¿Por qué preferimos los números redondos a los irregulares?

Un estudio sugiere que nuestras mentes están preparadas para preferir los números redondos a los irregulares, incluso cuando la opción irregular nos pueda beneficiar.

En una serie de experimentos con 1.552 participantes, los voluntarios fueron evaluados en sus respuestas y formas de proceder ante números redondeados y no redondeados.

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"Los números tienen un lenguaje y dan percepciones no numéricas", explica el economista del comportamiento Gaurav Jain, del Instituto Politécnico Rensselaer de Nueva York (Estados Unidos). "Cuando usamos números concretos, el proceso evaluativo disminuye. No había ninguna razón aparente para este tipo de comportamiento, y esto fue increíblemente sorprendente".

Menor esfuerzo cerebral

Según los investigadores, las personas ven los números irregulares con sorpresa y potencialmente se requiere mayor poder cerebral para procesarlos. Además, los números no redondeados tienen más probabilidades de ser comparados con cifras ideales, como un 100 por 100, sólo para darles un mejor sentido.

"Cuando usamos números concretos, el proceso evaluativo disminuye. No hay ninguna razón aparente para este tipo de comportamiento, y esto fue increíblemente sorprendente"

En nuestros intentos por entender los números irregulares que no terminan en cero, les damos connotaciones negativas, según el estudio. No coinciden con las cifras redondeadas ideales con las que instintivamente las comparamos.

"Debe tenerse cuidado al utilizar números no redondos, porque el uso de este enfoque en los mensajes de comunicación puede disminuir las evaluaciones subjetivas del objetivo sobre los atributos asociados", añade Jain en declaraciones recogidas por Science Alert.

Según los investigadores, estos hallazgos, publicados en la revista científica 'Organizational Behavior and Human Decision Processes', pueden aplicarse de todo tipo de maneras para evitar la confusión y para empujar a la gente en la dirección correcta.

Es un campo poco estudiado y en el que aún no hay conclusiones aceptadas por todos. Por ejemplo, otros estudios han demostrado que los números no redondeados pueden hacer que esas cifras parezcan más fiables y reducir la inclinación a negociar, por ejemplo.