Mueren ocho personas en Rusia después de beber gel hidroalcohólico en una fiesta

Ocho personas han muerto en Rusia después de que todas ellas ingirieran gel hidroalcohólico en una fiesta. Las autoridades han confirmado que las víctimas se quedaron sin alcohol y decidieron utilizar una garrafa de gel hidroalcohólico que uno de ellos tenía, sin saber que beber ese líquido con casi un 70 por ciento de metanol sería mortal.

Los hechos han sucedido en Tomtor, una pequeña localidad de la República de Sajá, en Siberia. Siete de las víctimas tienen entre 28 y 69 años, mientras la octava no ha sido aún identificada. Entre las ocho personas fallecidas hay una pareja de unos 50 años que dejan cinco hijos huérfanos: ella ha sido la última en fallecer este jueves 3 de diciembre.

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El Confidencial

El gel desinfectante, fabricado a base de metanol, causó graves lesiones internas que desembocaron en la muerte de las ocho personas. Además, hay otra víctima de la ingesta de este gel, y aunque se cree que podrá salvar la vida, es más que probable que se quede ciego a consecuencia del metanol.

Gel hidroalcohólico en una fiesta

Tal y como publica LadBible, el desinfectante que ingirieron estas personas contenía un 69 por ciento de metanol, un alcohol industrial que se usa en múltiples industrias, desde disolventes hasta combustible o pesticida. Es mucho más venenoso que el etanol, al alcohol que se utiliza como base para las bebidas alcohólicas que se venden en comercios y supermercados.

El metanol mata a los humanos porque, al ingerirse, se convierte en ácido que llega al torrente sanguíneo y ataca a los tejidos

En los geles desinfectantes para manos que se utilizan masivamente desde la aparición del coronavirus, solo se permite un 3,5 por ciento de metanol. Sin embargo, este líquido tenía un 69 por ciento de metanol, por lo que se ha detenido a un empresario de 44 años llamado Alexander Kalinin, acusado de suministrar el desinfectante, que también se ha encontrado en edificios públicos como escuelas o guarderías.

Kalinin se encuentra bajo arresto domiciliario mientras se investigan los hechos y se arriesga a una pena de hasta seis años de cárcel. La policía ya se ha incautado de casi 5.000 litros del desinfectante mortal, aunque están convencidos de que hay más garrafas repartidas por diferentes negocios.