¿Piel seca y apagada? Así puedes recuperarla después del verano

Después de largas jornadas bajo el sol en la playa, la piscina o en la terraza, los paseos al aire libre y de vigilar un poco menos la alimentación para disfrutar de algún que otro capricho en lo que se refiere a comidas y bebidas, llega el fin del verano y el momento de volver a la rutina diaria. Y es ahora cuando se empiezan a notar los efectos que ha causado el verano en el cuerpo, especialmente en la piel.

El cloro de las piscinas o el salitre del mar tienden a dejar la piel áspera y seca, pero la exposición prolongada al sol es una de las principales causas del daño en la piel. El sol provoca envejecimiento prematuro, además de falta de brillo, falta de hidratación y, por tanto, una sensación de piel 'apagada'. Además, a medida que desaparece el bronceado y se empieza a recuperar el tono habitual de la piel, es posible que se descubran algunas manchas en las que antes no se había reparado, o lunares que han cambiado de forma y color a consecuencia de los rayos ultravioleta a los que se ha estado expuesto, sobre todo, en la piel de la cara y del escote.

Para recuperar la vitalidad de esta parte del cuerpo, es fundamental retomar hábitos saludables. Esta es la mejor época del año para hacerlo. El jefe de la Unidad de Dermatología del Hospital Ruber Internacional, el doctor Luis Pastor, explica que “después del verano, en otoño o invierno, es conveniente hacer una puesta a punto con cuidados intensivos tanto en alimentación, aportando más vitamina C y A para contrarrestar la oxidación que ha sufrido la piel con el sol, como en la estética, iluminando las zonas más dañadas con 'peelings' o mediante láser para recuperar el estado ideal de nuestra piel”.

Para ayudar a esa recuperación, como en todos los aspectos, siempre es fundamental seguir buenos hábitos alimenticios, y, según nos explica el doctor Pastor, "lo esencial es realizar dietas equilibradas, que contengan todos los elementos de la alimentación, donde deberían predominar las frutas, verduras y hortalizas, seguidas de pescado, huevos, carnes blancas, frutos secos y aceite de oliva. En tercer lugar de frecuencia y cantidad de consumo, estarían los hidratos de carbono, como los cereales integrales o arroz, teniendo en cuenta que su consumo va a depender del ejercicio físico (a mayor ejercicio físico, mayor ingesta de hidratos de carbono), y los lácteos. En el cuarto escalón, estarían las carnes rojas, carnes procesadas, embutidos y las grasas. Por último, y a evitar en la medida de lo posible, las bebidas fermentadas, cerveza, vino, alcoholes espirituosos, y prescindir de los azúcares refinados, como los dulces, bollería industrial, y también las grasas, mantequilla, manteca. El ejercicio físico regulado y habitual hará que conformemos un buen estado de salud y nos recuperemos de los excesos del verano".

"Los complementos alimenticios en forma de vitaminas, aminoácidos y proteínas no son necesarios si somos capaces de llevar a cabo estos consejos, pero en alguna ocasión pueden venirnos bien durante un periodo", añade el doctor Luis Pastor.

Si se descubre alguna mancha nueva en la piel o algún lunar que ha cambiado de aspecto, es el momento de acudir al especialista

La primera recomendación que se debe poner en práctica es realizar una limpieza profunda para eliminar las células dañadas o muertas y dejar paso a las nuevas. Para realizar esta limpieza, la opción más sencilla son los 'peelings', que ayudan a combatir los daños causados por la exposición prolongada al sol además de prevenir el envejecimiento prematuro de la epidermis. También pueden eliminar manchas superficiales y marcas de acné.

No obstante, si se descubre alguna mancha nueva en la piel, que no se había observado antes del verano, o algún lunar que ha cambiado de aspecto, es el momento de acudir al especialista. Es esencial poder diagnosticar un posible cáncer de piel desde estadios tempranos para frenar un posible melanoma.

La hidratación es fundamental

Otro aspecto importante después del verano es la hidratación cutánea, que se debe llevar a cabo con un hábito tan sencillo como beber agua. Lo ideal, según los especialistas, es beber de un litro y medio a dos al día y, por supuesto, hacerlo todo el año, no solo en verano. Pero, en estos momentos, cobra especial importancia para recuperar el aspecto saludable que se busca en la piel. El doctor Luis Pastor aconseja especialmente llevar una alimentación sana y dormir ente seis y ocho horas al día.

También es importante hidratarse por fuera, es decir, utilizar una crema corporal y facial adecuada a cada tipo de piel, “ya que ayudan a retener y evitan la pérdida de agua transepidérmica —a través de la piel—”. Para pieles jóvenes o con acné, se deben utilizar cremas o geles que no contengan aceites y que preferiblemente sean no comedogénicas, que eviten el exceso de producción de sebo, con el propósito de no obstruir los poros. Para las pieles secas y maduras, será recomendable que la crema esté enriquecida con sustancias muy hidratantes como, por ejemplo, el ácido hialurónico. También es muy recomendable utilizar cosméticos con retinol o ácido retinoico, ya que ayudan a acelerar la regeneración de la piel y son uno de los activos antiedad más y mejor valorados. No obstante, antes de comenzar a utilizarlos, es recomendable consultar con un dermatólogo cuáles son las cantidades y la frecuencia para su uso, ya que pueden irritar la piel. Por último, sin importar el tipo de piel ni la época del año en la que nos encontremos, se debe utilizar un producto con fotoprotección, que será la mejor fórmula antiedad, ya que evita el envejecimiento prematuro de la piel causado por el sol.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Ruber Internacional.