"Me gusta, pero pasa de mí": hacerse el interesante sirve para ligar, según la ciencia
Un estudio demuestra que son más deseables sexualmente las citas potenciales que se perciben como difíciles de conseguir
Alguna vez hemos utilizado la táctica de hacernos los interesantes ante una posible pareja: a veces ha funcionado y otras veces no. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Rochester (Estados Unidos) y del Centro Interdisciplinario de Herzliya, con sede en Israel, han examinado los efectos de hacerse el difícil, una estrategiacon cierto grado de incertidumbre, pero que, posiblemente, puede llegar a funcionar.
Gurit Birnbaum, profesor asociado de Psicología en el Centro Interdisciplinario Herzliya, y Harry Reis, profesor de Psicología de la Universidad de Rochester, descubrieron que corresponder inmediatamente al interés de otra persona puede no ser la estrategia más inteligente para atraer parejas. "La gente que es demasiado fácil de atraer puede ser percibida como más desesperada", explica Birnbaum. "Eso los hace parecer menos valiosos y atractivos que aquellos que no hacen aparente su interés romántico de inmediato".
Aunque hacerse el difícil es una estrategia habitual para atraer a las parejas, investigaciones anteriores no han sido claras sobre si esta táctica funciona y, en caso afirmativo, por qué. De hecho, estudios anteriores habían demostrado que quienes tienen mayor certeza de que una posible pareja romántica corresponde a su interés se esforzarán más por volver a ver a esa persona, al tiempo que califican la posible cita como más atractiva sexualmente de lo que lo harían si estuvieran menos seguros de las intenciones románticas de esa posible cita.
Más esfuerzo, más atractivo
En esta nueva investigación, publicada en la revista científica 'Journal of Social and Personal Relationships', el equipo ensayó tácticas en tres estudios interrelacionados, que simularon que las posibles parejas eran difíciles de conseguir, señalando su "valor de pareja" al ser, por ejemplo, selectivos en sus elecciones de pareja. Los participantes interactuaron con lo que creían ser otro participante en la investigación del sexo opuesto, pero que en realidad era un infiltrado, un miembro del equipo de investigación.
"Todos queremos salir con gente con mayor valor de pareja. Estamos tratando de conseguir el mejor negocio posible"
A continuación, los participantes calificaron el grado en que consideraban que el infiltrado era difícil de conseguir, sus percepciones del valor de la pareja (por ejemplo, "percibo al otro participante como una pareja valiosa"), y su deseo de participar en diversas actividades sexuales con el infiltrado.
Fruto de esos tres experimentos, los investigadores obtuvieron tres conclusiones claras:
- Una persona que se percibe como difícil de conseguir se asocia con un mayor valor de pareja
- Los participantes en el estudio se esforzaron más y encontraron más deseables sexualmente las citas potenciales que percibían como difíciles de conseguir
- Los participantes en el estudio se esforzaron más por volver a ver a aquellos por los que se habían esforzado más
"Todos queremos salir con gente con mayor valor de pareja. Estamos tratando de conseguir el mejor negocio posible", concluye Reis.
Alguna vez hemos utilizado la táctica de hacernos los interesantes ante una posible pareja: a veces ha funcionado y otras veces no. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Rochester (Estados Unidos) y del Centro Interdisciplinario de Herzliya, con sede en Israel, han examinado los efectos de hacerse el difícil, una estrategiacon cierto grado de incertidumbre, pero que, posiblemente, puede llegar a funcionar.