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Las consecuencias para el cerebro de padecer obesidad
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Las consecuencias para el cerebro de padecer obesidad

El estrés o la ansiedad pueden incitar a la persona a comer de forma compulsiva pero un reciente estudio relaciona la obesidad con un menor flujo sanguíneo cerebral

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de los casos de obesidad se han triplicado en el mundo entre los años 1975 y 2016. Según los últimos datos publicados por la OMS, más de 1.900 millones de personas mayores de 18 años tiene sobrepeso y, de ellos, más de 650 millones eran obesos. En el caso de España, las últimas cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a 2017 hablaban de un 18,2% de hombres y un 16,7% de mujeres.

"El sobrepeso y la obesidad están vinculados a más muertes en todo el mundo que el bajo peso"—ha alertado la OMS—. "A nivel mundial, hay más personas obesas que con bajo peso". La organización mundial explica que, a nivel mundial, hay una mayor ingesta de alimentos ricos en grasa y azúcares y un aumento, a su vez, de la inactividad física, una vida más sedentaria que tiene que ver con las formas de trabajo y de vida en las ciudades.

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El sobrepeso y la obesidad lo marca el índice de masa corporal (IMC), que muestra la grasa corporal que tiene una persona en relación a su estatura y a su peso. Se divide el peso, expresado en kilos, entre la estatura en metros elevada al cuadrado. Si este valor está entre 25 y 30, habrá sobrepeso; por encima de 30, se considera obesidad y más de 40 obesidad extrema. Esta última circunstancia, conocida como obesidad mórbida, se caracteriza por un exceso de tejido adiposo, de grasa, que aumenta progresivamente y supone un riesgo para la salud del paciente.

Existen diferentes factores por los que una persona puede padecer esta enfermedad. Uno de ellos tiene que ver con la genética, que pueden afectar a la cantidad de grasa corporal que se almacena y como se distribuye en nuestro cuerpo. También tienen su importancia los factores psicológicos, ya que estados anímicos como el de estrés, la ansiedad o la depresión pueden incitar a la persona a comer de forma compulsiva. Una tesis doctoral realizada por una endocrina en 2018 reveló que existe una alta proporción de diabéticos tipo 2 y pacientes con obesidad que padece algún tipo de trastorno psicológico y que tratarlos mejora el control de la enfermedad y su calidad de vida.

Además, un reciente estudio publicado en la revista 'Journal of Alzheimer's Disease' ha relacionado un IMC alto con un menor flujo sanguíneo cerebral, lo que se asocia a una mayor riesgo de padecer Alzheimer y enfermedades mentales. Según esta investigación, si el peso de una persona aumenta, todas las regiones del cerebro disminuyen su actividad, así como el flujo sanguíneo. Para llegar a esta conclusión los científicos analizaron más de 35.000 escaneos de neuroimágenes de más 17.000 pacientes. El flujo sanguíneo cerebral tiene relación, además, con la depresión, el TDAH, el trastorno bipolar, la esquizofrenia y otras enfermedades.

La obesidad es una enfermedad que contribuye a la aparición de otras patologías como hipertensión arterial, diabetes, síndrome de apnea del sueño...

Algunos problemas de la tiroides también pueden acabar en obesidad y, por supuesto, no debemos olvidar que los hábitos poco saludables en alimentación (como el creciente consumo de productos ultraprocesados) o una vida sedentaria son uno de los principales factores. Si la persona no es activa, no quema calorías y engordará. La edad también influye, ya que a medida que envejecemos, aumentan nuestras posibilidades de padecer obesidad. También medicamentos como algunos antidepresivos, anticonvulsivos, medicamentos para la diabetes, esteroides, etc, y algunas enfermedades como la artritis, que disminuyen el nivel de actividad física, pueden provocar aumento de peso.

La obesidad es una enfermedad que, a su vez, contribuye a la aparición de otras patologías como hipertensión arterial, diabetes, dislipemia, síndrome de apnea del sueño, cardiopatías, problemas de fertilidad en las mujeres y un largo etcétera. Además, disminuye la calidad de vida y la esperanza de vida y aumenta el riesgo de mortalidad, “especialmente al coincidir con otras enfermedades, como puede haber sido el caso de pacientes con covid-19”, añade el Dr. Javier Moreno, jefe del Servicio de Cirugía del Hospital Quirónsalud Málaga.

¿Y si nada funciona?

Para aquellos pacientes que ni el ejercicio, la dieta, ni el tratamiento con medicación ayuda a controlar el peso, está la opción quirúrgica. Actualmente la cirugía bariátrica por vía laparoscópica, es decir la cirugía para perder peso, se considera el procedimiento más seguro y eficaz para tratar la obesidad grave. Es un procedimiento mínimamente invasivo y poco doloroso. Tras la intervención, el paciente puede ser dado de alta en uno o dos días.

El Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo de Quirónsalud Málaga dirigido por el doctor César Ramírez, junto al jefe del departamento de Cirugía de la Obesidad, el doctor Javier Moreno, ha realizado una intervención en directo, que se ha podido seguir 'online', a una paciente con un IMC de más de 40 con cirugía bariátrica. El doctor Ramírez explica qué “se le hizo un estudio de endoscopia digestiva y radiología para descartar posibles patologías que pudieran contraindicar la cirugía de la obesidad mediante la técnica de gastrectomía vertical laparoscópica”.

La cirugía bariátrica por vía laparoscópica se considera el procedimiento más seguro y eficaz para tratar la obesidad grave

Los procedimientos restrictivos, como la gastrectomía vertical, reducen el tamaño del estómago, para contener menos alimentos y aumentar la sensación de saciedad, pero mantiene el resto de las funciones digestivas. Otra opción es la colocación de un by-pass gástrico “recomendado a pacientes con un IMC por debajo de 50, con problemas de reflujo gastroesofágico y si existe diabetes asociada a la obesidad”, aclara el doctor Javier Moreno. Aplicar una técnica quirúrgica u otra dependerá siempre de cada caso, pero los expertos coinciden que es el único procedimiento eficaz para reducir el exceso de peso y evitar enfermedades graves.

Dado que el Hospital Quirónsalud Málaga tiene instaurado el Protocolo Seguro frente al COVID-19 certificado por la auditora externa Aplus+, “48 horas antes de la intervención, se realizó a la paciente un test PCR y se le aconsejó el máximo aislamiento”.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Quirónsalud Málaga.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de los casos de obesidad se han triplicado en el mundo entre los años 1975 y 2016. Según los últimos datos publicados por la OMS, más de 1.900 millones de personas mayores de 18 años tiene sobrepeso y, de ellos, más de 650 millones eran obesos. En el caso de España, las últimas cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a 2017 hablaban de un 18,2% de hombres y un 16,7% de mujeres.

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