Cómo limpiar el baño de manera eficaz en menos de cinco minutos

En estos tiempos en los que pasamos tanto tiempo en casa, mantener el hogar limpio y ordenado más que una exigencia es una necesidad. Al fin y al cabo, disponer de un espacio personal limpio y ordenado también tiene su reflejo en la mente y el ánimo de la persona que lo habita. Por ello, ya estés confinado o no, lo mejor será que aproveches para poner a punto la casa.

La zona que siempre tiende a ensuciarse con mayor facilidad y rapidez es el baño. No deja de ser el lugar en el que entramos en contacto con nuestro cuerpo; en el que orinamos, defecamos y nos duchamos. De ahí que a la hora de limpiar toda la casa haya que extremar la limpieza en este cuarto. Sobre todo si vivimos con más gente, ya que este es el receptáculo perfecto de bacterias y microorganismos.

"No se te olvide frotar bien con lejía y estropajo las zonas más escondidas del inodoro"

¿Cuál es la mejor forma de limpiar el cuarto de baño? Recientemente, la revista 'Reader's Digest' ha elaborado una serie de recomendaciones para hacerlo en el menor tiempo posible y a la par, de la manera más eficiente. Ha llegado la hora del zafarrancho.

Colócalo todo antes

Si dispones de pastas de dientes, secadores, peines o prendas de vestir a la vista, lo mejor será que antes de empezar a pasar el estropajo lo guardes todo en su sitio. Si su lugar habitual está fuera de los cajones, deberás sacar los objetos de la sala. Todo para tener el espacio disponible para empezar a limpiar a fondo.

Purifica el aire

Los baños no suelen tener ventanas, aunque evidentemente hay excepciones. Es por ello por lo que este espacio acaba llenándose de olores que no se pueden ventilar. Para que deje de oler a cerrado, a humedad o a cosas peores y más escatológicas, lo mejor es que lo perfumes, incluso antes de proceder a su limpieza. Aunque los distintos productos de higiene ya llevan su fragancia, esta tiende a agotarse con el tiempo.

Pasa el polvo

Una vez esté todo colocado y perfumado, llegó la hora de comenzar a limpiar. Empieza limpiando el polvo con un trapo. O bien uno de los habitantes más típicos de los aseos: los pelos humanos. Es importante que hagas esto antes de rociar con algún producto de limpieza porque sino no se va a limpiar bien o acabarás cambiando el polvo o los pelos de sitio.

Primero, el retrete

Es el objeto que más sucio suele estar, de ahí que convenga empezar por él. También puedes ir directamente a la ducha, ya que esta zona tiende a ser amplia y cuanto antes te la quites de encima, mejor. No se te olvide frotar bien con lejía y estropajo las zonas más escondidas del inodoro. Y una vez acabes, ve a por el aseo.

Cambia las toallas

Si quieres maximizar la sensación de confort y de limpieza, lo mejor será que retires esas toallas sucias o ya usadas y pongas unas nuevas. No solo olerá mejor y habrá una menor humedad, sino que también tu piel te lo agradecerá, ya que al fin y al cabo, secarse con una toalla ya usada no solo es incómodo, sino también poco higiénico. Casi hará el mismo efecto de como si no te hubieras duchado.