La razón por la que a los hombres no les gustan las modelos ultradelgadas

Con 40 kilos de peso y midiendo 1,68 centímetros de altura, la modelo Twiggy (ramita en español) se convirtió en un icono en la mitad de los años 60 por su aspecto frágil, andrógino, aniñado y extremadamente delgado. Aún así, hay que recordar que el mundo de las pasarelas ha cambiado según la época el modelo de cuerpo femenino deseable, pues el cánon de principios de los 90 era bien distinto: modelos como Cindy Crawford, Linda Evangelista, Claudia Schiffer o Naomi Campbell, fueron las primeras 'supermodelos' que apostaban por una complexión más robusta. Sin embargo, la rueda ha vuelto a girar y en la actualidad las mujeres que caminan por las pasarelas son más Twiggy que Cindy.

En el momento actual, en el que muchas campañas (Dove es de las más famosas) intentan con más o menos éxito recordarnos que todos los cuerpos son bellos, y que tanto el 'fat shaming' como el 'skinny shaming' (avergonzar a alguien por los kilos que pese) deberían ser cosa del pasado, todavía surgen muchas voces en contra de anuncios publicitarios que muestran cuerpos irreales y cánones de belleza imposibles de imitar, lo que en muchas ocasiones lleva, principalmente a las mujeres, a tener una baja autoestima o incluso a desarrollar problemas mentales relacionados con la aceptación del propio cuerpo.

Según el estudio, las mujeres encuentran atractivos los cuerpos de modelos muy delgadas, pero para los hombres están 'demasiado huesudas'

En esta locura de mundo en el que vivimos, en el cual una parte de la población del planeta no tiene para comer mientras que otra tiene pero no come para mantenerse bello y aceptable, muchas personas siguen asegurando que a los hombres, en realidad, lo que les gusta es (como se dice popularmente) tener donde agarrar. La psicóloga Renee Engeln se hace la pregunta en 'Psychology Today': "¿Por qué las mujeres tienen incapacidad para saber lo que los hombres encuentran atractivo?".

Para demostrar esa idea, realizó un estudio con su equipo en el Laboratorio de Cuerpo y Medios de la Universidad Northwestern para probar directamente la declaración de que las mujeres encuentran atractivos los cuerpos de modelos muy delgadas, pero para los hombres están 'demasiado huesudas', basándose en investigaciones anteriores. Los estudios originales sobre este tema usaron lo que se llama una escala de calificación de la figura: un conjunto de sencillos dibujos lineales mostrando siluetas de mujeres que variaron de muy delgadas a muy gruesas.

Las mujeres indicaron las formas corporales que preferían y cuáles creían que le gustaría más a los hombres. Los hombres seleccionaron la forma del cuerpo que encontraban más atractiva. Los investigadores descubrieron entonces que los hombres tendían a preferir un cuerpo más lleno del que las mujeres creían que elegirían, así como un cuerpo más lleno del que las mujeres preferían para sí.

La investigación asegura que ambos sexos piensan que en general las modelos de pasarela están demasiado delgadas

Pero lo más curioso fue la percepción que ambos sexos tenían del contrario: básicamente, los hombres parecían creer que las mujeres consideran que las modelos tienen el cuerpo ideal y las mujeres asumieron que los hombres se sienten de la misma manera, y, además, ambos piensan que en general las modelos de pasarela están demasiado delgadas. La investigación parece sugerir que los hombres prefieren a las chicas con cuerpos más curvilíneos, lo que no significa que todas las mujeres que quieren adelgazar lo hagan porque tienen en cuenta la opinión masculina. Pero, según explica Engeln, "la imagen corporal de muchas mujeres que están interesadas de manera romántica en algún hombre probablemente se ve influida por las percepciones sobre el tipo de cuerpo que los hombres desean".

"El mensaje positivo para esta investigación es que tanto los hombres como las mujeres parecen respaldar ideales corporales más realistas que los que promueven las modelos de moda", indica Engeln. "La industria de la moda debería tener esto en cuenta". Recordemos que, al fin y al cabo, el cuerpo ideal y normativo no es más que una construcción social que depende del país en cuestión y que no hace tanto tiempo las revistas le daban a las mujeres pequeños trucos para poder engordar y conseguir un cuerpo atractivo y deseable.