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Un hombre tarda 4 horas en comerse unas patatas para no ponerse la mascarilla en todo el vuelo
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NADIE LE DIJO NADA EN TODO ESE TIEMPO

Un hombre tarda 4 horas en comerse unas patatas para no ponerse la mascarilla en todo el vuelo

Un turista se ha hecho viral por la estrategia que utilizó para no tener que utilizar una mascarilla en las cuatro horas que duró su vuelo hasta Tenerife

Foto: Michael Richards, con su mascarilla y su bote de Pringles (Foto: Facebook)
Michael Richards, con su mascarilla y su bote de Pringles (Foto: Facebook)

Michael Richards es un británico de 41 años que viaja con cierta frecuencia a Canarias para disfrutar del buen clima y todas las bondades de las islas afortunadas. El pasado 25 de agosto voló hasta el aeropuerto de Tenerife Sur junto a su mujer y sus dos hijos, de 6 y 10 años respectivamente, para disfrutar de dos semanas de vacaciones, nada a priori destacable.

Sin embargo, lo que ha trascendido es la estrategia que Richards utilizó para no ponerse la mascarilla en las cuatro horas que duró el vuelo que llevó a su familia desde Mánchester hasta Tenerife. Lo hizo aprovechando un vacío legal que permite quitarse la mascarilla para comer o beber y él estuvo casi cuatro horas comiendo un bote de patatas fritas.

Foto: Las Pringles no son patatas fritas
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Tal y como él mismo ha explicado a través de su perfil de Facebook, antes de subir al avión se compró un bote de Pringles. Calculó que en su interior habría alrededor de unas 100 patatas, por lo que si se comía una patata cada dos minutos y medio podría completar todo el trayecto sin tener que usar la mascarilla. Y eso es exactamente lo que hizo.

Cuatro horas comiendo patatas

Tal y como él mismo ha reconocido al Standard, no se trata de que sea una persona que protesta habitualmente contra el uso de la mascarilla ni un convencido negacionista del coronavirus, sino que lo hizo, simplemente, por pasar un buen rato: "No puedo creer que lograra que esas Pringles duraran cuatro horas. Eso es una patata cada dos minutos y medio".

placeholder La tripulación de Easyjet no dijo nada al pasajero en todo el trayecto (Reuters/Andrew Boyers)
La tripulación de Easyjet no dijo nada al pasajero en todo el trayecto (Reuters/Andrew Boyers)

Asegura que nadie de la compañía Easyjet con la que voló le dijo nada a lo largo del vuelo para que se pusiera la mascarilla, dado que siempre le veían con el bote de patatas. Por eso, solo tuvo que utilizar dos veces la mascarilla: una para ir al cuarto de baño y otra para levantarse a colocar su maleta en el compartimento sobre su cabeza.

Por su parte, un portavoz de EasyJet explica que "los pasajeros reciben comunicaciones claras antes de viajar y en el avión para asegurarse de que saben que, de acuerdo con las nuevas pautas, deben usar una mascarilla a bordo, excepto cuando comen o beben. Aunque nuestra tripulación siempre intentará estar atenta para garantizar que los pasajeros cumplan con el requisito de usar la mascarilla, no se plantearon problemas a la tripulación sobre el comportamiento de este pasajero durante el vuelo".

Ningún pasajero se quejó porque Michael Richards se pasara todo el viaje sin mascarilla comiendo su bote de patatas fritas

Richards estuvo prácticamente las cuatro horas de vuelo sin la mascarilla puesta y nadie le dijo nada, ni la tripulación ni otros pasajeros. Ahora está en Tenerife disfrutando de sus vacaciones, pero es posible que para la vuelta a casa no tenga tanta suerte: su historia se ha hecho viral y su cara ya es muy conocida entre turistas y miembros de la aviación.

Michael Richards es un británico de 41 años que viaja con cierta frecuencia a Canarias para disfrutar del buen clima y todas las bondades de las islas afortunadas. El pasado 25 de agosto voló hasta el aeropuerto de Tenerife Sur junto a su mujer y sus dos hijos, de 6 y 10 años respectivamente, para disfrutar de dos semanas de vacaciones, nada a priori destacable.

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