Hay un avión oculto entre todas estas algas: el último reto visual que arrasa en las redes

En estos tiempos de pandemia que nos está tocando vivir son millones las personas que sueñan con viajar a todos esos lugares que tenemos pendientes y a los que, de momento, no se nos permite ir. Ansias de salir de casa y de la rutina en la que nos hemos instalado en los últimos meses y que ha afectado tanto a la salud de millones de seres como a la economía mundial.

Ese ansia por salir de casa se traduce en que nuestros deseos de viajar se multiplican. Encontramos ofertas para ir a nuestros destinos soñados, vemos imágenes de playas paradisíacas desiertas e, incluso, encontramos imágenes que creemos subliminales en cualquier acción rutinaria de nuestro día a día.

Eso es lo que podría pensar quien se enfrente a este nuevo reto visual. Se trata de encontrar un avión escondido entre decenas de algas marinas. No, no es el subconsciente el que nos está traicionando viendo lo que no existe, sino que el ilustrador que ha creado este reto visual ha escondido una aeronave entre todas esas algas.

El avión está ahí

Este es el último desafío que pone a prueba nuestra capacidad visual y que se ha viralizado en las redes sociales. Si aún no has dado con la solución vuelve atrás, porque en la próxima imagen te mostraremos la respuesta. No es uno de los retos más fáciles que te hemos mostrado últimamente y hay que poner toda la atención.

Efectivamente, el avión está en esa imagen y la respuesta se escondía en el lado derecho de la ilustración. Si lo has encontrado es que tienes buena vista y si, además, lo has hecho en menos de 30 segundos, es que eres un auténtico cazador de retos visuales. Por eso, te vamos a mostrar otros de los que más han triunfado en las últimas semanas.

Uno de ellos es el de la cafetera sin asas, una ilustración en la que hay decenas de cafeteras, pero solo una de ellas no tiene asas… y no es sencillo de descubrir. En tiempos de coronavirus también ha triunfado el de la persona sin mascarilla, la única de toda la imagen que se presenta. Y, por último, la mano que sobra: una fotografía que no está trucada y que, aparentemente, no tiene explicación. ¿Te atreves?