En este caso sería positivo aprovechar las horas con más sol para realizar ejercicio al aire libre (la luz solar es necesaria en nuestro organismo para sintetizar la Vitamina D y en épocas de poca luz solar solemos tener un déficit de esta). Además, con la situación actual en la que vivimos, hay que aprovechar para hacer ejercicio en la naturaleza o parques, reduciendo así la probabilidad de estar en contacto con el virus y pudiendo realizarlo más aislado y sin necesidad de usar una mascarilla, que tan incómodas son a la hora de respirar durante la práctica de cualquier ejercicio físico. También es un buen momento para comprar una barra para hacer dominadas (las podemos encontrar a precios muy económicos), gomas elásticas o pesas, y realizar el ejercicio en casa, solo o en familia, e intentar que no cojan mucho polvo el resto del año.

Aunque esta Navidad vaya a ser un poco diferente, nadie nos va a quitar lo 'bailao'. Eso significa que lo más probable es que las fechas señaladas de todos los años acabes comiendo y bebiendo (demasiado) rodeado de tus seres queridos, porque al fin y al cabo la vida son dos días, y más que nunca lo hemos podido comprobar este año. 'Carpe diem'. El problema llega en la temida y famosa cuesta de enero, cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y de haber comido demasiados polvorones durante las fiestas.

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