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Por qué es malo para tus músculos ducharte con agua caliente después del ejercicio
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Por qué es malo para tus músculos ducharte con agua caliente después del ejercicio

Aunque sea invierno y nos muramos de las ganas por llegar a casa y entrar en calor, hay diversos expertos que aconsejan primero apostar por el agua templada o fría

Foto: Foto: iStock.
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En épocas de invierno, al volver a casa de entrenar, es posible que lo que más te apetezca sea una ducha de agua bien caliente para mitigar la sensación de frío y desprenderte del sudor. Y aunque no hagas ejercicio regularmente, pues todos sabemos que el cuerpo se queda mucho más relajado después de haberte dado una buena ducha. En esto estamos todos de acuerdo, pero un nuevo artículo en 'Mel Magazine' siembra la duda de que realmente tenga algún efecto positivo en tus músculos si te duchas inmediatamente después de haberlos ejercitado.

"Para empezar, las duchas de agua caliente tienden a dejar más reseca la piel", asegura Alti Iftikhar, un médico con sede en Florida especializado en medicina deportiva, en el citado medio. Por ello, y como también ya hemos explicado en más de una ocasión, si sufres de algún problema dermatológico como viene a ser un eccema o exceso de piel reseca, lo mejor es que apuestes por una ducha de agua templada o fría, secándote bien con una toalla después y, para reducir la sensación de picazón, echarte una loción hidratante.

El agua caliente hace que las venas se dilante, de ahí que aumente el riesgo de poder sufrir después algún tipo de dolor muscular

Pero más allá de secar la piel, el experto indica que tomar una ducha de agua caliente tiene un efecto similar a como si aplicases una almohadilla términca en los músculos que están doloridos después de entrenar. "Hace que los vasos sanguíneos se dilaten", asegura Iftikhar. "Esto puede deparar un aumento de la probabilidad de sufrir algún tipo de dolor muscular, especialmente si realizaste un ejercicio de resistencia intenso".

La importancia de la ducha

En ese caso, ¿hay que evitar bañarse o ducharse después de haber realizado ejercicio físico? En absoluto, recalca el médico, ya que también negar la oportunidad de lavr a tu cuerpo puede hacer que tu piel también se quede reseca y ducha. "Es muy importante eliminar la suciedad y el sudor de la piel para evitar la obstrucción de los poros y disminuir la posibilidad de sufrir una infección en la piel, aunque sea poco común", explica. ¿Entonces?

Foto: Foto: Pixabay.

Lo mejor es que el agua no esté tan caliente, sino templada e incluso fría. Esto lo vemos por ejemplo en los deportistas de élite, cuando después de haber sido sometidos a duros entrenamientos físicos se ponen hielo en las articulaciones o se dan baños rápidos de agua helada. "Poner un poco de agua helada ayuda a disminuir una posible inflamanción y permite que menos células inflamadas y sus respectivas toxinas lleguen a los músculos y tendones después de cada sesión de entrenamientos", asevera Iftikhar.

Espera un poco

Por todo ello, si no estás nada familiarizado con el agua templada o fría para ducharte, lo mejor es que esperes media hora después de entrenar para dejar al cuerpo en reposo. "Esperar media hora para que el cuerpo se enfríe y estire permite que la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca regresen a su nivel normal", asegura el entrenador personal John Fawkes. También recomienda que si eres capaz de aguantarlo, apuestes por el agua fría para "que tu cuerpo entre en el estado antiinflamatorio ideal, ya que disminuirá el flujo sanguíneo en aquellos lugares clave donde más has tensionado las articulaciones y desgarrado la fibra muscular haciendo ejercicio".

Otro detalle que recomienda Fawkes es que no tiene que durar para siempre. Es decir, en cuanto se enfríe tu cuerpo apuesta por el agua caliente para obtener la agradable sensación de calor. "En ese momento, volverá a revitalizarse tu flujo sanguíneo y ayudará al cuerpo a deshacerse de las células inflamadas, los tejidos y más", explica el entrenador.

En épocas de invierno, al volver a casa de entrenar, es posible que lo que más te apetezca sea una ducha de agua bien caliente para mitigar la sensación de frío y desprenderte del sudor. Y aunque no hagas ejercicio regularmente, pues todos sabemos que el cuerpo se queda mucho más relajado después de haberte dado una buena ducha. En esto estamos todos de acuerdo, pero un nuevo artículo en 'Mel Magazine' siembra la duda de que realmente tenga algún efecto positivo en tus músculos si te duchas inmediatamente después de haberlos ejercitado.

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