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Claves para tener un buen día aunque te levantes triste o de mal humor
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ADICTOS AL DRAMA

Claves para tener un buen día aunque te levantes triste o de mal humor

Para que existan días pletóricos en los que todo te sale bien y tienes buenas noticias, también deben existir los malos. Qué hacer en caso de que hoy sea uno de esos

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Hay días en los que te levantas más legañoso que de costumbre y, nada más acudir a tu puntual cita con el café, echas sal en vez de azúcar en la taza. No te das cuenta hasta que de repente le metes un tímido trago y te dan ganas de vomitar. Entonces piensas algo así como: "oh Dios, hoy no va a ser un buen día". O, directamente, aplicado a estos tiempos pandémicos, cruzas el portal dispuesto a hacer la compra y justo cuando llegas a las puertas del supermercado te das cuenta de que no llevas puesta la mascarilla. O algo mucho más simple: has tenido una noche de espanto en la que ya sea por el frío, las pesadillas o el insomnio, no pudiste descansar, y te arrastras por la acera como un zombi, llegas tarde a tu puesto de trabajo y tu jefe te echa la bronca.

En definitiva, hay mil maneras de empezar la jornada y no todas son buenas. ¿Cómo revertir esto para no tirar la toalla a los pocos minutos y recuperar la energía y fuerza necesarias para sacar adelante el resto del día? En general, se trata de un poder subjetivo más que objetivo, por lo que cada persona tendrá que desarrollar su propio método para sacar las fuerzas de flaqueza ante un día en el que todo parece ser negativo.

"Deténte y respira hondo. Puedes observar con atención algo hermoso o escuchar música que te guste y te ponga de buen humor"

"Muchas personas se lo tomarán con humor, haciendo de lo malo algo divertido hasta el punto de reírte de lo mal que está", asegura Cathy Allsman, psicóloga de Miami, en un interesante artículo sobre el tema publicado en 'Mel Magazine'. "Otras, sin embargo, tienden a quedarse congeladas como si se tratara de un dolor físico. Sin embargo, quedarse parado no es efectivo, ni para las molestias físicas ni las emocionales".

Entonces, ¿cuál es la mejor manera de recuperar la confianza en ti mismo y en tu suerte? De algún modo, deberás tomarte tu tiempo para hacer algo que te conecte contigo mismo y con lo del exterior de forma sensorial, asegura la experta. "Deténte y respira hondo", prosigue Allsman. "Observa con atención algo hermoso o escucha música. Cuando los adolescentes acuden a terapia, les pido que traigan las canciones que escuchando cuando quieren centrarse en los dramas que hay en su vida y sentirse molestos, así como la que oyen cuando su estado anímico está disparado: siempre hay una clara diferencia entre ambas".

"La gente puede volverse adicta al drama, aferrándose a todo lo que va mal"

En este sentido, la psicóloga argumenta que para deshacernos de todos esos pensamientos negativos que nos asolan nada más despertar, lo mejor es buscar una maniobra revulsiva positiva. Puede ser intentar conectar con aquellas canciones que te ponen contento o de buen humor, o bien realizar ejercicio físico, ya que este es un potente liberador de endorfinas que nos hará sentir más relajados después. Cualquier cosa con tal de no reatroalimentarnos en nuestra amargura y poder continuar con nuestro día a día en plenas facultades y sin temer a la mala suerte.

Haz que todo mejore

Por otro lado, no te boicotees más de lo necesario. Después de todo, para disfrutar de nuestra vida siempre harán falta días malos de tal manera que podamos ver el contraste o notar la diferencia. Por ello, no desesperes ni caigas en la trampa del pesimismo, pero tampoco del optimismo; tan solo razona que es un mal día y que solo has de esperar hasta mañana o pasado para que la situación mejore.

"La gente puede volverse adicta al drama", asevera la psicóloga. "Puede llegar a ser muy difícil salir del mal humor y aferrarse a lo que va mal. Por ello, tiene que haber una decisión propia y ejecutiva de que preferirías estar bien que mal". Obviamente, si tu malestar tiene una justificación lo que deberás hacer será reflexionar sobre el problema para ponerle solución, y en caso de que no la haya o sea imaginaria y de verdad interfiera en tu día a día, acudir a un psicólogo para que te eche una mano, ya que si encadenas muchos días con el estado de ánimo en niveles bajos puedes padecer algún tipo de trastorno mental con rasgos depresivos del que ni siquiera eres consciente.

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"Como persona que casi siempre está de mal humor, mi propio método es no presionarme demasiado para salir de ese estado de ánimo y compensarlo con cualquier cosa", asegura por su parte Magdlane Taylor, periodista de 'Mel Magazine'. "A menudo he intentado hacer algo productivo para remediarlo, como limpiar, pero en el momento en el que me sale algo mal me rindo. Todo consiste en no establecer unas expectativas demasiado altas para que si alguna otra cosa sale mal, no perder los papeles".

Para concluir, no pasa nada por tener uno o varios días consecutivos malos. Tan solo hace falta tener paciencia y, en la medida de lo posible, intentar remediarlo con alguna actividad que te motive o te despeje la mente para salir de estas recaídas en el mal humor, la tristeza o el aburrimiento. Después de todo, y como decíamos antes, para que existan días pletóricos también debe haber días en los que lo mejor sería no salir de la cama.

Hay días en los que te levantas más legañoso que de costumbre y, nada más acudir a tu puntual cita con el café, echas sal en vez de azúcar en la taza. No te das cuenta hasta que de repente le metes un tímido trago y te dan ganas de vomitar. Entonces piensas algo así como: "oh Dios, hoy no va a ser un buen día". O, directamente, aplicado a estos tiempos pandémicos, cruzas el portal dispuesto a hacer la compra y justo cuando llegas a las puertas del supermercado te das cuenta de que no llevas puesta la mascarilla. O algo mucho más simple: has tenido una noche de espanto en la que ya sea por el frío, las pesadillas o el insomnio, no pudiste descansar, y te arrastras por la acera como un zombi, llegas tarde a tu puesto de trabajo y tu jefe te echa la bronca.

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