La razón por la que, si ganas la lotería en Canadá, tienes que resolver una ecuación

Como cada semana, decides acudir a la administración de lotería para hacer una quiniela. Después de marcar todos los resultados con las combinaciones que crees que pueden ser las ganadoras, pagas y validas el cupón. Cuál es tu sorpresa cuando, tres días más tarde, tras acabar la jornada deportiva, descubres que has acertado todos los pronósticos: eres el ganador de un importante bote económico. Pero, atención, aún no has ganado el dinero: para conseguirlo, deberás resolver una ecuación matemática. ¿Te imaginas esta situación? Pues es exactamente lo que ocurre en Canadá.

En el país americano, cualquier premio o sorteo conlleva la asignación de un problema matemático que es necesario resolver para conseguir hacerse con el bote económico. Cada ganador de cualquier lotería del país, además de acertar la combinación agraciada, deberá de dar la solución correcta a esta ecuación para poder recoger el premio. Pero, ¿por qué se hace esto? En realidad, la propia ley de Canadá es la que tiene la respuesta a este extraño misterio.

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EC

Muchos podrían pensar que se trataría de una especie de código para determinar que es un humano el que ha conseguido el premio. De manera similar a lo que ocurre con los 'captchas' en Internet, quizá Canadá lo que busca es que sean personas reales las que se han encargado de realizar las combinaciones ganadoras y no ordenadores que a través de enrevesados y complicados algoritmos han conseguido encontrar la solución en base a la probabilidad y la estadística para conseguir un premio económico. Pero nada más lejos de la realidad.

Lo cierto es que se trata de una situación relacionada directamente con sus leyes, en las que se prohíbe que los juegos de azar puedan ofrecer la oportunidad de ganar un premio. O dicho de otra manera, no está permitido que un sorteo ofrezca una recompensa por ganar. Entonces, ¿cómo solventar esta problemática? La solución fue descubierta en el año 1984, momento en el que los organizadores de un sorteo decidieron incluir, además, una pregunta matemática con cuatro operaciones para conseguir el premio. El juzgado lo dio por válido, al entender que ya no era un sorteo puro, sino que requería también de una prueba de habilidad, según explica 'Half as Interesting'.

Desde entonces, los sorteos en Canadá llevan asignados una ecuación para poder recoger el premio, pues de otra manera las leyes indicarían que estaría prohibido hacerse con el bote económico. Así, cualquier persona que participa en el sorteo en el país americano no solo debe de acertar con la combinación, si no que después de resolver un problema matemático. Evidentemente, con el paso de los años se han ido haciendo cada vez más fáciles, hasta el punto de que en la actualidad puede tratarse de una simple operación matemática, tales como sumar o restar.

Aquella prueba de 1984 era mucho más compleja -aunque también muy sencilla-, pues contaba con cuatro operaciones: en primer lugar, el ganador tuvo que multiplicar 228x21. Al resultado obtenido, le sumó 10.824 y el número resultante tuvo que dividirlo entre 12. El último paso para conseguir recoger el premio era restarle al total 1.121 y, con ello, consiguió convertirse en el ganador. Desde entonces, mucho han variado las operaciones que se realizan al respecto, basándose en muchos casos una simple cuenta. Eso sí, todos los canadienses saben que si ganan la lotería, después deberán resolver un problema matemático.