Qué es el sesgo de confirmación o por qué creemos lo que queremos creer
Por su culpa seleccionamos solo los datos que confirman nuestros prejuicios y, por tanto, nos convierte en prisioneros de nuestras suposiciones
¿Crees en los alienígenas, el pastafarismo o quizá que la Tierra es plana? Entonces será mucho más fácil que encuentres cualquier demostración que avale tu creencia. ¿Vemos para creer o creemos para ver? Igual que muchas personas solo consumen la prensa que da razón a sus ideas, existe un término en psicología que trata de explicar por qué las personas tienden a creer lo que quieren creer: el sesgo de confirmación.
¿Cuál es el peligro? Imagina que tratas de localizar a un amigo y este no contesta, y ello te hace pensar que está evitándote. No hay ningún motivo para que así sea, pero lo que en un principio era solo un pensamiento puede acabar convirtiéndose en una verdad absoluta en tu cabeza. No corroboras la creencia, pero actúas como si fuera cierta y tú también empiezas a evitar a tu amigo. Este error lleva al individuo a dejar de recopilar información cuando la evidencia recopilada hasta ahora confirma los puntos de vista o los prejuicios que uno quisiera que fueran verdad.
Adoptamos la información que confirma la visión que queremos creer mientras que ignoramos y rechazamos todo aquello que la pone en duda
Aunque al principio del artículo hablábamos en tono de broma del polémico terraplanismo, supone un ejemplo perfecto del sesgo de confirmación. Una vez hemos adoptado una visión o creencia (que la Tierra es plana), adoptamos la información que confirma esa visión mientras que ignoramos y rechazamos todo aquello que la pone en duda (la gravedad o los husos horarios). No percibimos las circunstancias objetivamente, sino que seleccionamos los datos que confirman nuestros prejuicios y, por tanto, nos convierten en prisioneros de nuestras suposiciones.
El psicólogo Shahram Heshmat asegura en un reciente artículo en 'Psychology Today' que el sesgo de confirmación suele percibirse con más fuerza en personas tendentes a sufrir ansiedad, que ven el mundo como un peligro. "Por ejemplo, una persona con baja autoestima tenderá a creer que muchas personas no le quieren. Un comportamiento neutro o indiferente por parte de otra persona para ellos pasará a significar odio. Se trata de una forma de autoengaño, lo cual es muy peligroso, pues te adormece de la realidad y te lleva a hacer la vista gorda a la hora de reunir más pruebas que demuestren tu pensamiento".
El sesgo de confirmación suele percibirse con más fuerza en personas tendentes a sufrir ansiedad, que ven el mundo como un peligro
Aunque en algunas ocasiones el autoengaño es beneficioso, por ejemplo, cuando se trata de enfermedades. Está demostrado que una actitud positiva puede ayudar a enfrentar algunas enfermedades (que no todas) como el cáncer y existe evidencia limitada de que creer que te recuperarás ayuda a reducir tu nivel de hormonas del estrés, lo que le da al sistema inmunitario y a la medicina moderna una mejor oportunidad de hacer su trabajo.
En resumen, creemos lo que queremos creer. Tratar de confirmar nuestras creencias es natural y en muchas ocasiones buscamos una segunda opinión menos para conocer la verdad y más para que alguien reitere nuestra opinión. Por tanto, quizá la lección que se saca de todo esto es que, en lugar de buscar aquello que apoye tu teoría deberías buscar lo que la invalide: esta es una verdadera definición de confianza en uno mismo, la capacidad de mirar al mundo sin la necesidad de buscar opiniones que agraden tu ego.
Por eso es tan importante en la toma de decisiones en grupo que todos los individuos del mismo den su opinión. Piensa, al fin y al cabo, que para que un juicio esté completo se necesita la visión de varios testigos, pues la realidad es mucho más compleja de lo que nuestros sentidos puedan creer.
¿Crees en los alienígenas, el pastafarismo o quizá que la Tierra es plana? Entonces será mucho más fácil que encuentres cualquier demostración que avale tu creencia. ¿Vemos para creer o creemos para ver? Igual que muchas personas solo consumen la prensa que da razón a sus ideas, existe un término en psicología que trata de explicar por qué las personas tienden a creer lo que quieren creer: el sesgo de confirmación.