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Un alcalde salva 'in extremis' la boda de una pareja a la que el cura dejó en la estacada
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En Massachusetts, Estados Unidos

Un alcalde salva 'in extremis' la boda de una pareja a la que el cura dejó en la estacada

La madre de la novia se dio cuenta de que el alcalde estaba cerca de los novios y le pidió que les casara, aunque tuvo que pedir una autorización especial al gobernador del estado

Foto: El alcalde, Carlo DeMaria, posó junto a los novios tras el enlace (Foto: Facebook)
El alcalde, Carlo DeMaria, posó junto a los novios tras el enlace (Foto: Facebook)

Cuando una pareja decide casarse quiere tener atado hasta el último detalle para que el día de su boda todo salga a la perfección y se convierta en un recuerdo imborrable para el resto de su vida. El vestido, el banquete, los invitados, el lugar de celebración… nada puede dejarse a la improvisación para que ningún disgusto pueda arruinar el día más feliz de la vida de los novios.

En Everett, una pequeña ciudad del estado de Massachusetts, en el noreste de Estados Unidos, apenas viven 50.000 personas. Dos de ellas son Matt Kalliath y Naomi Wiens, cirujanos en un hospital y que habían preparado con mimo hasta el mínimo detalle de su boda y estaban preparados para disfrutar del día más importante de su existencia. Pero, cuando llegó el momento, faltó lo más importante: el cura.

Todo estaba dispuesto: el altar, las sillas, los invitados, las flores… todo, excepto el pastor que iba a casar a la pareja, que no apareció por el lugar en el que se le esperaba. Los nervios comenzaron a aparecer poco a poco y se fueron transformando en desesperación conforme iba pasando el tiempo. Parecía que el día se iba a arruinar por algo totalmente insospechado.

Una solución drástica

Sin embargo, no iba a ser tan fácil que el día más importante de los novios se fuera al traste y sus familias comenzaron a pensar soluciones. Hasta que la madre de la novia, "desesperada", tal y como explica el Boston Herald, descubrió que el alcalde de la localidad, Carlo DeMaria, se encontraba en los alrededores y se fue directamente a hablar con él.

La mujer preguntó al edil si podía utilizar su cargo para casar a la pareja, pero el hombre respondió que él no tenía autoridad para poder hacerlo. Sin embargo, se apiadó de los novios y realizó una llamada de emergencia a quien sí tenía esa autoridad: el gobernador del estado de Massachusetts, Charlie Baker.

Dicho y hecho, tras explicar lo sucedido, Baker dio a DeMaria un permiso especial para poder casar a los novios y el alcalde, con la ropa informal que llevaba en ese momento y pese a desentonar un poco con el vestuario de la pareja, pudo casarlos y conseguir que la ceremonia se llevara a cabo y no se arruinara la boda. Final feliz para Matt y Naomi, que no olvidarán jamás este día.

Cuando una pareja decide casarse quiere tener atado hasta el último detalle para que el día de su boda todo salga a la perfección y se convierta en un recuerdo imborrable para el resto de su vida. El vestido, el banquete, los invitados, el lugar de celebración… nada puede dejarse a la improvisación para que ningún disgusto pueda arruinar el día más feliz de la vida de los novios.

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