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Si eres antisocial no te protegerás del coronavirus, según un estudio
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Si eres antisocial no te protegerás del coronavirus, según un estudio

Exponerse a uno mismo (así como a los demás) al riesgo, cuando este se puede evitar, es un rasgo típico de personas con bajos niveles de empatía y tendencias antisociales

Foto: Fuente: iStock.
Fuente: iStock.

La pandemia por coronavirus ha descubierto distintos tipos de personas: aquellas que intentan protegerse hasta el punto de llegar a la histeria en algunos casos (recordemos cómo el papel higiénico desapareció de los supermercados allá por marzo), las que se lo toman en serio sin que esto afecte a su vida o su salud mental, las que en general minimizan el tema porque no quieren ser alarmistas e incluso unas últimas que niegan que la enfermedad exista y creen que todo se trata de un complot orquestado por unos ambiguos poderosos que lideran el mundo.

Es natural que, ante una situación que jamás habíamos concebido o creído que pudieramos vivir, las personas reaccionen de distinta manera. A la hora de la convivencia, sin embargo, es más difícil aceptarlo: es probable que en los últimos meses hayas tenido más de una discusión con amigos o familiares cercanos porque vuestros puntos de vista sobre la pandemia, la seguridad y la gestión del gobierno son diametralmente diferentes. ¿A qué se debe esta disparidad cuando, en otros aspectos de vuestra vida, estáis de acuerdo? Pues quizá todo esto tenga que ver con vuestros rasgos sociales.

Así lo asegura un nuevo estudio realizado en Brasil que concluyó que las personas con rasgos antisociales tienen menos probabilidades de seguir las medidas de contención de la enfermedad, según informa 'New York Post'. Algunos rasgos como la insensibilidad, el engaño, la hostilidad o el asumir riesgos suelen presentarse en personas diagnosticadas con trastorno de personalidad antisocial, según explicaron. Estos rasgos se relacionan con comportamientos que rebasan la legalidad, como pueden ser todos los relacionados con la criminalidad o la violencia.

Los rasgos antisociales explicarían por qué algunas personas ignoran las medidas de contención incluso cuando aumentan los casos y muertes

El estudio ha sido publicado recientemente en la revista 'Personality and individual differences' y en él se planteó la hipótesis de que aquellos con niveles más altos de rasgos antisociales así como menor empatía muestran más dificultades para hacer caso a estas medidas de contención impuestas por los gobiernos de todo el mundo. Según explicaban, exponerse a uno mismo (así como a los demás) al riesgo, cuando este se puede evitar, es un rasgo típico de personas con bajos niveles de empatía y tendencias antisociales.

Foto: Tener relaciones sociales y evitar actividades sedentarias evitan la depresión. (iStock)

La muestra para realizar el estudio se llevó a cabo con 1.578 adultos que respondieron preguntas sobre el cumplimiento de medidas de contención y las pruebas del virus. Concluyeron que los rasgos mencionados anteriormente explican, en parte, por qué algunas personas continúan ignorando las medidas de contención incluso cuando sigue habiendo aumentos de casos y muertes.

"Nuestros hallazgos pueden ser útiles para las políticas de salud pública", explicaron. "Se pueden realizar exámenes que, si demuestran que estos rasgos en un individuo son elevados, establecieran intervenciones con el objetivo de que se cumplan mejor las medidas de contención". La clave está ahora en que aquellos que deciden ignorar las medidas de contención comprendan la gravedad de hacerlo, sin minimizar el problema o, directamente, creer que se trata de un complot.

La pandemia por coronavirus ha descubierto distintos tipos de personas: aquellas que intentan protegerse hasta el punto de llegar a la histeria en algunos casos (recordemos cómo el papel higiénico desapareció de los supermercados allá por marzo), las que se lo toman en serio sin que esto afecte a su vida o su salud mental, las que en general minimizan el tema porque no quieren ser alarmistas e incluso unas últimas que niegan que la enfermedad exista y creen que todo se trata de un complot orquestado por unos ambiguos poderosos que lideran el mundo.