Cómo elegir bien una crema solar para no quemarte este verano

El verano está al caer, las temperaturas están ascendiendo en toda España y la ropa acordándose. La temporada de playa y piscina ya se puede tocar con la punta de los dedos –aunque este año de una forma peculiar– y con ella la larga exposición al sol. La mayoría de los españoles ya tienen ganas de playa y de tumbarse a tomar el sol. Pero exponerse demasiado al astro rey podría ser peligroso para nuestra piel; por lo que debemos tomar precauciones y poner especial atención al protector solar.

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“El sol, cuando se toma de forma moderada y progresiva, aumenta la producción de melanina –por eso nos ponemos morenos– y aumenta ligeramente el grosor de la capa córnea de nuestra epidermis. Ambos mecanismos son adaptaciones para limitar el daño de la radiación ultravioleta en nuestra piel”, explica El Confidencial el dermatólogo Ángel Pizarro, Jefe de la Unidad de Prevención y Diagnóstico Precoz de Melanoma de la Clínica Dermatológica Internacional.

Pero si nuestra piel se expone de forma intensa al sol sin estar adaptada a ello, el primer efecto que notamos es que nos quemamos con facilidad, con las molestias que ello conlleva (rojez, a veces ampollas, escozor, picor...). “A largo plazo, las quemaduras solares aumentan claramente el riesgo de padecer melanoma. Y el exceso de sol, incluso sin quemaduras, favorece el envejecimiento prematuro de nuestra piel y la aparición de epiteliomas, formas de cáncer de piel menos graves que el melanoma, pero mucho más frecuentes”, apunta el dermatólogo.

Uno de los elementos recomendables para proteger la piel de quemarse es la crema, aunque solo con esta no basta. Elegir un protector solar adecuado para cada tipo de piel depende de varios factores.

Cómo elegir la crema correcta

Para el dermatólogo un buen protector solar debe ser cómodo de aplicar, adaptarse bien a las características de la zona de la piel donde lo vamos a aplicar, ajustarse también bien a la edad del usuario (especialmente en relación con bebés y niños pequeños), ser eficaz (evitar sobre todo la quemadura solar, que es algo fácil de valorar por el usuario) y ser razonablemente seguro, para el usuario y para el medio ambiente.

“Como vemos, demasiadas cuestiones para las que con frecuencia el consumidor no conoce la respuesta cuando elige una crema solar concreta. De ahí la conveniencia de dejarse aconsejar por el dermatólogo o por el farmacéutico”, apunta.

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“Afortunadamente los laboratorios farmacéuticos que más trabajan en este campo han ampliado enormemente su gama de productos en los últimos años, lo que permite personalizar bastante la elección de los fotoprotectores tópicos”, explica.

En niños muy pequeños, en embarazadas y en pieles muy sensibles pueden ser más seguros los protectores con filtros minerales o inorgánicos, porque apenas se absorben. Pero son algo más densos y menos cómodos de aplicar.

Dieta mediterránea y suplementos

Para ayudar a cuidar nuestra piel este verano el doctor Pizarro aconseja seguir una dieta mediterránea rica en frutas y verduras: “Nos provee de una gran variedad de vitaminas y antioxidantes en pequeñas cantidades, que sin duda ayudarán a nuestra piel a aguantar algo mejor la radiación solar y a reparar parte del daño que el sol nos hace”.

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Hay algunos suplementos farmacológicos diseñados para ayudarnos en este sentido, según explica el especialista. Aunque no está claro que los compuestos con dosis muy elevadas de algunos antioxidantes de forma aislada sean adecuados, porque podrían tener algunos efectos secundarios indeseables. “Una vez más, conviene asesorarse por el dermatólogo o el farmacéutico antes de adquirir estos suplementos”, aclara.

Por otra parte, el dermatólogo señala que, “aunque se podrían dar muchos más consejos técnicos, yo creo que es fundamental apelar al sentido común y a la moderación”.

“Algo de sol con moderación no es peligroso para la mayoría de la gente”, aclara el experto. “Y cuando sí lo sea o cuando ese sol sea excesivo, podremos recurrir a la ropa, los gorros y las cremas para evitar riesgos. La elección dependerá de las preferencias y las circunstancias de cada uno, así como de nuestro tipo de piel. En caso de duda, los dermatólogos estamos para ayudarles”, concluye.