Adelgaza 80 kilos en menos de un año siguiendo tres consejos importantes

Cada vez que Christopher Huerta tenía un problema siendo niño, recurría a la comida. Daba igual que fuera el divorcio de sus padres que las malas notas: todo lo arreglaba comiendo. Era su refugio, la manera de sobreponerse a las adversidades. Pero, cuando Christopher creció y siguió buscando en la comida la manera de seguir adelante cuando las circunstancias le sobrepasaban, el problema se volvió particularmente serio.

Este joven reconoce a Today que estuvo muy deprimido durante años: primero el divorcio de sus padres, después la muerte de un tío suyo y, por último, el inesperado fallecimiento de un amigo. Comía mucho, de la misa manera que otras "personas recurren a ciertas adicciones, ya sea sexo, alcohol o drogas: necesitan algo que las haga sentir bien porque no pueden hacerlo por sí mismas".

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EC

En mayo de 2016 Christopher alcanzó su momento de más peso: 173 kilos. Medía 1,83, pero eso no evitaba que su obesidad fuera evidente, así que decidió adelgazar. Uno de sus amigos, amante del deporte y de la alimentación sana, le preparó un plan de comidas con pocos carbohidratos y mucha proteína, además de eliminar el azúcar de su dieta. Fue el comienzo de su proceso.

El efecto Kobe Bryant

Pero no iba a ser tan fácil: Huerta miraba a largo plazo y no era capaz de verse meses a dieta para tratar de perder peso. Hasta que un día fue a un partido de los Lakers y se inspiró en la carrera de Kobe Bryant: "Se rompió el tendón de Aquiles y pensó en dejarlo todo. Así que pensé en perder 50 kilos de la misma manera… Todo lo que puedo hacer es trabajar día a día. La 'mentalidad Mamba' trata de mejorarte a ti mismo".

Christopher comenzó su proceso de adelgazamiento siguiendo el ejemplo de Kobe: se levantaba temprano para entrenar, al igual que su ídolo, y fue introduciendo pequeños retos, "pequeños desafíos que iba superando uno a uno para lograr algo más grande. No lo hubiera logrado si no me hubiera dado cuenta de su ejemplo". Pero no fue fácil.

Hacía cada día entre 20 y 30 minutos de cardio, además de entrenamiento de fuerza con lo que terminaba agotado y dolorido. Además, no dejaba de tener hambre a todas horas, por lo que estuvo a punto de abandonar. Pero cuando se pesó cinco semanas después de comenzar su plan, se quedó anonadado: había adelgazado 17 kilos. En las siguientes seis semanas perdió otros 15 y en el mes y medio posterior, 14 kilos más.

En un verano largo adelgazó 45 kilos y cuando llegó a los nueve meses comiendo sano y con deporte, esa cifra se había disparado hasta los 77 kilos

En poco más de lo que dura un verano adelgazó 45 kilos pero, además, se dio cuenta de que todo era posible: "Estaba comprometido. La duda ya no existía. Las inseguridades acerca de ir al gimnasio ya no estaban realmente ahí". Fue el comienzo de su plan para volver a tener un cuerpo como el de sus amigos y no iba a quedarse ahí: iba a seguir perdiendo peso paulatinamente.

Adelgaza 77 kilos en nueve meses

Christopher Huerta siguió alimentándose de manera sana y saludable y cuando llegó a los nueve meses desde que cambió sus hábitos había perdido 77 kilos, situando la báscula en poco más de 95. Sin embargo, se relajó cuando llegó a ese punto y volvió a ganar 20 kilos, aunque se cuenta a tiempo de que ese no era el camino y los volvió a adelgazar. Hoy en día pesa 91 kilos, por lo que ha perdido más de 80 desde que comenzó su plan.

Reconoce que ahora está "en la mejor forma de mi vida. Lo he abordado de manera diferente esta vez, escuchando a mi cuerpo y sintiéndolo, sé lo que mi cuerpo puede hacer". Pero Christopher tiene claro que fijarse en el ejemplo de Kobe Bryant ha sido decisivo para él: "La forma en la que él veía las cosas era diciendo 'quiero ser el mejor'. Esa es la mentalidad que tuve que adoptar para adelgazar: quiero ser el mejor en perder peso".

Echando la vista atrás, Christopher Huerta reconoce que hubo algunos consejos clave que le ayudaron a conseguir su objetivo. El primero fue dejarse ayudar, buscar un apoyo. Él lo encontró en su amigo Héctor, que le introdujo en el mundo del deporte y la alimentación sana. Pero esa ayuda puede venir de una pareja, de la familia, de los amigos o, incluso, de algunos desconocidos a través de las redes sociales. Todo apoyo es bienvenido.

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El segundo consejo es el de buscar el equilibrio: no podía comer a todas horas como respuesta a cualquier cosa que salía mal en su vida, pero tampoco podía volverse loco pensando que si comía una pizza tenía que correr dos horas para bajar esas calorías: "Hay estrés por comer y luego está el estrés por hacer ejercicio. Me estaba ejercitando mucho y creo que he llegado a un punto mental en el que es como si no tuviera que obsesionarme con esto".

Por último, este joven recomienda hablar con otras personas y compartir consejos y progresos. Por eso creó su cuenta de Instagram y ahí es donde ha ido dejando su evolución para que sirva como ejemplo a otras personas. Es lo mínimo que él puede hacer recordando a la persona que sirvió de inspiración para él y que le ayudó a cambiar de vida, aún sin conocerlo: Kobe Bryant.