Tu perro está expuesto a los mismos químicos que tú y eso es bueno para tu salud

Investigadores estadounidenses han comprobado que los perros y los humanos llevan los mismos químicos tóxicos en sus cuerpos, un descubrimiento que podría mejorar la salud humana.

Dado que los perros son muy parecidos a nosotros, y comparten el mismo espacio vital, científicos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y de la Universidad de Duke llevaron a cabo la primera investigación sobre cómo los productos químicos industriales afectan a los seres humanos y a los perros que viven con ellos. Para ello, utilizaron pulseras y collares de silicona para detectar la exposición a sustancias químicas y encontraron notables similitudes entre las cargas químicas de los perros y sus dueños.

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Estos resultados son alentadores, sostiene la líder del estudio Catherine Wise, de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, ya que muestran que los perros pueden actuar como sistemas de alerta temprana para la salud humana, proporcionando valiosas pistas sobre los efectos perjudiciales de estas exposiciones. "Hay más de 360 enfermedades que se comparten entre perros y humanos. Muchas enfermedades crónicas que resultan de la exposición ambiental a químicos pueden tardar décadas en manifestarse de manera clínica en humanos. Estas mismas enfermedades en los perros tienen un período de latencia de sólo 1 a 2 años", explica a Wise a Laboratory Equipment. Así, por ejemplo, si los científicos descubrieran que los ftalatos provocan sistemáticamente cáncer en los perros, podrían ofrecer una advertencia para que la gente sea más cuidadosa en su exposición a los plásticos.

Pulseras y collares de silicona

En el estudio, publicado en la revista científica 'Environmental Science & Technology', Wise y su equipo reclutaron a 30 perros y sus dueños para que llevaran monitores de silicona durante un período de cinco días: los humanos los llevaban en pulseras, mientras que los perros los transportaban en sus collares. Los investigadores analizaron los monitores para detectar exposiciones a sustancias químicas dentro de tres clases de toxinas ambientales que a menudo se encuentran en la sangre y la orina humanas: pesticidas, retardantes de llama y ftalatos, que se encuentran en los envases plásticos de alimentos y productos de cuidado personal. Los investigadores encontraron altas correlaciones entre los niveles de exposición de los propietarios y sus mascotas. El análisis de orina también reveló la presencia de ésteres de organofosfatos (que se encuentran en algunos productos ignífugos) tanto en los propietarios como en los perros.

"Hay enfermedades crónicas por la exposición ambiental a químicos que tardan décadas en manifestarse en humanos. En los perros tienen un período de latencia de sólo 1 a 2 años"

Más allá de probar que los perros son una poderosa especie de centinela biológico para las enfermedades humanas, los resultados del estudio apoyan el valor de usar dispositivos de control de silicona en la investigación ambiental. La silicona es tan efectiva porque absorbe pasivamente los químicos de manera similar a las células humanas, dando a los científicos una idea no sólo de los químicos que una persona contacta mientras usa el brazalete, sino también de cuánto. Anteriormente, los científicos sólo podían medir las sustancias químicas que se encontraban en la sangre y la orina, explica Kim Anderson, toxicóloga ambiental de la Universidad Estatal de Oregón, que desarrolló la tecnología de la pulsera. "Tú y yo podemos estar expuestos a la misma cosa en el mismo momento exacto y eso aparecerá en nuestra orina de manera muy diferente", añade Anderson, lo que hacía difícil entender a qué cantidad de una sustancia química estuvo expuesta una persona.

Wise y sus colegas pretenden ampliar el estudio para investigar las posibles asociaciones entre las exposiciones y los cánceres específicos de perros."Los humanos pasan cantidades increíbles de tiempo con sus perros, lo cual es especialmente cierto ahora mismo", señala Matthew Breen, profesor de Genética Oncológica Comparativa de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y otro de los autores. "Si desarrollamos formas de correlacionar las enfermedades de los perros con sus exposiciones a lo largo del tiempo, podemos dar a los profesionales de la salud humana la oportunidad de mitigar estas exposiciones para ambas especies. Este estudio refuerza el concepto de 'una salud', demostrando que, además de ser nuestros compañeros animales más cercanos, nuestros perros son realmente una especie centinela de la salud".