Una mujer china tiene más de 1.300 perros callejeros acogidos en su casa

Hace algunos días te hablábamos de Maryam Al Balushi, una mujer de 51 años que vive en Omán y que había saltado a la fama por su amor por los animales. Su hijo le regaló un gato y, a partir de ese momento, comenzó a recoger animales callejeros para alimentarles en su casa hasta que alcanzó una cifra casi de récord: vive con 480 gatos y 12 perros.

Sin embargo, esas cifras se quedan cortas si se comparan con las de Weng Junhong, una mujer china de 68 años que vive en la ciudad de Chongqing, en el suroeste del país. Hace casi 20 años recogió a un perro pekinés que estaba abandonado en la calle y, desde entonces, ha dedicado su vida íntegramente a cuidar de los animales.

Tal es su amor que, actualmente, tiene más de 1.300 perros acogidos en su casa, pero también decenas de gatos, conejos y pájaros y hasta 4 caballos. Una auténtica locura que ha provocado que Weng se tenga que mudar varias veces de casa ya que los vecinos no quieren tener a su lado a alguien con semejante cantidad de animales entre cuatro paredes.

Cifras de récord

Tal y como publica el diario Semana, Weng Junhong tiene un presupuesto mensual de unos 60.000 yuanes, aproximadamente 7.500 euros al cambio, para poder alimentar y cuidar de sus animales. Cuenta con la ayuda de seis empleados, que duermen juntos y al lado de los sacos de alimento que siempre llenan su casa.

Para poder hacer frente a ese enorme gasto, Weng vendió su anterior casa y, además, ha pedido un crédito para poder seguir financiando su amor por los animales. También recibe donativos de personas anónimas de todo el mundo que le agradecen su trabajo y que quieren colaborar en la medida de sus posibilidades, aportando su granito de arena.

Sin embargo, no todas las opiniones hacia esta jubilada china son favorables. Son muchos los que condenan que tenga a los animales encerrados en jaulas ya que, a pesar de alimentarles y darles un lugar donde dormir, merecen poder vivir en libertad. Ella, de momento, sigue cuidando de ellos y recogiendo a diario nuevos animales que necesitan un techo bajo el que cobijarse porque, según ella, "la Tierra no es solo para el ser humano".