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Un simple truco al respirar que puede cambiar tu vida
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la importancia del diafragma

Un simple truco al respirar que puede cambiar tu vida

La carencia de oxígeno, que es un problema bastante común, se traduce en tensiones de espalda, dolores de cabeza, estrés y ansiedad, por suerte es subsanable

Foto: Fuente: iStock.
Fuente: iStock.

Aunque el confinamiento nos ha dado un respiro en cuanto al ritmo de vida y la vorágine habitual, no nos ha librado de nuestras preocupaciones. En la actualidad, muchas personas se aquejan de problemas de ansiedad, depresión o insomnio; y aunque en algunas ocasiones el problema se agrava y se necesita ayuda profesional, la búsqueda de la tranquilidad y la felicidad empieza por uno mismo.

Y la respiración, aunque no lo parezca, es fundamental en todo este proceso. En muchas ocasiones lo hacemos mal y ni siquiera nos percatamos de ello al ser un proceso natural, al fin y al cabo la vida comienza con una respiración fuerte. La carencia de oxígeno, que es un problema bastante común, se traduce en tensiones de espalda, dolores de cabeza, estrés y ansiedad. ¿Te suena?

Lo bueno es que pocas cosas en esta vida no tienen remedio, y aprender a respirar no es una de ellas, puesto que simplemente está en tu mano. Ni siquiera es algo nuevo, pues los yoguis indios llevan miles de años conociendo el poder de una respiración controlada desde hace cientos de años.

En nuestro día a día

Antes de nada, debes saber que el diafragma juega un papel fundamental en la respiración y que pocas veces lo utilizamos. Todo comienza con la postura: si estás sentado debes ponerte recto formando un ángulo de 90ºC. Si estás de pie y quieres comprobar si lo estás haciendo adecuadamente, coloca las manos sobre tus costillas: si haces una respiración profunda deberías notar cómo se abren y se cierran. No debes dejar que la tripa se hinche ni tampoco respirar por la boca, hazlo por la nariz. Cuando el diafragma no entra en la ecuación de la respiración se tensa y se queda rígido, entonces la oxigenación no es suficiente y llegan los problemas.

Una técnica yogui

Como antes señalábamos, aquellas culturas que han practicado la disciplina del yoga durante miles de años tienen plena cociencia de la importancia de la respiración. El pranayama, que viene del sánscrito, se enfoca justamente en los ejercicios de respiración que también son parte del yoga. El 'prana' vendría a ser una fuerza vital, esencial para vivir y que habita en nuestro cuerpo, y el 'yama' el control de la misma. "Nuestra mente es una cometa y el pranayama es el hilo que tira de ella para que pueda volar" cuenta el gurú de yoga Santosh Kumar en un reciente artículo en 'BBC', "cuando no tenemos ningún control sobre la cometa es cuando no vuela bien".

La respiración debe ser diafragmática para que este no se tense y siempre debe ser por la nariz

Aunque respiremos todos los días, si no lo hacemos convenientemente no podremos controlar nuestras emociones. En eso se basa la técnica, que enseña que cuanto más lento es el ritmo de la respiración, más control tendrás sobre tu mente. La tasa promedio de respiración para la mayoría de las personas es aproximadamente dieciséis veces por minuto, lo que pretende esta técnica es ralentizarla para poder experimentar todos los beneficios que eso supone.

Cuando respiramos ocho veces por minuto, nos sentimos más relajados y podemos liberarnos del estrés.

Al llegar a cuatro veces por minuto, se producen cambios positivos en nuestra conciencia y tenemos mayor claridad mental.

Con una respiración de una vez por minuto, calmaremos la ansiedad, el miedo y la preocupación.

La tasa promedio de respiración para la mayoría de las personas es aproximadamente dieciséis veces por minuto. Al ralentizarlo nos sentimos mejor

Por supuesto, si eres principiante no puedes aspirar por el momento a respirar una vez por minuto, pues se trata de una técnica que se basa mucho en la práctica. Muchos estudios ya han demostrado que la respiración reduce los niveles de estrés y alivia los síntomas de ansiedad. "Hay distintos pranayamas para tratar diferentes problemas", explica Kumar. Él, por ejemplo, se encarga de enseñar Nadi Shodhan, una técnica que se basa en tapar alternativamente una de las dos fosas nasales para inhalar y exhalar aprendiendo a relajarse.

Aprender a respirar

Aunque los ejercicios de yoga pueden ayudarnos a aprender a respirar, nosotros mismos también podemos hacerlo. Primero, túmbate boca arriba con una almohada debajo de las rodillas y un peso en la tripa (un libro, una botella, lo que se te ocurra). Inspira lentamente por la nariz y ve notando como el aire llena la parte más alta del abdomen. Recuerda que tienes que hacerlo con la nariz y la boca ha de encontrarse cerrada, la zona del pecho tampoco se tiene que mover. El libro tendrá que elevarse entonces más que tu pecho, y después deja salir el aire frunciendo los labios. Procura mantener una postura recta en lugar de encorvada y eso ayudará a la oxigenación. No hace falta sentir estrés o ansiedad para aprender a respirar bien, recuerda que todo empieza por ti.

Aunque el confinamiento nos ha dado un respiro en cuanto al ritmo de vida y la vorágine habitual, no nos ha librado de nuestras preocupaciones. En la actualidad, muchas personas se aquejan de problemas de ansiedad, depresión o insomnio; y aunque en algunas ocasiones el problema se agrava y se necesita ayuda profesional, la búsqueda de la tranquilidad y la felicidad empieza por uno mismo.

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