Así evoluciona la caída del pelo en los hombres (y cuál es la década clave)
La calvicie es uno de los temores masculinos por excelencia, pero no es lo mismo comenzar a 'clarear' en la juventud que en la adultez. Te explicamos por qué
Aunque algunos hombres a lo largo de la historia han utilizado sus cabezas rapadas o calvas como baza de atractivo (desde Yul Brynner a Jason Statham, pasando por Zidane), lo cierto es que a la mayoría de los mortales les aterra perder pelo y consideran que buena parte del atractivo masculino reside en una suave, sedosa y frondosa melena.
Ser calvo puede ser un calvario, y no es un problema reciente. Los antiguos egipcios, en una receta de hace más de 5.000 años, ya aconsejaban mezclar las espinas quemadas de un erizo, sumergidas en miel y aceite, con alabastro, ocre rojo y muestras de debajo de las uñas y después untar ese extraño brebaje sobre la zona afectada. A día de hoy la sociedad ha evolucionado y en lugar de mezclar erizos y miel, prefieren acudir a clínicas (ya sea aquí o en Turquía) donde les injertarán de nuevo el deseado cabello perdido.
Los egipcios, en una receta de hace más de 5.000 años, ya aconsejaban untar un extraño brebaje sobre la zona afectada para evitar la calvicie
Por supuesto, aquellos que se desesperan y empiezan a clarear, tratando de buscar en las ramas familiares al culpable de su pérdida (¿un abuelo materno o paterno?), te dirá nue no es lo mismo perder pelo con 20 años que con 60. Si la pérdida de cabello es progresiva e irremediable a todas luces, ¿cuándo puede dejar de preocuparse el varón por su futura caída de pelo? ¿Cuál es la edad de inflexión?
Según explica Carlos Wambier, director de investigación de dermatología cosmética en la Universidad de Brown, en 'Melgamazine', la pérdida de cabello nunca se detiene. "Si comienzas aproximadamente después de la pubertad y continúa gradualmente hasta los 50 años. Sin embargo, una vez que alcanza esa edad, la pérdida de cabello no solo no se detiene, sino que se acelera. La edad 'pico' para la pérdida de cabello, de hecho, generalmente es entre los 50 y 60", indica.
Si comienzas a perder pelo después de la pubertad, continuarás gradualmente hasta los 50 años
Wambier indica que esto se debe a que "las vías celulares cambian" a medida que envejecemos. Nuestro cuerpo crea más enzimas que convierten la testosterona en dihidrotestosterona. Esto hace que la próstata crezca y que el pelo que hay en el cuero cabelludo se vuelva menos denso. "Por tanto, los que ya habían 'clareado' un poco se vuelven calvos del todo". Incluso aquellos con un cabello envidiable hasta la edad adulta también perderán esa preciada mata con la edad, pero esto no será tan grave o significativo como los que ya perdieron pelo los años anteriores.
A partir de los 60 años, se produce ese 'golpe final' que viene de las hormonas. Además, según Wambier, el daño solar en el cuero cabelludo también juega un papel fundamental. "El cuero cabelludo se vuelve susceptible a la radiación y las mutaciones de los rayos UVA, lo que destruye aún más las importantes células madre superficiales de los folículos", explica.
El daño solar en el cuero cabelludo juega un papel fundamental, al igual que la alimentación
Por tanto, si llegas a los 50 años con una buena melena, por mucho que sepas que a los 60 sufrirás un irremediable golpe, puedes respirar tranquilo. Eso sí, no todo está perdido si eres joven y comienzas a ver como tu lavabo se llena de pelo, y no todas las soluciones pasan por pillarte un vuelo a Turquía. La dieta, por ejemplo, marca una gran diferencia con la pérdida de cabello, ya que una buena nutrición puede afectarte. Además, si atajas el problema a tiempo (el minoxidil, por ejemplo, es una buena opción), siempre te ayudará. El problema no desaparecerá, pero puedes aceptarlo, negarlo o intentar solucionarlo, tú eliges qué opción es la más adecuada para ti.
Aunque algunos hombres a lo largo de la historia han utilizado sus cabezas rapadas o calvas como baza de atractivo (desde Yul Brynner a Jason Statham, pasando por Zidane), lo cierto es que a la mayoría de los mortales les aterra perder pelo y consideran que buena parte del atractivo masculino reside en una suave, sedosa y frondosa melena.