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Trucos psicológicos para aprender a vivir sin abrazos y besos (por ahora)
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Trucos psicológicos para aprender a vivir sin abrazos y besos (por ahora)

Las muestras de afecto son fundamentales para nuestra salud mental, ¿cómo actuar durante la desescalada para que estas prohibiciones no la resientan?

Foto: Fuente: iStock.
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Los reencuentros en España tras varios meses confinados han sido dignos de recordar. Parejas que durante un tiempo han tenido que vivir a base de videollamadas, amigos que querían tomarse una caña juntos en una terraza o abuelos que deseaban besar y abrazar a sus nietos... pero, un momento, eso último aún está prohibido.

Es difícil, siendo como somos un país mediterráneo y según todos los estereotipos inclinados a abrazarnos y proporcionarnos muestras de cariño, comprobar que no podemos abrazarnos y besarnos por temor a una nueva oleada de contagios. Probablemente en más de una ocasión ya habrás visto que a algunas personas se les olvida el protocolo y se dan un caluroso saludo al verse, pero en general todo el mundo trata de cumplir las normas chocando los codos. El 'saludo de Wuhan', como así se llama, es por ahora la mejor manera de prevenir la enfermedad.

Los abrazos son necesarios: canalizan el estrés, alivian el dolor, equilibran el sistema nervioso e incluso reducen los problemas cardíacos

Los abrazos y, en general, las muestras de cariño físicas aportan un sinfin de beneficios, aumentan la empatía, ayudan a canalizar el estrés y consiguen que el cuerpo libere endorfinas, por lo que alivian el dolor y, según los estudios, también equilibran el sistema nervioso e incluso reducen los problemas cardíacos porque disminuyen la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Parecen el remedio perfecto contra la ansiedad que estos meses hemos sentido, pero no podemos darlos. ¿Cómo actuar en esta nueva normalidad sin que nuestra salud se resienta?

Un grupo de psicólogos de ifeel han establecido algunas normas para que nos hagamos a la idea de que durante un tiempo, el contacto físico va a tener que verse reducido, lo que no significa que la situación se vaya a prolongar para siempre en el tiempo.

  • Ten claro que es una situación temporal. Las muestras de afecto regresarán, porque son necesarias para el ser humano, céntrate por tanto en lo positivo y en que no será así para siempre.
  • Aprende de otras culturas. En Japón o Suecia el contacto físico es mucho menor que en países como el nuestro. Eso no significa que ellos no lo necesiten también. Es importante aprender de otras culturas para entender que, por mucho que no se den tantas muestras de cariño como nosotros, no significa que no sean capaces de relacionarse y amarse.
  • Tolera la frustración. Esto es algo progresivo, ya hemos pasado lo peor, pero debemos entender que va por fases y que es momento de hacer planes con otras personas, lo que ya es un gran avance.
  • Recuerda que puedes dar muestras de cariño de puertas para dentro. Es importante entender esto, especialmente por parte de los niños, a quienes se lo tendrás que explicar. Mantener la distancia social fuera de casa no significa que, dentro de ella, aquellas personas que conviven juntas no puedan darse muestras de cariño.

En Japón o Suecia el contacto físico es mucho menor que en países como el nuestro. Eso no significa que ellos no lo necesiten también

Los psicólogos también indican que, más allá del WhatsApp y las videollamadas, ahora que hemos pasado de fase en todas partes podemos comenzar a mostrarnos cariño de formas diferentes pero también útiles. Organizar quedadas manteniendo la distancia o incluso hacer 'buenas obras' que demuestren ese afecto: por ejemplo obsequiar o regalar cosas a amigos o familiares que les lleguen a casa. La creatividad en estos momentos es fundamental, hasta el momento en que podamos darnos ese abrazo deseado, que llegará progresivamente. Centrémonos en lo positivo, en que podemos vernos en persona y que el deseado abrazo llegará más pronto que tarde.

Los reencuentros en España tras varios meses confinados han sido dignos de recordar. Parejas que durante un tiempo han tenido que vivir a base de videollamadas, amigos que querían tomarse una caña juntos en una terraza o abuelos que deseaban besar y abrazar a sus nietos... pero, un momento, eso último aún está prohibido.

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