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Las razones por las que tu gato podría necesitar ir al veterinario
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ENFERMEDADES FELINAS

Las razones por las que tu gato podría necesitar ir al veterinario

¿Le has notado últimamente más raro de lo normal? Si cambia su comportamiento de forma brusca puede ser señal de que tiene un problema de salud

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Como todo ser vivo, los gatos también sufren enfermedades que ponen en riesgo su salud y alteran sus condiciones de vida. Una de las dificultades que entraña la salud animal es que, como es lógico, las mascotas no pueden hablar, pero sí expresar como se sienten a través de síntomas o patrones de comportamiento que delatan que algo mal.

Y como sucede con los humanos, la prevención es lo más importante, de ahí que haya que llevarlo al veterinario de forma regular y así descartar o anticiparse a problemas de salud venideros. Si tienes serias sospechas de que algo va mal con tu compañero felino, acude a un veterinario especializado lo antes posible. Los gatos son seres extraordinarios cuyos comportamientos no dejarán nunca de sorprendernos, por lo que debemos prestarles atención para saber qué les ocurre o qué intentan decirnos si se encuentran mal. La revista 'Reader's Digest' ha hablado con diferentes expertos en salud animal para saber cuándo hay que acudir a una revisión o los síntomas más comunes que delatan que nuestro gato se ha puesto enfermo.

Escupe bolas de pelo

Se trata de uno de los comportamientos más comunes de nuestros amigos felinos, pero no por ello hay que dejar de prestarle atención. Si escupe bolas de pelo con demasiada frecuencia, puede ser motivo de alarma de que algo no va bien con su salud. "O consume mucho pelo (que puede ser debido a que sufre alergia y por ello se lame tanto) o tiene un problema gastrointestinal", asegura el doctor Geoff DeWire, un veterinario experto. Incluso si no existe ninguna razón para que estos episodios se den de una forma tan acusada, "puede ser el momento de revisar la dieta u otros factores que pueden alterar el funcionamiento de su sistema digestivo".

Cambios en el apetito

Si siempre le ha gustado mucho comer (como es bastante posible) y de repente ya no, obviamente es una clara señal de alarma. En ese caso, es posible que todo acabe derivando en un brusco aumento o pérdida de peso que evidentemente señala que existe un problema subyacente. En ese caso, acude al veterinario para salir de dudas. Daniel Rotman, otro experto en salud animal consultado por 'Reader's Digest', asegura que no es algo habitual que cuantos más años tenga el felino pierda peso, por ello acude a un profesional.

Mayor dificultad para moverse

Uno de los problemas más comunes en los gatos a medida que envejecen es el del dolor de huesos y articulaciones. Evidentemente, se pasan toda la vida saltando y brincando por los lugares más insospechados, por lo que no es de extrañar que algunas partes de su sistema locomotor acaben doloridas. "Un estudio de 2009 reunió a 100 gatos domésticos mayores de seis años y les tomó radiografías de todas sus articulaciones principales", asegura DeWire. "El 61% de ellos tenía osteoartritis en sus articulaciones".

Foto: Dos, la serpiente de dos cabezas. Foto: Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida

Para más inri, el gato suele ocultar este grado de incapacidad a la hora de moverse, haciendo como que no pasa nada cuando el dolor no es tan severo, de ahí que sea muy difícil su diagnóstico. "A medida que envejece, es muy probable que sienta dolor y lo intente ocultar", recalca el experto. ¿Cómo prevenir esta serie de achaques propios de la edad? Como en el caso de los humanos, con una buena alimentación rica en vitaminas y propiedades antioxidantes, ya que por desgracia, nadie se salva del paso de los años y su efecto inexorable en el cuerpo.

Tos

Los gatos también pueden sufrir ataques de tos. Lo cierto es que también sufren enfermedades de las vías respiratorias, de ahí que hubiera tanta expectación al inicio de la pandemia por saber si gatos o perros podían contraer y contagiarse de coronavirus. Pero la causa más común de este síntoma no tiene que ver con bronquitis o neumonías que sí podemos sufrir los humanos, sino por asma. Un hecho curioso es que la tos felina no es igual que la humana. Según Rotman, "parece que van a vomitar pero al final no echan nada".

Como todo ser vivo, los gatos también sufren enfermedades que ponen en riesgo su salud y alteran sus condiciones de vida. Una de las dificultades que entraña la salud animal es que, como es lógico, las mascotas no pueden hablar, pero sí expresar como se sienten a través de síntomas o patrones de comportamiento que delatan que algo mal.

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